FELIZ AÑO NUEVO 5517 A LOS HABITANTES DEL
HEMISFERIO SUR
5517 Año Nuevo de los Pueblos Originarios
El año aymara comienza el 21 de junio, en coincidencia con el solsticio de invierno o reinicio del acercamiento, del sol a la tierra y con el inicio de un nuevo ciclo agrícola (nueva época de siembra).
AÑO NUEVO ANDINO MACHAQ MARA (Aymara) MOSOQ WATA (Qechua)
La celebración ritual de Machaq Mara (Aymara), Mosoq Wata (Quechua), que se realiza el 21 de junio del año, es en cumplimiento al calendario agrícola cósmico de sus ancestros, extracto de un largo proceso de observación y estudio de las leyes cósmicas, cuya filosofía enraizada en la naturaleza y, enlazado al tiempo y espacio donde los hombres eran el núcleo dinámico, para mantener el equilibrio armónico de la trilogía de "PACHAS". El rito ceremonial es un encuentro con los mitos de su cultura, relacionado con los tres mundos del universo andino. Al respecto se dice:"una de las fechas más importantes del año en el mundo andino es el Marat'aqa (este es su nombre en el idioma hablado por la nación aymara), o wata p'iti (en runa simi, idioma hablado por la nación quechua),día que en el mundo occidental es conocido como solsticio de invierno en hesmiferio sur (el 21 de junio), fecha de la verdadera fiesta del INTI RAYMI, o Año Nuevo Incaico.Los conquistadoeres españoles desvirtuaron este día, trasladándolo al 24 de junio, para hacerlo coincidir con la fiesta religiosa occidental de SAN JUAN. El MARA o WATA se divide en 13 meses y un día durante tres años, en el cuarto año se divide en 13 meses y dos días, los días sueltos constituyen el Mara T'aqa o Wata P'iti, siendo el 21 de junio el nudo, el nexo del año que va a pasar y del año que viene, como también el 22 de junio del año bisiesto, el nudo de los 4 años que van pasando y de los 4 años que advienen.AÑO 5516 EN EL CALENDARIO AYMARA
Este 21 de junio del 2009 recibiremos el Machaq Mara o advenimiento del año aymara 5,517, esta cifra es la suma de los 517 años desde la "hecatombe" iniciada en 1492 (llegada de los conquistadores a Sud América), más los 5,000 años que le precedieron.
El año aymara o andino comienza el 21 de junio, en coincidencia con el solsticio de invierno y con el inicio de un nuevo ciclo agrícola (nueva época de siembra). El 21 de junio de 2009 comienza el año 517 de la quinta era (una era es igual a 1.000 años). El calendario aymara tiene 13 meses de 28 días cada mes y un día suelto durante 3 años. El cuarto año tiene trece meses de 28 días y dos días, que están exactamente calculados en los 49 cuadros de colores que componen la Wiphala (Bandera).Este cálculo de los años proviene de un estudio realizado en Perú, sobre la base de la teoría del arquitecto Milla Villena, quien a su vez basó sus estudios en las ruinas de Cuzco (método que también tenían los egipcios) para marcar el tiempo. El hombre Andino y en general las culturas Indígenas han usado siempre la ciencia y armonía de la naturaleza como una fuente de sabiduría. Gracias a profundas observaciones y sabias reflexiones ellos sabían cuando sembrar, y cultivar, cuando cazar y pescar. El 21 de junio es una fecha cosmológicamente clave del reordenamiento de la tierra. Astrológicamente es el día del solsticio de invierno cuando el sol está más lejos de la tierra, por lo tanto es el día mas corto del año y la noche más larga. Este día marca el acercamiento del sol al planeta tierra y el inicio de una nueva época de siembra de productos agrícolas. El Mara Aymara (año) tiene 13 meses y un día durante 3 años, el cuarto año tiene 13 meses y dos días. El nudo entre los años es el MACH'AQ MARA que corresponde a un cálculo de los años bisiestos. La afirmación de que es el año 5011 proviene de un cálculo realizado en el Cuzco en base a la Teoría del arquitecto peruano Milla Villena, que usó la geometría de las ruinas de Cusco (método que también tenían los egipcios para marcar el tiempo) para medir el tiempo que tenía el mundo andino, la planificación expacial del Cusco sirvió para definir que habían sido 500 años de la cultura andina este calculo tomo como referencia a la invasión española 1492, considerado como el ciclo en el que comienza la era del mundo al revés o desequilibrio del mundo.
