"Puerta del Sol" en Tiahuanaco con el supuesto dios Wiracocha en el centro, ¿podría ser unAnunnaki?
¿Podría haber existido una relación entre los Anunnaki de Zecharia Sitchin y los habitantes de Tiahuanaco? En la historia del Perú existen extraños relatos y misteriosos restos arqueológicos, que no tienen explicación coherente si los vemos desde el punto de vista de la historia tradicional de la cultura en el Perú. Quizás las líneas de Nazca sean el mejor ejemplo. Pero, existen otros casos menos conocidos y más sorprendentes, como el enigmático sitio arqueológico de Tiahuanako.
Según la historia tradicional, la cultura Tiahuanako se desarrolló en Bolivia, 1,500 años a.C., cerca de la actual ciudad de La Paz. Se expandió hasta el sur del Perú y el Norte de Chile y su apogeo tuvo lugar entre los siglos IV y X de nuestra era. Tiahuanaco se extinguió, misteriosamente, alrededor del siglo XII.
Tiahuanaco duró, desde sus albores, poco más de 2,500 años. Sin embargo, sabemos muy poco de su historia, de sus costumbres y de sus creencias religiosas.
Sólo han llegado hasta nosotros algunos restos arqueológicos que nos hablan de una extraordinaria civilización con sorprendentes técnicas arquitectónicas y desarrollados conocimientos en astronomía e hidráulica.
La historia tradicional no llega aún a explicar como pudieron cortarse tan perfectamente los bloques de piedra de Puma Punku (que presentan diseños geométricos nunca antes vistos en la región), no sabemos con exactitud donde estuvieron situadas las extrañas estatuas que hoy en día arqueólogos y aficionados han repartido, sin mayor criterio, por la zona.
Tampoco sabemos, a ciencia cierta, la antigüedad y el significado de la llamada "Puerta del Sol" y nos seguimos preguntando cuál fue la función del enorme complejo arquitectónico de Kalasasaya.
El enigma cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que, según los historiadores, fueron los habitantes de Tiahuanaco quienes originaron la cultura Inca. La que se convertiría en el mayor imperio conocido en el hemisferio sur.
El padre Cristóbal de Molina nos relata en su crónica: "Ellos dicen que el Creador estaba en Tia-huanacu y que allí estaba su morada principal. De ahí, los magníficos edificios, dignos de admiración, de aquel lugar"
Motivos geométricos tallados con precisión milimétrica en uno de los bloques de piedra de Puma Punku.
El arqueólogo Arthur Posnanky investigó Tiahuanaco por casi 30 años e hizo sorprendentes descubrimientos. En muchos bloques de piedra pulidos, encontró hileras de pequeños agujeros redondos que podrían haber servido para sujetar algo. En 1943, durante una conferencia, Posnanky presentó un bloque de piedra de Tiahuanaco con cinco clavos de oro incrustados en el mismo. Su investigación concluyó que los muros, las cornisas y los pórticos de Tiahuanaco, incluyendo la Puerta del Sol, estuvieron revestidos de oro.
Estos datos son relevantes en cuanto que describen, en detalle, la fisonomía del lugar. Sin embargo, aún seguimos sin saber el objeto de su construcción y su función.
Estas interrogantes encuentran respuesta en la teoría de los extraterrestres que visitaron la Tierra en el pasado. Zecharia Sitchin, el defensor de los dioses extraterrestres Anunnaki, nos presenta una historia alternativa y audaz que hace encajar, sospechosamente, todas las piezas de este rompecabezas. Según sus investigaciones, la antigua Tiahuanaco habría sido erigida a semejanza de la Uruk sumeria, que tuvo muchas de sus construcciones revestidas en oro.
Según Sitchin, estas dos ciudades son obra de los dioses Anunnaki quienes habrían llegado a la Tierra, hace 500 mil años, en búsqueda de oro. Alrededor del 6,000 a.C., luego de diluvio biblico, un grupo de estos extraterrestres se estableció en las orillas del lago Titicaca para explotar el oro de la región. Allí, los Anunnaki habrían desarrollado una increíble civilización basada en la extracción y el procesamiento no sólo de oro sino también de otros metales.
Sitchin afirma que el ornato aurífero con el que se vistió a Tiahuanaco tenía un motivo muy simple: engalanar el lugar para la visita de Anu , el gran regente de NIBIRU en año de 2800 a.n.e , monarca Anunnaki. Anu venía a inspeccionar los lugares de donde se extraía el oro necesario para salvar la atmosfera de su planeta Nibiru. Es más, Kalasasaya habría servido, entre otras cosas, de observatorio astronómico para determinar el regreso a la Tierra del líder de los Anunnaki.
Si los Anunnaki estuvieron en la meseta de Tiahuanaco, deberían haber dejado alguna huella que nos permita, al menos, otorgarle el beneficio de la duda a este increíble relato de Zecharia Sitchin. En la siguiente revisaremos, bajo otra perspectiva, el relato de fundación de la cultura incaica, la extraña relación entre la lengua aymara y la sumeria, y un objeto que podría confirma muchas de estas teorías, la Fuente Magna.
