1. El hecho climatológico: Febrero es el mes central del invierno, en él quiebran sus rigores, los días son más largos, la naturaleza quiere volver a renacer. Éste es el sustrato real de las celebraciones comunes a tantas y tan diversas culturas.
2. Las celebraciones romanas, las Lupercalia, que a su vez provienen de otras que no es el caso rememorar. Fiestas con presencia fundamentalmente femenina.
3. La mitología celta. Festividad de Imbolc. Reune en torno a esta fecha numerosas leyendas con fondo y sustrato cultural similares.
4. La normativa judía de la "purificación" de la mujer que ha tenido un hijo , rito común a muchas otras culturas.
En gaélico escocés : Brid
En galés : Brigitte
En el panteón continental y Bretañas : Brigantia/Brigantu
En la Galia Oriental : Brigindu
En Galicia: Bríxida
Es considerada la suprema deidad de la fertilidad y la inspiración creativa, aunque su veneración llega también a su aspecto guerrero, cuidadora de los nacimientos y de la infancia. Es una triple diosa, aunque no posee nombres diferenciados en sus aspectos, a no ser el que forma con otras deidades en su versión como Dana.Quizás tal vez el de la Cailleach escocesa o la Cally Berry de los irlandeses, o la Cailleach Bolus de los galeses, o la Cailleach Corca Duibhne de los córnicos, que representa el aspecto envejecido de la Tríada, pero entre los celtas de Irlanda era venerada tanto por herreros, a los que protegía con sus encantamientos y Artes, por los sanadores/as a los que asistía, ayudándoles con su protección y flujo divino en los partos.Preside la herbolaria, conociendo como diosa todas las características que se derivan de este Arte.
Para los poetas, era su Musa, como "banfhile", a quienes ofrecía inspiración, abriendo los tenues velos entre los mundos. Ella es identificada numerosas veces como la Awen invocada por los poetas, es decir, bardos, en la tradición celta.En lo que coinciden todas las variantes célticas es que el fuego es su representante, siendo uno de sus principales atributos. El fuego de la hoguera, el fuego del sol o el fuego del interior de la Tierra, una tríada que de nuevo representa, la generación de la vida y como alegoría de la Diosa en su máximo esplendor.
Como primer fuego se manifiesta en la Tierra haciendo que los rayos del sol favorezcan el crecimiento y despertar de las fuerzas adormecidas y sumergidas: Ella transmuta el clima, en la alquimia de la rueda cíclica, hace que el tiempo riguroso sea cada vez más templado, asistiendo de esta manera la labor humana de cultivo en los campos y en aquellas actividades tribales que son necesarias ejercer en las campiñas.
Brigitt también otorga conocimiento y crecimiento en el interior de nosotros mismos e incluso de nuestras propias tribus, por ello es la "Buena Madre" que ampara, custodia, potencia e inspira todas las tareas creativas, tanto las mentales, como aquellas metafísicas de índole espiritual, sin olvidar las puramente materiales que nuestros hermanos y congéneres puedan expresar.
Aún coincidiendo en los aspectos generales de la Diosa, se consideraba más unida a la casta druídica, tanto como musa inspiradora de los druidas bardos, como protectora de la clase militar y aliada de los guerreros que mostraban valentía y osadía en combate. Protectora de la clase productora, de los artesanos, ganaderos y agricultores celtas por poseer los conocimientos, como deidad de los misterios de la Naturaleza, de las Artes y Oficios, que éstos desarrollabanEn Bretaña era la diosa principal de la confederación de tribus, conocida como brigantes, la Diosa-Tierra, cuya área de influencia de esta confederación, cubría lo que actualmente es la mayor parte del Norte de Inglaterra.
Imbolc es uno de las cuatro principales festivales del calendario celta, asociado con el ritual de la fertilidad, que fue manipulado, ocupado y convertido por la imposición cristiana, como el día de Santa Brígida, y en tiempos más recientes ha sido celebrado como el festival del fuego, uno de los ocho días festivos (cuatro solares y cuatro lunares) o sabats de las rueda del año neopagano. En Escocia el festival es también conocido como Latha Fhèill Brìghde, en Irlanda como Lá Fhéile Bríde y en Gales como Gwyl Ffraed.
Corresponde al elemento agua. Conviene recordar que el agua, el fuego, la tierra y el aire no eran solo los elementos fundamentales de los griegos presocráticos, sino que como categorías de aprehensión de la realidad eran de todos los indoeuropeos y también de muchas otras culturas.