PURIFICACION EN EL REGRESO DEL SOL
No sólo la tierra cambia, los animales mudan su pelaje, las semillas se preparan para comenzar a crecer. En la cosmovisión originaria, nosotros también debemos reflexionar acerca del período que se va y purificarnos con el nuevo sol que nace.
Los pueblos que tienen una economía agraria, celebran el año nuevo indicado por el solsticio de invierno, como una época de renovación y purificación, el solsticio de invierno es el punto en el cual el sol se aleja más de la tierra, siendo el día más corto del año, y la noche más larga. De ahí en adelante el sol, Chau Antu y/o Tata Inti , inicia su acercamiento hacia el planeta. Este fenómeno natural marca la finalización del período de cosecha y el principio de una nueva época de siembra.
DEL HEMISFERIO SUR
We-Tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata
Significa que en el planeta o en el mundo, no existe un solo momento del inicio de un nuevo ciclo o "Año Nuevo" sino que la naturaleza y el cosmos determinan el ordenamiento de los ciclos de vida en cada extremo del planeta o hemisferios, a través, de su propio ordenamiento cósmico, los cuales permiten la renovación de energías y/o fuerzas que emergen desde la tierra dando paso a la procreación, nacimientos y brotes de nuevas vidas. Los pueblos o culturas originarias comprendieron dicha normativa pudiendo estructurar su existencia individual y colectiva en base a los procesos y hechos que acontecen en la naturaleza, con ello pudieron además determinar con exactitud el inicio o renovación de la naturaleza (Año Nuevo) del Hemisferio Sur.
EL AÑO NUEVO AYMARA 5517
Para los Aymaras, pueblo amerindio asentado en Bolivia, Perú y el norte de Chile, el día del solsticio de invierno es considerado desde la antigüedad como la fiesta del Año Nuevo. Cada año celebran un ritual en el Templo de (Bolivia) el cual tiene lugar al amanecer (cerca de las 6:00 am), puesto que la tradición señala que son los primeros rayos del sol los que fecundan la tierra.
Minutos antes de las 06:00 comienza la ceremonia central con la quema de cuatro mesas ceremoniales en el templete semisubterráneo del complejo arqueológico de Tiwanaku.
Dibujo de las ruinas de Tiwanaku
Tiwanaku ruinas declaradas patrimonio cultural e intangible de la humanidad por la UNESCOQueda ubicada aprox. a hora y media de la ciudad de La Paz - Bolivia. Tiwanaku poseía cuatro nombres: - Taypikala : ciudad construida de piedra ubicada al centro de otra - Wiñaymarca: ciudad eterna, en recuerdo a sus obras inmortales que sobreviven al tiempo - Chukara: ciudad de la luz por ser considerada un centro altamente religioso donde el hombre entraba en armonía con la naturaleza - Tiwanaku: nombre que hasta la fecha se conserva por datos obtenidos por la cultura incaica que así la denominaban cuando llegaron los españoles, cuya traducción se perdió en el tiempo.
PUERTA DEL SOL
Los amautas, ofrecen a la Pachamama una ofrenda agradeciendo por las cosechas del pasado año —aunque no fueran buenas—, paraque el ganado se multiplique, etc. Finalmente esta el otro reconocimiento al Inti Tata para que las cosechas sean buenas.
Un día antes, los amautas leyeron en la koka (la hoja de coca) como iba a ser el año que se viene. Pero, todo dependerá de cómo nos portamos con la Pacha Mama. Según las culturas andinas, el sol fecunda y la Pachamama germina.
Se celebrará el año 5517. El cálculo del calendario se realizó en las ruinas del Cusco, Perú, en base a piedras que marcan el rumbo de las épocas andinas (calendario agrario). Se usó el concepto de Pachakuti, que representa el ciclo espiral del tiempo y espacio. Es un ciclo de 500 años, pues el cinco es un número espiritual en la concepción andina. El dígito toma en el quinto punto, el del centro, de la cruz del Sur (la Chakana) que rige el calendario. El Pachakuti que estamos transitando se inició en 1992 del calendario gregoriano.
