Científicos de la Universidad de Stanford han desarrollado un método barato para obtener hidrógeno a partir de agua y de luz, una técnica que podría allanar el camino para lograr el combustible más prometedor del futuro.
Los investigadores de Stanford describieron en la revista Science su método para generar el hidrógeno, que es distinto a su producción a partir de gas natural, considerado hasta hace poco el método más barato.
Mediante este método uno de los combustibles más prometedores podría ser producido en grandes cantidades a partir de agua y sol, casi como por medio de fotosíntesis artificial.
Hoy por hoy, el hidrógeno es caro de producir. La única manera de extraerlo del agua es por medio de la llamada electrólisis, que separa el hidrógeno del oxígeno mediante una corriente eléctrica. Esta corriente eléctrica podría provenir de células solares, pero el proceso de electrólisis solar es caro y su rendimiento es muy bajo.
Una forma de obtener hidrógeno aprovechando la luz solar es por medio de un panel solar que genere electricidad, de tal forma que luego se utilice esa electricidad para alimentar un electrolizador comercial que divida el agua en hidrógeno y oxígeno. Pero la combinación de panel solar y electrolizador en un solo dispositivo puede ser más barato y más eficiente. Los electrones, que se generan cuando la luz golpea un material fotovoltaico, podrían facilitar las reacciones químicas, y el costo de una máquina seguramente sería menor que el costo de dos aparatos.
Para que este método se haga realidad el siguiente paso sería garantizar que las células solares tengan una vida útil de al menos cinco años.--
Pinturas rupestres revelan una visión del Cosmos de hace 6.000 años
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tennessee en Knoxville ha descubierto en los montes Apalaches unas antiquísimas pinturas rupestres de unos 6.000 años de antigüedad. Los científicos creen que estos dibujos, de los que aún pueden aparecer muchos más, están colocados estratégicamente para revelar un rompecabezas cosmológico, la visión que los pueblos de la época tenían el mundo y el cielo.
La investigación, liderada por Jan Simek, profesor de ciencia en Knosville, se publica en la revista Antiquity. Los científicos proponen que el arte rupestre cambió el paisaje natural para reflejar su mundo conceptual.
Simek y su equipo analizaron 44 sitios de arte rupestre al aire libre y 50 cuevas también con pinturas en la Meseta de Cumberland utilizando herramientas no destructivas, de alta tecnología, como un escáner láser de alta resolución. A través del análisis de las representaciones, los colores y la organización espacial, descubrieron que los sitios imitaban los principios cosmológicos de los nativos del sudeste. «Las divisiones cosmológicas del universo fueron asignadas en el paisaje físico usando el relieve de la Meseta de Cumberland como un lienzo topográfico», explica el antropólogo.
El «mundo superior» incluye los cuerpos celestes y las fuerzas climáticas personificados en personajes míticos que ejercen influencia sobre la situación humana. Sobre todo los sitios de arte al aire libre ubicados en elevaciones altas tocadas por el sol y las estrellas tienen estas imágenes. Muchas están dibujadas en el color rojo, que se asociaba con la vida.
El «mundo intermedio» representa el mundo natural. Contiene imágenes de algunas personas, plantas y animales, algunas expuestas en las paredes de las cavernas y otras al aire libre.
El «mundo inferior» se caracteriza por la oscuridad y el peligro, y se asocia con la muerte, la transformación y la renovación. Estas pinturas se encuentran principalmente en cuevas, donde hay personajes de otro mundo, serpientes y perros sobrenaturales que acompañaban a los seres humanos muertos en el camino de las almas. La inclusión de criaturas como las aves y los peces que podrían atravesar las tres capas, representa la creencia de que los límites eran permeables. Muchas de estas imágenes se representan en el color negro, asociado con la muerte.
«Este universo en capas era el escenario de una serie de actores que incluían héroes, monstruos y criaturas que podían cruzar entre los niveles», explica Simek. Curiosamente, las armas rara vez se representaban.
El investigador cree que lo más impresionante de estos descubrimientos es la escala de las representaciones, teniendo en cuenta que la meseta de Cumberland era un lugar sagrado, que abarca cientos de kilómetros, en la que los sitios individuales eran solo partes de un todo conceptual más grande.
Origen de la Humanidad
Desde el principio de los tiempos, el hombre ha elevado los ojos al Cielo en busca de guía divina, de inspiración, de ayuda en épocas difíciles. Desde el principio, aún cuando la Tierra se había separado del "Cielo" en el momento de ser creada, el Cielo y la Tierra siguieron encontrándose siempre en el horizonte. Y fue allí, en el horizonte, mientras el hombre miraba a la distancia, al amanecer o al ocaso, donde pudo ver las huestes celestiales.
