Los 24 filamentos del ADN consisten en 12 filamentos físicos y 12 espirituales. Tanto las tradiciones espirituales antiguas como los modernos metafísicos enseñan que el ADN contiene nuestra conexión con el Plan Original Divino. La Activación del ADN hasta el filamento 24 (12 espirituales y 12 físicos) está siendo ofrecida ahora desde los reinos espirituales a toda la humanidad. Nuestro ADN, al contener el plan maestro de quiénes somos, así como nuestro propósito de vida y nuestro potencial Divino, encierra la información codificada referente tanto a nuestro linaje físico como al espiritual. La mayor parte de los seres humanos sólo están usando entre el 5% y el 10% de su capacidad cerebral. Esta Activación es hoy en día el instrumento más esencial para alinearnos con el propósito de nuestra vida.
Algunos beneficios de la Activación:
- Trae y sostiene (da cabida a) más luz en el cuerpo físico
- Nos da mas poder
- Nos hace capaces de tener más energía
- Trae más claridad a nuestra vida
- Fortalece el sistema inmunológico
- Libera los patrones inconscientes almacenados en el cuerpo físico
- Hace posible una mayor utilización de nuestra capacidad cerebral
- Crea una mayor abertura para una conexión progresiva con nuestro Ser Superior
- Nos libera de muchos patrones (pautas) genéticos/kármicos individuales y familiares
El ADN tiene dos filamentos que contiene los códigos genéticos para nuestro ambiente natural. Hay otros filamentos inactivos que corresponden a nuestro ambiente espiritual. Son estos filamentos latentes que contienen conexiones a nuestro propósito de vida, conexión a la Fuente, auto-poder y los rasgos que afectan nuestro cuerpo físico a través de nuestro linaje espiritual.
La Activación de ADN es cirugía etérica. La capa etérica de nuestro cuerpo contiene el poder de la voluntad – La Voluntad del Espiritu, La Voluntad del Universo, y Tu Propia Voluntad. Para completar la Activación, la capa etérica sobre la columna se abre y se llena de luz 12 "codons" con el mineral de una varita. Esto activa 22 de los 24 filamentos. Los últimos dos filamentos son activados cuando se entra en el undécimo codon y se ilumina las conexiones del Pasado y Presente a nuestro Espíritu, Alma y Cuerpo Físico. Con esto, conectas todo lo que has sido y todo lo que vas a ser con todo lo que eres ahora.
TENER SESENTA EN EL SIGLO XXI
Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años. Es una generación que ha pateado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer.
Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo veinte para dar identidad a una masa de niños desbordados en cuerpos creciditos, que no sabían hasta
entónces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta litaeratura rioplatense le dio durante
décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas de J.C. Onetti o Roberto Arlt, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso. Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos...algunos ni sueñan con jubilarse.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando su madre sólo podía obedecer, y de ocupar lugares en la sociedad que su madre ni habría soñado con ocupar. Esta mujer pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo y en determinado momento de su juventud en el que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, otras eligieron tener hijos, otras que fueron periodistas, atletas, o crearon su propio "YO S.A.". Pero cada una hizo su voluntad.
Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de sesenta maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escribe, y se ve, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar con sus amigos y les escriben en e-mail sus ideas y vivencias.
Por lo general están satisfechas de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; ellos conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona y toma nota, a lo sumo.
La gente grande comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo...Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy la gente de 60, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La gente de 60 de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo...
Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los de sesenta en el siglo XXI.
Imagina que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de U$S 86.400.-
No arrastra tu saldo día a día.
Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día.
¿Qué harías? ¡Retirar hasta el último centavo, por supuesto!
Cada uno de nosotros tiene ese banco.
Su nombre es TIEMPO.
Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos.
Cada noche, este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito.
Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina los saldos del día.
Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya.
No se puede dar marcha atrás.
No existen los giros a cuenta del depósito de mañana.
Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy.
Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su marcha.
Consigue lo máximo en el día.
Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios.
Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana: pregúntale al editor de un semanario.
Para entender el valor de un día: pregúntale a los amantes que esperan encontrarse.
Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo.
Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren.
Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente.
Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpíadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más, si lo compartes con alguien especial.
Ayer es historia.
Mañana es misterio.
Hoy es una dádiva.
Por eso es que se le llama EL PRESENTE.