El ambiente de Sacsayhuamán (en 3,000 hectáreas) es maravilloso. Por el camino que parte de Cuzco hasta el lugar (a 2 km), se descubrirá un panorama espléndido. Sacsayhuamán es una"fortaleza" inca, muy famosa por sus bloques de piedra (algunas pesan varias decenas de toneladas) tan bien ajustados (sin ayuda de mortero) que es casi imposible meter una aguja en el medio. Las fortificaciones que rodeaban la capital inca de Cuzco estaban destinadas a proteger y solidificar el control inca. Uno se queda estupefacto por estas tres murallas gigantescas, escalonadas en zigzag.
¡La presencia de un centro ceremonial arriba hace pensar que este fue más un templo que una fortaleza! En efecto, ¿cómo explicar unas líneas de defensa tan masivas... contra hondas, arcos y flechas? (¡y cuando uno piensa, además, en las proezas técnicas que fueron necesarias para transportar aquellos bloques !).
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Fortaleza Inca Sacsayhuamán. Este nombre pertenece a un vocablo Quechua, en el se encierra lo que talvez sea la mayor obra arquitectónica elaborada por los Incas, en el hoy conocido Perú, al menos esta es la opinión de los arqueólogos e historiadores que se han dedicado a estudiar e investigaron las ruinas de Sacsayhuamán, la cual es una imponente fortaleza ceremonial, ubicada bastante cerca de la ciudad de Cusco.
Esta parte se encuentra totalmente habitada por una gran cantidad de llamas y halcones, por ello el nombre el templo, lo cual quiere decir según las traducciones, halcón saciado. Sacsayhuamán se encuentra ubicado a dos kilómetros hacia la parte norte de Cusco, en Perú. Según los cálculos esta maravillosa obra se elaboró, empezando en el siglo XV y se terminó un siglo después, casi a la llegada de los españoles. Esta fortaleza esta a unos 3,700 metros por encima del nivel del mar, se localiza en un valle recogido por las montañas Pachatusán, Ausangate y Cinca, las cuales poseen una singular belleza paisajística.
Hoy en día la Fiesta Inca del Dios Sol se renueva cada año en la fortaleza inca de Sacsayhuamán (en la Explanada de Saqsaywaman), al norte de Cusco. Se incorporó como escenarios el patio del templo del Qoricancha y la misma plaza del Cusco, o Haukaypata. De esta plaza la comitiva real del inca se mueve hasta la explanada de Saqsaywaman donde están las tribunas para los visitantes y el público local, ocupando sitios que pertenecen al conjunto arqueológico.
Cada Suyu honra a dios del sol y de su representante en la tierra (Pachamama ), el Sapa Inca . En su vuelta el Inca bendice el cada Suyu, esos todos pueden ser fértiles y sanos. La música se juega entre las diversas bendiciones, creando una atmósfera misteriosa e intensiva.
Una llama blanca se ofrece para asegurar una cosecha fértil como resultado del calor y de la luz del sol y de la tierra, el Pachamama . A las 5h30 comienza el sol a besar el horizonte y éste es el momento perfecto para fijar campfires grandes todo sobre la fortaleza. Todos comienza a bailar alrededor de los fuegos y honra a dios del fuego, tan esencial como el sol y la lluvia. El bailar extenso y la música rítmica traen el Suyus juntos a una unidad: TAWANTINSUTY o el imperio de las cuatro direcciones del viento .
El Inca creyó en lal rerncarnacion, incluso tan profundamente que enterraron la muerte en la posición de un feto para facilitar renacimiento. Los antepasados honrados, el Inca muerto eran momificado después de muerte y tratado pues todavía estaban vivos. Para los acontecimientos grandes como el Inti Raymi, era ellos colocados de pie frente al Qorikancha para atestiguar el festival.
En el final del Inti Raymi da a la gentes bendiciones formando a una procesión colorida larga. ¡Saludan también el Inti y este día hermoso, el principio de un Año Nuevo, Inti Raymi !
A su gente honró y continuó a la esposa del Sapa Inca, el Mama Occla, igualmente aquí el trono de plata. | |
La música, la danza y el traje hermoso es la magia de Inti Raymi |
En este lugar de marravillo comienza traditionalmente el Inti Raymi. El lugar se conoce como el Qorikancha o el Santa Domingo. Éstaba el centro del imperio de los Incas hace 500 años.