Detalle de la Puerta del Sol, mostrando al supuesto dios Wiracocha, quien podría haber sido unAnunnaki.
Tiahuanaco es uno de los mayores enigmas en la historia del Perú y podría haber existido una relación entre sus habitantes y los Anunnaki. Algunos investigadores señalan que sólo conocemos un 5% de lo que fue su capital y nadie ha podido descifrar su iconografía. Tampoco conocemos la antigüedad exacta de sus principales monumentos, que han sido datados desde el 1,000 a.C. hasta el 15,000 a.n.e.. El caso se complica aún más cuando tomamos en cuenta que fueron los habitantes de esta cultura, tan poco conocida, quienes originaron la cultura pre e Incaica.
Siguiendo con la historia alternativa que proponemos, el paso del diluvio universal (alrededor del 11,000 a.C.), habría dejado al descubierto inmensas cantidades de oro a lo largo de la cordillera de los Andes. Tiahuanaco, según Sitchin, no era un yacimiento sino más bien la capital metalúrgica del continente americano: "En ninguna otra parte del lago hay una meseta llana. En ninguna otra parte hay una laguna cerca que conecte con el resto del lago, haciendo factible el transporte por agua. En ninguna otra parte alrededor del lago hay un lugar como éste, con pasos montañosos en las tres direcciones terrestres, y por el agua hacia el norte. Y en ninguna otra parte estaban tan a mano los preciados metales, oro y plata, cobre y estaño. Tiahuanacu estaba allí porque era el mejor lugar para ser lo que fue: la capital metalúrgica de Sudamérica, del Nuevo Mundo."
Tiahuanaco era, entonces, una instalación Anunnaki para el acopio y procesamiento de los metales de América, y la explotación del oro de la región duró, aproximadamente, desde el 6,000 a.n.e . hasta el 2,000 a.n.e.
Cuando Anu, el líder de los Anunnaki, (alrededor del año 4,000 a.ne..) visitó Tiahuanaco, la región aún tenía oro. Pero, en poco más de 2,000 años, los Anunnaki terminaron, prácticamente, con el precioso mineral de la zona.
Mapa de la zona donde se encuentran los complejos de Tiahuanaco y Puma Punku. (Foto por Google Maps)
Arthur Posnansky ha probado que en Tiahuanaco primero se explotó el oro y el estaño, y posteriormente el bronce y eso concuerda con la teoría de Sitchin. Una vez agotado el oro, Tiahuanaco se convirtió en un centro de producción de estaño, el cual se encontraba en los mismos lugares donde antes se había encontrado oro.
Pero la historia no termina aquí, los habitantes de Tiahuanaco volverían a tener un rol protagónico en la historia del Peru. Siglos después, una nueva intervención Anunnaki, puso otra vez a los Tiahuanaco en el camino del desarrollo, la prosperidad y el ….oro. Esta vez, nada menos que en tierras cuzqueñas, desde donde crearían el imperio más grande del hemisferio sur.
El cronista Garcilaso de la Vega (1539-1611 d.C.) nos cuenta la leyenda de creación de los incas. Manco Cápac y Mama Ocllo por orden de su padre el dios Sol, salieron de las entrañas del Lago Titicaca (en Tiahuanaco) para buscar una tierra propicia donde fundar un imperio. El dios Sol les dio una vara de oro y les dijo que donde esta vara se hundiera sería el lugar indicado para formar su imperio y llevar la civilización a los habitantes de esas tierras. Después de varios intentos a lo largo del camino, la vara se hundió en el cerro Huanacaure, en el Cuzco. Allí se asentó la pareja que daría origen al pueblo Inca.
Algunos elementos de este relato, como la "vara de oro" que indica donde se debía fundar el imperio, han hecho que los historiadores no le otorguen mayor peso histórico al mito recogido por Garcilaso de la Vega. Sin embargo, es justamente esa "vara de oro" la que lleva a Sitchin a proponer otra de sus audaces teorías.
"¿Qué forma tenía y para qué servía esta varita mágica? Uno de los más concienzudos estudios sobre el tema es "Corona incaica", de Juan Larrea. Analizando objetos, leyendas y representaciones pictóricas de los soberanos incas, llegó a la conclusión de que era un hacha, un objeto llamado Yuari, que, cuando se le entregó a Manco Capac, se le dio el nombre de Tupa-Yuari, Hacha Real. Pero, ¿era un arma o una herramienta?…… Así se puso en marcha la civilización andina: dándole al hombre andino un hacha con la cual extraer el oro de los dioses".
Manco Capác según Guamán Poma de Ayala.
Es decir, los Anunnaki se manifestaron de nuevo y ayudaron a sus antiguos aliados de Tiahuanaco, en la búsqueda de tierras y metales. Esta interesante aproximación de Sitchin nos abre la puerta a otra interrogante: ¿existió una relación entre los Anunnaki , que vivieron entre los sumerios, y la culturas del altiplano?...... Es curioso que la lengua de Tiahuanaco sea el Uro o Uru, y que la capital de los sumerios, donde se establecieron los Anunnaki, se llame Uruk.