El Cielo y la Tierra se encuentran en el horizonte, y a los conocimientos que se basan en la observación de los cielos y en los movimientos celestes se les llamó: Astronomía.
Desde tiempos remotos, el hombre sabía que sus creadores habían llegado de los cielos, les llamaban anunnakis, literalmente: "aquellos que del Cielo a la Tierra vinieron". Su verdadero hogar estaba en los cielos. El hombre siempre lo supo: "Padre nuestro que estás en el Cielo" supo decir el hombre. Pero el hombre también sabía que a aquellos anunnakis que habían venido y se habían quedado en la Tierra se les podía dar culto en los templos.
El hombre y sus dioses se encontraban en los templos, y a los conocimientos, rituales, y creencias resultantes se les llamó: "Religión".
El "centro de culto" más importante, el "ombligo de la Tierra" era la ciudad de Enlil, en lo que sería más tarde Sumer. Centro religioso, filosófico y real, esa ciudad, Nippur, era el Centro de Control de Misiones; y a su Santo de los Santos, donde se guardaban las Tablillas de los Destinos, se les llamó DUR.AN.KI (Enlace Cielo-Tierra).
Y desde entonces, en todos los tiempos, en todos los lugares y en todas las religiones, a los lugares de culto se les llama templos, a pesar de todos los cambios que éstos, la humanidad y las religiones han afrontado, y han seguido siendo el "Enlace Cielo-Tierra".
Siempre hay una primera vez. En el capítulo 6 del 2do libro de la serie "Crónicas de la Tierra", titulado "La Escalera al Cielo", Zecharia Sitchin nos cuenta del primer ser humano que hizo la función de delator, tomado del antiguo Libro de los Jubileos:
"El Génesis cuenta que antes del Diluvio los hijos de los dioses vieron que las hijas de los hombres eran bellas y tomaron como mujeres todas las que más les agradaban... Dios se arrepintió de haber hecho a los hombres... y Dios dijo: haré que los hombres desaparezcan de la faz de la Tierra.
Según el Libro de los Jubileos, Enoc desempeñó algún tipo de papel en ese cambio de actitud del Señor, pues "testificó sobre los observadores que habían pecado con las hijas de los hombres; él testificó contra todos". Y fue para protegerlo de la venganza de los Ángeles del Señor pecadores que él fue retirado de entre los hijos del hombre y llevado al Jardín del Edén. Específicamente mencionado como uno de los cuatro lugares de Dios en la Tierra, el Jardín del Edén fue el lugar donde Enoc se escondió y escribió su Testamento."
Esta es la referencia más antigua de una delación. En este caso el famoso Enoc le fue con el chisme de primera mano a Enlil Yahveh, "El Señor del Mandato" en el planeta Tierra, sobre algo que "El Señor" ya sospechaba: la promiscuidad sexual entre los "dioses", los nefilim (anunnakis) y las hijas de los hombres.
Los anunnakis al descubrir la compatibilidad genética y sexual con los nuevos híbridos, los humanos, y ver que las hembras humanas eran hermosas y apetecibles, las seleccionaban inicialmente como compañeras sexuales y posteriormente las tomaban como esposas oficiales en la Tierra.
¿Qué habrá motivado a Enoc no solo a servir de soplón en el oído de Enlil, sino hasta testificar posiblemente en algún tipo de juicio?
En primer lugar con las delaciones se ganaba el favor del "Dios" principal, lo que le aseguró incluso la residencia en el Jardín del Edén y probablemente su ascenso a "los cielos", a la morada original de los nefilim: el 12 Planeta. Enoc tuvo que ser exiliado no solo como premio, sino para salvarlo de que los acusados se la cobraran por soplón. Fue el primer "testigo protegido" de la historia.
En segundo lugar, probablemente también lo motivó la envidia hacia los anunnakis que tenían la posibilidad de escoger las mejores humanas para sí, de las que quedaban excluidos los demás terrestres. Era un gran honor para una mujer humana ser seleccionada por un "dios" y tener la posibilidad de tener un hijo semi-dios, de un linaje superior.
Esta mala costumbre de delatar a sus semejantes lamentablemente el hombre la ha conservado y desarrollado durante los pasados milenios hasta nuestros días. Los súbditos han delatado a sus iguales ante faraones, reyes, emperadores, zares, jefes de tribus, etc; y más recientemente ante presidentes y dictadores.
El colmo de esta sucia práctica fue su institucionalización en Cuba, cuando el dictador Fidel Castro la hizo oficial y obligatoria creando los "Comités de Defensa de la Revolución" el 28 de septiembre del año 1960, con el objetivo de la vigilancia y delación de la población, cuadra por cuadra, nombrando delatores oficiales (apoyados por otros encubiertos) para conocer la vida y milagro de cada ciudadano y así prevenir cualquier intento de oposición al Gobierno.