La procesión con más de 500 figurantes se mueve desde el Qorikancha hasta la fortaleza de los Incas, el Sacsayhuamán.
El Sapa Inca en su silla de oro como la autoridad más alta del Inti Raymi. La celebración del Año Nuevo Andino es antes que todo, una fiesta de reflexión en familia, esta creencia no es una religión ni secta sino una simple conexión espiritual con los otros seres y reafirmar la convivencia armónica dentro de la unidad en la diversidad, toda vez que el hombre o la mujer no es superior ni inferior, ni nadie es más ni es menos. Ello da la oportunidad para entender que todos somos UNO, todos somos el sujeto nosotros, nuestro yo plural. Esto es la visión cósmica de entender el mundo andino.
Durante época del Imperio en Perú, esta fiesta se prolongaba por nueve días. Luego en la época colonial fue prohibida por ser juzgada como rito pagano contradictorio a la religión católica, celebrándose sólo en la clandestinidad.
Quisiéramos que un día, los habitantes de éste lado del mundo, pudiésemos celebrar colectivamente algo nuestro, algo real, que pertenezca a nuestras vidas, a la naturaleza, al universo. Quisiéramos compartir con todos los hombres y mujeres de América y el Mundo, nuestro We-Tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata, y convertirlo en la celebración del inicio de un Nuevo Año del Hemisferio Sur. De ésta manera iniciaríamos el re-encuentro con nosotros mismos, con la naturaleza, la madre tierra, con los pueblos originarios, con los amigos de la sociedad civil de América, África, Australia, blanco, moreno, afro, rubio, bajitos, gorditas, flaquitas, bonitas, chicas o grandes. Todos (as) estamos llamados a iniciar una Nueva Historia de relaciones horizontales y de Coexistencia entre los pueblos originarios, la sociedad civil y el cosmos.
La expansión de la religiosidad occidental tomó la forma de sectas a medida que los conflictos internos en la iglesia católica y el caos cristiano oficiales se iban agudizando irremediablemente. En este proceso es en el que se inscriben por ejemplo la suplantación descarada de nuestras festividades, rituales y ceremonias religiosas, con otros nombres relacionados con la religión dominante, con otros elementos ceremoniales, con otros conceptos y visiones del mundo, y tratando de adecuar y hacer coincidir de modo sutil las fechas más importantes de las festividades andinas en nombre de un supuesto sincretismo religioso.
Y de esta híbrida mezcla emergieron nuevos rituales, nueva simbología, nuevas
creencias, etc. que a decir verdad no son mas que grotescas caricaturas de nuestras verdaderas tradiciones espirituales y religiosas, las mismas que en su mayoría son practicadas por la iglesia católica sobre la población principalmente en los centros urbano-citadinos en donde mas influencia tuvo la invasión.
Sin embargo de todo esto, conforme pasaba el tiempo y de acuerdo a la tradición y transmisión oral andina, constatamos que en infinidad de nuestras comunidades originarias aun conservamos intacto la semilla pura de nuestra espiritualidad, presta a echar nuevamente las raíces, a germinar y brotar como el maíz de la tierra. Esto en el propósito de mostrar lo que esencialmente representa para nuestro mundo andino el porqué de nuestra fe, de nuestra esperanza y de nuestro júbilo.
En nuestros sagrados Andes existen cuatro momentos importantes en el ciclo vital del maíz como referencia esencial, los que científicamente establecidos constituyen determinados puntos en el tiempo llamados equinoccios y solsticios, durante el lapso de un año, tiempo en el que nuestro planeta gira dando una vuelta entera alrededor del sol. Entre estos solsticios se distinguen nuestras celebraciones del Inti Raymi y del Qhapaq Raymi, festividades que nuestros antepasados solían celebrar el 21 de Junio y el 21 de Diciembre de cada año, fechas en las cuales el sol alcanza su máxima distancia en su alejamiento del centro equinoccial de la tierra, llamado también el Inti-ñan o Inti-Watana, lo que significa la ceremonia de protección del Padre Sol, el Tata Inti, a fin de evitar que esta deidad suprema se aleje extremadamente de nuestro planeta y, contrariamente, permita la germinación y maduración de los frutos que nacen de nuestra Madre Tierra, la Pachamama, otra de nuestras divinidades supremas.