Imbolc celebra que se está acercando la Primavera. El término "Imbolc" significa "en leche" y en este tiempo, las ovejas embarazadas comienzan a lactar. Ésta es una muestra segura que estará viniendo la Primavera pronto.
Ambiwolka era la época de las purificaciones y del fuego sagrado que purifica la tierra, propiciando la fertilidad y el despertar del sol en primavera luego del frío y gris invierno. Era además la época de los nacimientos de los corderos de primavera, en que las ovejas producían leche; y Briganti era protectora de los rebaños.
Durante esta fiesta, celebraban los Druidas (en céltico antiguo: "DRUWID": "los muy letrados") los ritos adivinatorios, y se hacían las pruebas de matrimonio.
Los celtas, por su parte, celebraban la festividad de la Ambiwolka, en gaélico irlandés, Imbolc. Se veneraba y glorificaba a la reina Brigit la "excelsa", la "alta", latinizada como "Brigantia") una de las advocaciones de la Diosa Única Trivalente (como otras fueron Danu, Arduina, Epona, etc), diosa de la fertilidad. Entre otros contenidos, está la celebración del momento en que las ovejas comienzan a tener leche.
Ambiwolka era la época de las purificaciones y del fuego sagrado que purifica la tierra, propiciando la fertilidad y el despertar del sol en primavera luego del frío y gris invierno. Era además la época de los nacimientos de los corderos de primavera, en que las ovejas producían leche. La diosa Brigantia era también protectora de los rebaños.
En Irlanda, por ejemplo, Imbolc se celebraba en Teltown, condado central de Meta, donde tenían lugar las bodas, que podían romperse al año siguiente por consentimiento tanto de los hombres como de las mujeres.
Brigid es una diosa que puede verse en muchas culturas diferentes. Se cree que ha sido Brigantia en Inglaterra, Bride en Escocia y Brigandu en Gales y Francia. Se piense que ha sido la misma que era adorada en Bath en la Bretaña antigua, así como la patrona de incontables arroyos y pozos. Los romanos la identificaron con su favorita, Minerva o con Pallas Atenea el aspecto de doncella.
Brigit nació en el instante entre la noche y el día, y a medida que se elevaba con el sol, un rayo de llama, le tocó la frente. Es esta leyenda, la que da pistas sobre Brigit siendo considerada una deidad solar. Que haya nacido en el umbral, es un aspecto muy importante de la leyenda. Los antiguos Celta estaban fascinados por los lugares entre medio.
A pesar de su imagen como Diosa Madre, Brigid es vista como la hija de Dagda, "el buen Dios". Se suponía que ella se casaría con Bres, que tuvo una existencia trágica y breve como el rey de los Tuatha. Juntos tuvieron un hijo, Ruadan
Brigit es la diosa del fuego, la herrería, la maternidad, la poesía, el agua y la sanación. A veces se la ve como guerrera. Ella era conocida como Flecha Brillante, La Brillante, La Alta, La Poderosa, La Dama de las Orillas y por su asociación con la primavera, "Brigid de la verde Mantle". Fue ella a quien se acerditó con el origen del Ogham, el silbido y después de la muerte de su hijo, con la costumbre de lamentarse por los muertos. Las Banshees que gimen por los muertos, se dice que representan parte del alma de Brigid.
El día uno de febrero era un importante momento de celebración para algunos pueblos de la antigüedad, asentados en territorios que comprendían, entre otros, las llamadas Galicias y Celtiberia en España, Galias y Bretaña en Francia, Irlanda, Cornualles, Escocia, Gales y Gran Bretaña en las Islas Británicas, pueblos luego conocidos como celtas o galos. Febrero es el momento en el que el sol comienza de nuevo a recuperar su fuerza para calentar la tierra, los días se van haciendo más largos, las semillas germinan en el interior de la tierra y las ovejas están ya en condiciones para la lactancia de los futuros cordericos. O sea, el mes en el que despierta la fertilidad en la Naturaleza, preparándose para su explosión en la primavera. Y para hacerlo sagrado había una diosa, la diosa madre por excelencia, la Tierra, bajo la denominación de Briganti o Brigit. A esta celebración se le llamó Inbolc o Ambiwolka, que puede significar en el vientre, aunque según otras versiones sería Oilmelc, que significaría leche de ovejas.