Los holocaustos en la historia de la Humanidad. |
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Las definiciones oficiales más descriptivas del término "Holocausto" son: genocidio o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos de raza o religión, gran matanza de personas que tiene como fin exterminar un grupo social.
Cuando se habla de Holocausto, lo que viene a la mente es la matanza llevada a cabo en Europa por los nazis contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en la historia de la Humanidad han ocurrido otros holocaustos, incluso algunos más importantes que ese.
El primero del que se tiene noticia ocurrió hace aproximadamente 13,000 años y es conocido como el Diluvio Universal. La Biblia cuenta que Dios, cansado de la Humanidad, decidió exterminarla con un diluvio que arrasara con todo lo viviente. Pero la realidad es que el "dios" al que se le atribuye este genocidio (Enlil - Yahvéh) no fue el causante de este evento natural indetenible, pero si pudo haber al menos intentado salvar la mayor cantidad de personas posible; por el contrario, decidió y exigió a los demás anunnakis, bajo juramento, que le ocultaran la información a la Humanidad, para que pereciera por completo bajo las aguas. Este holocausto no solo fue el primero, sino el más cruel y de mayores proporciones.
El segundo gran Holocausto que sufrió la Humanidad, otra vez a manos de los "dioses", fue en el año 2,024 a.C., cuando ocurrieron en nuestro planeta las primeras explosiones nucleares detonadas por los anunnakis con el fin de destruir el Espaciopuerto y las ciudades "pecadoras" cananeas. Los vientos llevaron la nube radiactiva a Sumer, miles de humanos inocentes terminaron con una muerte terrible, los animales perecieron, el agua quedó envenenada, la tierra se hizo estéril. Sumer y su gran civilización yacieron postrados.
El tercer holocausto ocurrió alrededor del año 1,445 a.C., durante el éxodo del pueblo judío desde Egipto hacia la tierra prometida, liderados por Moisés y guiados por "Dios".
Estando Moisés reunido con "Dios" por varios días, y viendo el pueblo judío que su líder no regresaba, recopilaron todo el oro posible y construyeron un becerro para adorarlo. Al percatarse "El Señor" del "sacrilegio" mandó a Moisés de vuelta al campamento, quien al ver el becerro de oro se enfureció, rompió las tablas de la ley que traía escritas por "Dios" y mandó a asesinar a 3,000 israelitas en represalia por el desliz cometido (Éxodo 32:25, 32:26, 32:27, 32:28, 32:29). Palabras textuales de Moisés: "Así dice Yahveh, el Dios de Israel: cíñase cada uno su espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente."
En la historia de la Humanidad han ocurrido grandes matanzas de personas, pero una cosa bien diferente son las muertes ocasionadas por las guerras en los campos de batalla, donde los soldados luchan por su propia voluntad, regidos por ideales, principios, ambiciones, un salario, sed de conquista y poder, u otros objetivos, como es el caso de los 23 millones de muertos rusos en la 2da Guerra Mundial, situación bien diferente de los 6 millones de judios asesinados en los campos de concentración nazis por su origen étnico.
Cuando uno se estudia los libros de Zecharia Sitchin sobre la historia de este planeta y la creación y desarrollo de la Humanidad, es cuando comprende que todo se ha tratado desde el principio de la rivalidad entre dos hermanos: Enlil (Yavéh) y Enki (Ea, Ptah, Jehová). El primero, hijo de Anu con su esposa, fue líder supremo de los anunnakis en la Tierra y tuvo bajo su mando la zona del Medio Oriente. El segundo, Ea, hijo primogénito de Anu con una concubina, tuvo a su cargo el continente africano. Ambos rivalizaron durante milenios por el poder y promovieron ellos mismos, o a través de sus hijos y nietos, cruentas guerras protagonizadas por los humanos como marionetas.
El episodio del Éxodo se trató de la liberación de los súbditos de Enlil-Yahvé de los dominios de Enki-Ptah, aunque el genocidio de los 3,000 judíos fue por la mano de su propio líder y en nombre de su propio "dios".
El Holocausto de los judíos en la Segunda Guerra Mundial (el pueblo elegido por Yahvéh) fue a manos de los nazis, quienes proclamaban la superioridad de la raza aria y la eliminación de otras razas catalogadas por ellos como "inferiores". Los arios se caracterizan por ser altos, de piel muy blanca, rubios, de ojos azules y teóricamente superiores en inteligencia al promedio. Es curioso que esta descripción es casi igual a la que se hace de Noé, el héroe del Diluvio e hijo de Enki:
"cuando el bebé (Noé) nació, había algo de raro:
Su cuerpo era blanco como la nieve y rojo como el desabrochar de una rosa;
Sus cabellos y largos rizos eran blancos como la nieve;
Sus ojos eran bellos.