Nuestros sabios Amawt´as y Achachilas de los Andes nos enseñaron a venerar la Madre Tierra, porque ella constituye fuente inagotable de vida, que nos provee de alimentos, nos provee de medios para protegernos de los desastres naturales, nos provee del placer de convivir con nuestros congéneres, con la madre naturaleza y con los otros seres vivientes que habitan nuestro planeta.
Conforme a la naturaleza de nuestra cosmovisión, el equinoccio de septiembre simboliza la época de la siembra en el hesmiferio sur, tiempo en el que la tierra muestra su máxima pureza y fertilidad, tiempo en el que ella se muestra desnuda, virgen, con su color y aroma inconfundible, lista para recibir la semilla. Es la festividad
del Kuya Raymi, dedicada al agradecimiento a la tierra y al mismo tiempo a la veneración de la feminidad (mujer), porque es ella quien entrega la vida al universo. Esta celebración ha sido superpuesta con la llamada fiesta de la Virgen María por parte de la invasión europea.
Con el transcurrir de los días, las semanas y los meses, la semilla sembrada es alimentada y protegida constantemente por su madre, la tierra, y en sus entrañas, esta semillita sufre una transformació n grandiosa, el de la transición de la muerte a la vida, la semilla se transforma y pasa a ser una planta viva, es el momento en que celebramos el renacer de la muerte a la vida, hoy comúnmente celebrado como el día de los muertos o difuntos.
Entonces ya cuando el tierra en su desplazamiento sitúa al sol en su extremo derecho, o geográficamente hablando hacia el polo sur, se produce un otro solsticio, el 21 de diciembre. Para este tiempo, la semilla ha brotado del vientre de su madre, ahora ya es una planta, pequeñita y llena de vida. Los ojos de nuestros abuelos y abuelas expresan nítidamente el júbilo que sienten por su hermosura, su bondad, su fortaleza.
A este momento y visión los sabios y Amawt´as lo llamaron Inti Qhapaq Raymi, pues la influencia del sol, sumado a la de todo el cosmos renueva la vida a través de las semillas plantadas en el vientre virgen de la Tierra. Estas tiernas plantitas se comparan a la llegada del niño esperado, y que luego es arrullado en los brazos de sus padres. Como nuestros niños, juguetones, sonrientes y alegres, las pequeñas plantas llegan a poblar la Tierra y ellas darán fruto, seguridad y bienestar a la siguiente generación.
El ritual del Qhapaq Raymi o la gran fiesta de la nueva vida, ancestralmente se la celebraba con mayor majestuosidad que en los tiempos actuales. Pues como se trataba de una festividad dedicada a la continuación de la vida, estaba explícitamente dedicada a las nuevas generaciones, a los niños y jóvenes, que luego del gran ritual pasaban a formar parte viva, activa y sujetos de la sociedad en sí.
Cuenta la tradición oral, que los mayores engalanaban a las futuras generaciones con obsequios celebrando el ritual de la dotación simbólica a los recién nacidos, de prendas de vestir, los valores más preciados, los útiles y herramientas más esenciales para que ellos sean los continuadores de su compromiso natural adquirido en la vida y que los irían trasmitiendo de generación en generación. Este acto de ofrenda a los menores, se traducía en base al compromiso y la participación recíproca de todos los integrantes de la comunidad.
Tal era la magnificencia de nuestras fiestas, que los invasores venidos de occidente a través de la imposición de símbolos y creencias, tuvieron que buscar modos para reemplazarlas con algo que también tuviera gran peso y esplendor material y espiritual conforme a lo que acontecía en este tiempo. Y esta imposición fue suplantando nuestras festividades. Por ejemplo la Fiesta del Inti Raymi que se celebra cada 21 de Junio fue maliciosamente yuxtapuesta por la fiesta católica llamada San Juan, una muestra clara de esta intención es que por ejemplo las tradicionales danzas y formas
musicales que se bailaban en esa fiesta en la región , fueron denominados "San Juanitos", a fin de demostrar que eran ritmos dedicados a la fiesta San Juan. Igual hicieron con la fiesta del Qhapaq Raymi, que lo celebramos el 21 de Diciembre. Pretendieron convencernos de que esta celebración era la misma a la que ellos denominaban la fiesta de la Pascua de Navidad, dedicada al nacimiento del niño Jesús considerado por ellos redentor de la humanidad, y que se la debía efectuar los días 24 y 25 de Diciembre. Igualmente los cánticos y danzas tradicionales de la época llamadas Ch´untunkis fueron denominados Villancicos de Navidad.
