¿ POR QUÉ LOS HOMBRES TIENEN TETILLAS?
Vamos, ¿no te hicistes esa pregunta alguna vez mientras te asoleaba cual lagarto aburrido en la playa? Yo sí, y la respuesta corta es que los tenemos porque comenzamos como mujeres.
Ya sé que más de un machista odiará escucharlo, pero el diseño original de un feto es femenino, en las primeras etapas del feto todos somos mujeres. Todos comenzamos como una bola de células que de forma rápida se diferencian y se convierten en las partes del cuerpo. A las cinco semanas de gestación, el feto ya tiene un tubo neural que eventualmente se convierte en la espina dorsal, pero aparte de eso, todos lucimos como una goma de mascar bastante masticada.
Pero para la sexta semana de de gestación (¿se acuerdan del dia sexto del genesis de la biblia?), se delinean los ojos, los brazos, las piernas y el rostro, y bueh… una cola, sí, de mono, pero no se asusten, que como habrá notado al tocarse, luego del susto, la perdemos luego. Ese es un resabio de nuestro pasado simiesco. Y para esta semana también el feto comienzan a aparecer las ropas que nos vestirán de un género o de otro. Si el feto tiene el cromosoma Y, y la testosterona convertirá los capullos de los órganos sexuales en pruebas, que luego de más testosterona se convertirán en un pene. Pero los fetos femeninos no son meneados con testosterona, así que permanecen fieles al diseño original que llama a los ovarios y a la vagina.
Pero para el asunto que nos concierne, sucede que los pechos y los pezones ya están en su lugar antes de que la testosterona aparezca y comience a moldear los órganos masculinos. En otras palabras, los hombres tienen pechos y pezones porque ya los tenían antes de volverse masculinos, o sea… de cuando éramos mujeres.
¿Pero por qué la evolución no quitó esas partes femeninas sin uso ni sentido en el hombre? Simplemente, porque la evolución no elimina los pedazos y piezas físicas innecesarias. Para ser eliminadas deberían ser una carga, o molestar para la supervivencia y para la reproducción. Ya que no hay un costo calórico extra para los hombre por tener pezones, no hay razón por la cual la evolución los borre.
Los pechos masculinos son una buena lección de cómo funciona la evolución. La selección natural elige a favor o en contra de partes del cuerpo, pero no hay un plan maestro que sea dirigido para construir la criatura perfecta. Los hombres tenemos pechos y pezones, las mujeres pelo facial, y todos nos paramos frente a los espejos preguntándonos por qué.
PARA LOS QUE LES FASCINA SENTIRSE OLOROSOS...
Resulta que el olor corporal de un ser humano no depende tanto de él mismo, sino de quien lo huela, según un estudio de científicos estadounidenses.
En el estudio, publicado el domingo en Nature, se explica por qué el mismo hombre sudoroso puede oler a vainilla para algunos, como orina para otros y para otro tanto no tener olor en absoluto, según consuman o no productos carnicos.
“Esta es la primera vez que un receptor oloroso humano es asociado con cómo experimentamos los olores”, dijo Hiroaki Matsunami a Reuters, de la Duke University en North Carolina. Al parecer todo depende de un único receptor oloroso llamado OR7D4. Matsunami y sus colegas de la Rockefeller University en New York se centraron la feromona androstenona presente tanto en el sudor de hombres como de mujeres, si bien en mayor concentración en los hombres. La androstenona actúa como una señal química que modifica el humor o los niveles hormonales para favorecer las relaciones de pareja. Incluso se especula con que esta feromona modifique los estados de ánimo.
“Es bien sabido que la gente tiene percepciones diferentes de la androstenona. Pero la gente nunca supo cual era la base para eso”, dijo Matsunami.
Pera poder descubrir la razón, los investigadores del laboratorio de Matsunami, probaron 400 receptores conocidos, según su respuesta a 66 olores. Luego combinaron estos resultados con la experiencia de más de 300 voluntarios a quienes les pidieron que olieran esos 66 aromas en diferentes concentraciones. A los participantes se les preguntó cómo los percibían, si eran aromas agradables y cuál era la intensidad de cada fragancia. Después les tomaron una muestra de sangre para aislar su ADN, a partir del cual secuenciaron el gen que codifica al receptor de OR7D4. De esa forma, pudieron comprobar cómo las variaciones en ese gen dirigían la sensibilidad al olor del sudor.
Algunos encontraban el olor agradable, otros desagradable e incluso para un grupo era neutra. «El olor puede ser un signo social muy importante pero también lo que es llamativo para algunos, para otros pasa desapercibido», explicó Andreas Keller, de la Universidad Rockefeller.
Podemos aprender .... Las ardillas suelen hacer que la gente emita un “ahhh” cuando las ve, y sí, son simpáticas, no se lo puede negar. Ahora se descubrió que son muy inteligentes y astutas. La bióloga Barbara Clucas, experta en comportamiento animal, vio cómo una ardilla se lamía a sí misma para luego pegarse partes de piel de serpiente en su propio cuerpo. La ardilla antes había masticado esa piel, dejada por una cascabel que había cambiado de piel. Luego de masticarla y de lamerse su propio pelaje, se la pegó en los lados, la cola, detrás de las orejas. ( National Geografic).
Desde ese día, en 2002, Clucas estudió ese comportamiento de las ardillas. Y resultó que lo hacían para impregnarse del olor de la serpiente, y así evitar ser atacadas por otros predadores, ya que el olor persuadiría a otros predadores de que en la zona hay una serpiente cascabel y no una ardillita astuta: “Por lo que sabemos este es el primer caso donde esta idea es probada sistemáticamente y demostró que tiene una función anti predadores para proteger a las ardillas de las cascabeles”, dijo Clucas. Ya saben esto.....antes que el destino nos alcance....