Cuando él abrió los ojos, iluminó la casa toda como el Sol y la casa quedó muy brillante.
Cuando la partera lo irguió, él abrió la boca y conversó con El Señor de la Justicia."
Esta descripción, unida a la estatura elevada de los anunnakis, nos lleva a la conclusión de que la raza que deseaban desarrollar los nazis, que eran además estudiosos del Ocultismo, la Mitología, la Astrología, la Mística, etc, era la de los descendientes de Enki-Ea y no por gusto se ensañaron con los judíos, el pueblo de Enlil-Yahvéh, y priorizaron su eliminación aún por delante de otras razas más distantes físicamente de los a anunnakis que los judios.
Por último, el segundo mayor Holocausto contra la Humanidad, solo superado por el Diluvio Universal, son las muertes por tratamientos contra el cáncer. Cada año mueren por esta causa más de 7 millones de seres humanos y la cifra va en aumento anualmente, cuando nadie debería de morir de cáncer si se dieran a conocer las 5 leyes biológicas y se comprendiera que los procesos cancerígenos no son enfermedades mortales, sino programas especiales y muy sensatos de la naturaleza.
Hace ya 35 años fueron descubiertas estas leyes y principios biológicos, pero se han logrado mantener ocultos a la opinión pública en beneficio de las enormes ganancias que genera la industria de la Medicina y la Farmacéutica. Se dice que son el segundo negocio más lucrativo, después del narcotráfico.
Es curioso que en Israel estén disminuyendo drásticamente las muertes por cáncer anualmente, mientras en el resto del mundo van en aumento. Todo parece indicar que el pueblo elegido por Yahvéh está aplicando los conocimientos sobre Nueva Medicina Germánica, pero solo para los judíos:
http://stopsecrets.ning.com/profiles/blogs/por-qu-los-jud-os-no-padecen-c-ncer
http://free-news.org/htm/GNM-23.htm
http://www.prensajudia.com/shop/detallenot.asp?notid=11276
Honor para quien honor merece. |
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En las últimas semanas, realizando el trabajo de estructurar las nuevas páginas de la sección dedicada a los libros de Zecharia Sitchin, he aprovechado para leerme detenidamente, y por tercera vez, cada uno de sus libros. Mientras más leo a Sitchin, más me convenzo de su grandeza. Sin duda alguna, Zecharia es uno de los "grandes" que han aportando descubrimientos trascendentales para la humanidad. Y, en este caso, es doblemente importante su trabajo por estar precisamente enfocado en la historia de esta humanidad a la que todos pertenecemos.
Zecharia no fue uno más que planteó alguna teoría sobre nuestros orígenes, fue el que mejor lo hizo, y de la forma mejor documentada y accecible para todo público. Sus escritos son tan detallados y aportan tantas pruebas, evidencias y razonamientos lógicos, que no dejan lugar a dudas.
Últimamente han proliferado los críticos de Zecharia Sitchin. Cualquiera se siente con el derecho de hablar mal de su trabajo, de sus supuestos errores y de poner en duda sus conclusiones. Lo curioso es que mientras más lo atacan, más evidente se hace la veracidad y el gran valor de sus postulados. He comprobado que mientras más potentes son las críticas sobre su obra, más evidente es su desconocimiento sobre ella.
Es común que cuando entrevistan a sus críticos, ellos terminen diciendo que no se acuerdan de alguno de los temas que trató Sitchin en profundidad; y cuando los cuestionan más a fondo, acaben reconociendo que el libro donde se trata ese tema aún no se lo han leído...
A todos esos detractores y críticos les recuerdo que la obra de Zecharia no se reduce a su primer libro: "El Doce Planeta", sino que son 13 volúmenes, y todos son importantes. En cada uno de ellos salió a la luz algún descubrimiento o razonamiento trascendental en el tema de la historia de nuestro planeta y de la humanidad.
Otra gran diferencia entre Sitchin y la mayoría de sus detractores o de los nuevos "especialistas", es que Zecharia en todos sus libros mencionó la fuente de la que tomó alguna referencia o alguna conclusión de alguien que le precedió en el estudio de estos temas. Los nuevos "eruditos" acostumbran a hablar de lo que aprendieron de Sitchin como si fueran descubrimientos o análisis propios. Se presentan en entrevistas y en medios de comunicación planteando los descubrimientos de Sitchin como suyos, y cuando alguien les comenta que esas tesis ya las han leído de su verdadero autor original, acostumbran a demeritar su obra y catalogarlas de "teorías sitchinianas".
- "El presente surge del pasado, el pasado es el futuro".
Zecharia Sitchin
- "Tanto la Biblia Hebrea como el Nuevo Testamento afirman que los secretos del futuro están arraigados en el pasado, que el destino de la Tierra está conectado en los cielos".
Zecharia Sitchin