Así, bajo el nombre de sincretismo religioso se pretende yuxtaponer valores religiosos traídos del un mudo medieval orientado hacia la negación del la elevación y sincronia espitual del ser humano. En la actualidad estas festividades son difundidas profusamente desde El Vaticano y otros centros de religiosidad y no espiritualidad , hecho que es muy bien recibido por el mundo para estimular el florecimiento de la sociedad de consumo.
Este gigantesco proceso de usurpación y suplantación de símbolos y rituales originarios ha ocasionado la pérdida de la identidad de grandes grupos de ancestrales durante estas más de 5 centurias. En este tiempo del Pachakuti, estamos retomando el camino de la recuperación, estamos re-emprendiendo la senda de la emancipación espiritual, estamos pasando de la reflexión a la acción, a la defensa de nuestras vidas y la de todos los seres que habitan la tierra. Estamos emprendiendo el proceso de sanación del cosmos y la tierra.
El solsticio de invierno, momento en el que el sol está más alejado de la tierra, marcará para los indios aymaras el comienzo de un nuevo año, el 5.517. La tradición señala que los primeros rayos del sol, cerca de las 06.00 hora local (10.00 GMT), fecundan la tierra en el inicio de un nuevo año agrícola para los aymaras que repiten simultáneamente el rito de Tiwanaku en las ruinas arqueológicas de Cochabamba y en el fuerte de Samaipata, en Santa Cruz, en el este de Bolivia.
Tiwanaku, supuestamente la ciudad más antigua de Suramérica, y el fuerte de Samaipata, un bloque megalítico, posterior a la cultura tiwanakota, tienen el rango de Patrimonio Cultural de la Humanidad para la UNESCO. Según algunos antropólogos bolivianos, el sentido del rito es asegurar la reproducción de la vida con las bendiciones del Sol para la siembra y la cosecha y, aunque se realiza desde la década de los años 80 en la ciudad de Tiwanaku, rememora antiguas prácticas de las comunidades aymaras.
Los indígenas invocan también la fertilidad de la tierra con el sacrificio de llamas, cuya sangre es una ofrenda al Sol y la Tierra y otras deidades andinas para asegurar la prosperidad agrícola y pecuaria. En su opinión, más que un año aymara para los habitantes de los Andes, ésta es una fiesta de las naciones originarias, porque el homenaje al Sol también la realizan los indios quechuas, el otro grupo indígena mayoritario que habita Bolivia.
Cusco o Qosqo, que en la lengua de los inkas, quiere decir (según Garcilaso de la Vega) "Ombligo del Mundo", es el principal destino turístico del Perú, uno de los más importantes de América y del mundo, considerado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
A tiempo inmemorial se remontan las huellas de la presencia del hombre en el emplazamiento de la actual ciudad, donde surgió, se expandió y floreció magníficente la Gran Civilización Inka; la capital fue concebida bajo la forma de un puma, felino considerado como una de sus divinidades tutelares. Por ello al Cusco también se le conoce como la Ciudad Puma.
En lugar privilegiado de la sagrada capital, el Inka Pachakuteq mandó a construir el Qorikancha, un fastuoso templo dedicado a reverenciar al Sol, dios al que los inkas denominaban Apu P`unchao o Apu Inti, en cuyo honor fue consagrada la imponente fiesta del INTI RAYMI, que alcanza contornos de solemnidad y esplendor, tal como describen los más importantes cronistas.
OBJETO DE LA FIESTA DEL SOL
Fueron varias las razones que impulsaron a la civilización Inka a realizar los sacrificios y ofrendas al astro rey. Una fue que el Inka, al igual que la nobleza cusqueña, eran considerados hijos naturales del Sol; a él obedecían su existencia, y debían corresponderle con sacrificios y ofrendas. Por otro lado, si la cosecha del maíz fue buena, había que agradecerle y si fue mala, había que rogarle para que el año venidero les compense con una buena producción.
En junio (solsticio de invierno)
El sol iba alejando, el frio aumentaba, en los amaneceres el agua estaba escarchada, por tanto, había que pedirle al Sol que volviera, que al rayar los crepúsculos matutinos no siguieran avanzando hacia el norte. Finalmente, había que testimoniarle al dios Inti, la eternidad y total entrega de sus hijos, con sumisión y respeto.