La diosa Brigit era llamada la excelsa, o la alta; protegía a las mujeres jóvenes y a los rebaños, importantísimos para las sociedades ganaderas y transhumantes, y se simbolizaba con una antorcha encendida. El fuego sagrado era una llamada al sol, para que después del período invernal, calentara con fuerza la tierra. Era también protectora de los bardos y sanadora, y a ella se consagraban los pozos sagrados. La fiesta se celebraba encendiendo hogueras en colinas y pueyos, se fabricaban cirios con grasa de animales y los hombres de las aldeas hacían con paja unas muñecas llamadas brides que luego ofrecían a las mujeres. Estas las introducían en las casas y acostaban las figuras en canastos de paja al lado del fuego del hogar.
Con la llegada de los monjes cristianos, en las islas británicas se identificó a la diosa Brigit con Brígida, e Irlanda la hizo su santa patrona. Las más variadas tradiciones se tejieron en torno de Santa Brígida, que vivió -si realmente fue un personaje histórico- entre el año 450 y el 523. Su propio tío, que dicen llegó a vivir ciento ochenta años, escribió una vida de la santa, a la que, decían, la habían educado los druidas. Las leyendas que rodean a la que se ha llamado María de Irlanda la relacionan claramente con la diosa Brigit. Por ejemplo, se cuenta que podía ordeñar a la misma vaca cuantas veces lo necesitaba para dar de comer a los hambrientos, y nunca se agotaba la leche de las ubres del animal (se la representa con una vaca a sus pies). Pastoreando sus ovejas, la sorprendió una tormenta y tendió sus ropas en el aire, sobre un rayo de sol. También cuentan que convirtió el agua en cerveza, que multiplicó el tocino para dar de comer a huéspedes inesperados y que desvió el curso de los ríos. Fundó el Monasterio de Kildare, o Cill Dara. En este lugar iniciático ardía permanentemente una antorcha, y estaba al cuidado de diecinueve vírgenes. Los hombres tenían prohibida su entrada, hasta el siglo XIII cuando la iglesia católica terminó con esta situación. En los años sesenta, la evidencia del origen pagano de Brígida hizo que el Vaticano dejara como único patrono de Irlanda a San Patricio.
Para los pueblos del norte de Europa, la fiesta es en honor de las llamadas Disir, espíritus de todas las mujeres antepasadas de cada familia. En la fiesta de Disablot, en las casas se encienden todas las luces y se prenden multitud de velas. Las Disir regresan entonces del mundo de los muertos para proteger a sus familias vivas y asegurar la continuidad de la estirpe.
Ahora bien, de una manera u otra, el carácter sagrado de estas fechas fue igualmente asumido por la iglesia católica, que aún en la actualidad celebra la fiesta de la purificación de la Virgen, justo cuarenta días después del nacimiento de Cristo en el solsticio invernal. Es también una fiesta en la que la luz tiene su protagonismo, la Candelaria. Durante la Edad Media las gentes hacían procesiones por los caminos y campos con los cirios encendidos y bendecidos en las iglesias, que adquirían poder sagrado contra el demonio y las brujas. Esta vieja costumbre, condenada en Inglaterra durante la reforma luterana, aún permaneció durante mucho tiempo, y las procesiones y bendiciones de las candelas siguen haciéndose dentro de las iglesias. Tanto es así que en algunos pueblos de las montañas de Aragón las velas de la Candelaria aún se encienden durante las noches de tormenta para proteger casas y cosechas de los rayos.
La Candelaria es posiblemente la fiesta que sustituyó a las Lupercalias que celebraban los romanos a mediados del mes de febrero en honor a la loba -lupa, nombre que aún se utiliza en aragonés- que amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma. De nuevo, como en el caso de la diosa Brigit, la leche. La fiesta romana incluía también el culto al dios Pan, o Luperco, o Fauno... y consistía en que los jóvenes -los luperci-, vestidos sólo con pieles de cabra, bailaban y azotaban con palos la tierra y la vegetación, en medio de desfiles de antorchas, rituales por los que aseguraban la fertilización de la naturaleza. Esto lo hacían dos semanas después del uno de febrero, las Calendas, cuando la diosa Juno ataviada con cuernos de cabra, escudo y lanza, recibía de manos de las vírgenes panes de centeno. Era el tiempo de la purificación que anunciaba los ritos de la fertilidad de las Lupercalia.
En relación con la coincidencia de las fiestas cristianas, recordemos que para la iglesia ortodoxa el nacimiento de Cristo se fijaba en el día seis de enero, por lo que la fiesta de la purificación correspondía a mediados de febrero. De todas formas, ahí quedan los Carnavales y el día de San Valentín como prueba inequívoca de la influencia de aquellos antiguos ritos paganos propiciadores de la fertilidad y del nacimiento de un nuevo ciclo de la vida.
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