Vamos, ¿no te hicistes esa pregunta alguna vez mientras te asoleaba cual lagarto aburrido en la playa? Yo sí, y la respuesta corta es que los tenemos porque comenzamos como mujeres.
Ya sé que más de un machista odiará escucharlo, pero el diseño original de un feto es femenino, en las primeras etapas del feto todos somos mujeres. Todos comenzamos como una bola de células que de forma rápida se diferencian y se convierten en las partes del cuerpo. A las cinco semanas de gestación, el feto ya tiene un tubo neural que eventualmente se convierte en la espina dorsal, pero aparte de eso, todos lucimos como una goma de mascar bastante masticada.
Pero para la sexta semana de de gestación (¿se acuerdan del dia sexto del genesis de la biblia?), se delinean los ojos, los brazos, las piernas y el rostro, y bueh… una cola, sí, de mono, pero no se asusten, que como habrá notado al tocarse, luego del susto, la perdemos luego. Ese es un resabio de nuestro pasado simiesco. Y para esta semana también el feto comienzan a aparecer las ropas que nos vestirán de un género o de otro. Si el feto tiene el cromosoma Y, y la testosterona convertirá los capullos de los órganos sexuales en pruebas, que luego de más testosterona se convertirán en un pene. Pero los fetos femeninos no son meneados con testosterona, así que permanecen fieles al diseño original que llama a los ovarios y a la vagina.
Pero para el asunto que nos concierne, sucede que los pechos y los pezones ya están en su lugar antes de que la testosterona aparezca y comience a moldear los órganos masculinos. En otras palabras, los hombres tienen pechos y pezones porque ya los tenían antes de volverse masculinos, o sea… de cuando éramos mujeres.
¿Pero por qué la evolución no quitó esas partes femeninas sin uso ni sentido en el hombre? Simplemente, porque la evolución no elimina los pedazos y piezas físicas innecesarias. Para ser eliminadas deberían ser una carga, o molestar para la supervivencia y para la reproducción. Ya que no hay un costo calórico extra para los hombre por tener pezones, no hay razón por la cual la evolución los borre.
Los pechos masculinos son una buena lección de cómo funciona la evolución. La selección natural elige a favor o en contra de partes del cuerpo, pero no hay un plan maestro que sea dirigido para construir la criatura perfecta. Los hombres tenemos pechos y pezones, las mujeres pelo facial, y todos nos paramos frente a los espejos preguntándonos por qué.
PARA LOS QUE LES FASCINA SENTIRSE OLOROSOS...
Resulta que el olor corporal de un ser humano no depende tanto de él mismo, sino de quien lo huela, según un estudio de científicos estadounidenses.
En el estudio, publicado el domingo en Nature, se explica por qué el mismo hombre sudoroso puede oler a vainilla para algunos, como orina para otros y para otro tanto no tener olor en absoluto, según consuman o no productos carnicos.
“Esta es la primera vez que un receptor oloroso humano es asociado con cómo experimentamos los olores”, dijo Hiroaki Matsunami a Reuters, de la Duke University en North Carolina. Al parecer todo depende de un único receptor oloroso llamado OR7D4. Matsunami y sus colegas de la Rockefeller University en New York se centraron la feromona androstenona presente tanto en el sudor de hombres como de mujeres, si bien en mayor concentración en los hombres. La androstenona actúa como una señal química que modifica el humor o los niveles hormonales para favorecer las relaciones de pareja. Incluso se especula con que esta feromona modifique los estados de ánimo.
“Es bien sabido que la gente tiene percepciones diferentes de la androstenona. Pero la gente nunca supo cual era la base para eso”, dijo Matsunami.
Pera poder descubrir la razón, los investigadores del laboratorio de Matsunami, probaron 400 receptores conocidos, según su respuesta a 66 olores. Luego combinaron estos resultados con la experiencia de más de 300 voluntarios a quienes les pidieron que olieran esos 66 aromas en diferentes concentraciones. A los participantes se les preguntó cómo los percibían, si eran aromas agradables y cuál era la intensidad de cada fragancia. Después les tomaron una muestra de sangre para aislar su ADN, a partir del cual secuenciaron el gen que codifica al receptor de OR7D4. De esa forma, pudieron comprobar cómo las variaciones en ese gen dirigían la sensibilidad al olor del sudor.
Algunos encontraban el olor agradable, otros desagradable e incluso para un grupo era neutra. «El olor puede ser un signo social muy importante pero también lo que es llamativo para algunos, para otros pasa desapercibido», explicó Andreas Keller, de la Universidad Rockefeller.
Podemos aprender .... Las ardillas suelen hacer que la gente emita un “ahhh” cuando las ve, y sí, son simpáticas, no se lo puede negar. Ahora se descubrió que son muy inteligentes y astutas. La bióloga Barbara Clucas, experta en comportamiento animal, vio cómo una ardilla se lamía a sí misma para luego pegarse partes de piel de serpiente en su propio cuerpo. La ardilla antes había masticado esa piel, dejada por una cascabel que había cambiado de piel. Luego de masticarla y de lamerse su propio pelaje, se la pegó en los lados, la cola, detrás de las orejas. ( National Geografic).
Desde ese día, en 2002, Clucas estudió ese comportamiento de las ardillas. Y resultó que lo hacían para impregnarse del olor de la serpiente, y así evitar ser atacadas por otros predadores, ya que el olor persuadiría a otros predadores de que en la zona hay una serpiente cascabel y no una ardillita astuta: “Por lo que sabemos este es el primer caso donde esta idea es probada sistemáticamente y demostró que tiene una función anti predadores para proteger a las ardillas de las cascabeles”, dijo Clucas. Ya saben esto.....antes que el destino nos alcance....
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