Hace más de seis siglos, el Inka Pachakuteq instituyó la Fiesta al dios Sol. Los Cusqueños actualmente siguen representando el Inti Raymi con el mismo fervor con el que sus ancestros lo realizaban en las esplendorosas épocas del incanato. El Inti Raymi, en su versión contemporánea se realiza desde el 24 de Junio de 1944, cuando fueron instituidas las fiestas de la ciudad en recuerdo a su milenario origen y cuna de la Gran Civilización Inka.
El 24 de junio, la fiesta en honor al dios Sol, se realiza en presencia del Inca, el Willaq Uma o Sumo Sacerdote, Tarpuntay, Wirapirikuq y Kallparikuy, al igual que los nobles y representantes de las panacas, para lo cual se utilizan tres impresionantes escenarios históricos y naturales:
Qorikancha (Cerco de oro): Templo principal del Cusco dedicado al Sol, donde se dice estaba el jardín de oro (aquí se realizaban los primeros rituales del culto al Apu Inti y a la Pacha Mama, donde fueron enterradas cuantiosas ofrendas, cuyas evidencias halladas en 1972 se encuentran en el Museo Garcilaso del INC).
La Plaza Mayor (el antiguo Auqaypata o Plaza del Guerrero): En tiempo de los Incas, en esta inmensa plaza se desarrollaba íntegramente la ceremonia en medio del gran USHNU (plataforma ceremonial).
Saqsaywaman (voz que deriva de los términos quechuas "saqsay" y "waman", que traducido al español significa "sacíate halcón"). Se encuentra a 3,555 m.s.n.m., a un kilómetro del barrio inca de Qollqanpata. Fue la Real Casa del Sol y templo consagrado al Rayo, según Garcilaso. Aquí desde 1944 tiene lugar la parte central del Inti Raymi contemporáneo ante una impresionante multitud.
También se realiza la ceremonia de la chicha donde el Inka toma en sus manos un vaso de oro lleno de chicha sagrada y lo ofrece a su padre el Sol, como muestra de amor filial. La chicha es también ofrecida a los apus que rodean la ciudad imperial del Cusco. seguidamente vierte el contenido a la pachamama para que el liquido llegue hasta el Q'orikancha, a su vez, toma un vaso de plata, también lleno de chicha, lo brinda al Sol y bebe, después invita a los principales de su sequito y a los representantes de los 4 suyus para que participen del rito.
Luego hacen la ceremonia del fuego sagrado, momento culminante de la ceremonia ya que tres días antes de la ceremonia, fue apagado el fuego encendido el año anterior y alegóricamente está el imperio en tinieblas, con la esperanza de que el padre sol envíe nuevamente sus rayos vivificantes para encender el nuevo fuego sagrado. Esta ceremonia la realiza el sacerdote principal quien utiliza un brazalete cóncavo de oro llamado chipana, que orientado al sol concentra sus rayos sobre el reciente ritual esperando se encienda el nuevo fuego sagrado y estalla la alegría, pues el padre Sol ha dado señal que renueva su confianza y protección a su hijo predilecto y a su pueblo. Este fuego es entregado a las Acllas para que se encarguen de alimentarlo y conservarlo hasta el próximo año. El fuego también es distribuido simbólicamente a los cuatro suyus para que retornen con este preciado Don a sus regiones de origen.
Hacia el final de la ceremonia se realiza el sacrificio simulado de la llama, para en sus entrañas poder leer el augurio de cómo se presentara el año que se inicia.. si el corazón y los pulmones no tienen lesión alguna y salen palpitando será buen presagio para un año próspero. Inmediatamente los sacerdotes realizan el rito del pan sagrado que se da inicio con la bendición de los panecillos y mezclándolos con la sangre de la llama sacrificada es ofrecido al Inka ; él también hace lo propio.
Finalmente, el Inka lleno de alegría, da su mensaje final, invocando a su pueblo para que bajo el amparo de su padre el sol, continúen practicando los valores de la cultura tawantinsuyana, cuya máxima expresión es la reciprocidad. Concluido su mensaje, el Inka pide que su pueblo festeje, se produce una eclosión popular
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