El filólogo boliviano Emeterio Villamil de Rada (1804-1880), encontró semejanzas notables entre la lengua aymara, hablada en la región de Tiahuanaco, y la lengua sumeria. Sitchin tambien: "Nuestra hipótesis de que el Anaku en el nombre del lugar proviene del término mesopotámico que identificaba al estaño como metal concedido por los Anunnaki evoca un vínculo directo entre Tiahuanacu y el lago Titicaca por un lado y el Oriente Próximo de la antigüedad por otro…la extensión de la presencia sumeria/uru en los Andes se puede percibir en otros detalles, como el hecho de que uru signifique «día» en todas las lenguas andinas, tanto en aymara como en quechua, como en Mesopotamia. Otros términos andinos, como uma/mayu, que es agua, khun, que es rojo, kap, que es mano, enu/ienu, que es ojo, makai, que es golpe, tienen un origen mesopotámico tan evidente que Pablo Patrón (Nouvelles études sur les langues americaines) concluyó que «está claramente demostrado que las lenguas quechua y aymara de los indígenas de Perú tuvieron un origen sumerio-asirio»."
La similitud entre las canoas de juncos del Lago Titicaca y las antiguas embarcaciones egipcias y sumerias es otro indicio de la relación entre los sumerios y los habitantes del Tiahuanaco.
Arriba, detalle de las inscripciones en la parte interior de la Fuente Magna. Abajo, vista lateral de la vasija de piedra.
Otro indicio de la presencia sumeria en el altiplano boliviano es la controvertida "Fuente Magna". Fue encontrada a unos 80 km. de la ciudad de La Paz, por unos campesinos, alrededor de 1958. Esta vasija de piedra con motivos zoomorfos y antropomorfos, tiene una serie de inscripciones que interpelan a los especialistas por su significado y antigüedad. El Dr. Alberto Mancini, la descifró usando los mismos criterios utilizados para descifrar la escritura sumeria. Según los especialistas que han estudiado la vasija, esta fue probablemente hecha por sumerios que se asentaron en Bolivia alrededor del año 2,500 a.n.e.
Por todo lo visto sobre Tiahuanaco: el origen de la cultura Inca, sus dioses, su relación con los metales y sus logros tecnológicos, deben ser vistos a la luz de teorías alternativas a las tradicionales. Veamos cual fue la relación entre los Anunnaki y los grandes trabajadores de oro del Perú antiguo: los Chimúes.
Entrada del castillo de Chavín de Huántar.
La presencia de los Anunnaki en Tiahuanaco fue explicada en la entrega anterior, y deberíamos haber hecho lo mismo con Chavín de Huántar, considerada como la madre de las culturas del Perú pre-hispánico. Sin embargo, nuestras pesquisas nos han llevado a cuestionarnos el origen mismo de la cultura en el Perú y el poblamiento de América. Recientes descubrimientos arqueológicos, nuevas informaciones, y sorprendentes evidencias, ponen en duda las teorías existentes sobre el tema y nos obligan a replantear las hipótesis tradicionales. Estas investigaciones nos indican que el Perú es la cuna de la civilización americana y su desarrollo tuvo lugar en el mismo periodo de tiempo en el que florecieron las culturas más antiguas del mundo.
Las siguientes líneas pueden ser interpretadas a la luz de la presencia de los extraterrestres Anunnaki en América, o como otra teoría alternativa, no necesariamente alienígena, sobre el origen de la cultura en el Perú y en América.
En el Perú, el arte rupestre más antiguo que conocíamos era el de las cuevas de Pikimachay, que datan aproximadamente del 17,500 a.C., pero hace poco se descubrieron las pinturas rupestres de Aija en el departamento de Ancash que datan del 38,000 a.C. De confirmarse lo anterior, todas las teorías sobre el poblamiento de América, que supuestamente tuvo lugar alrededor de 30,000 a.C., tendrían que ser revisadas. Es más, el Perú podría ser considerado como la cuna del hombre moderno.
Según el descubridor de las pinturas rupestres de Aija, Alejo Mejía Antúnez, una de las figuras representadas muestra un "hermoso diseño de un rostro humano primitivo".
¿Un hermoso diseño de un rostro humano primitivo hace 40,000 años? Resultaría muy extraño pues la descripción no corresponde con la fisonomía de los Neandertales ni Cromañones que supuestamente poblaban la Tierra en ese momento y que no tenían nada de "hermosos".
Pero eso no es todo, las evidencias que indican que las teorías sobre el origen de la cultura en América deben ser revisadas, son abrumadoras.
En Sechín, ubicado en la misma región que Chavín de Huántar y Aija, se encuentran restos de una cultura que trabajó la piedra con esmero y que construyó importantes monumentos, que datan del 3,500 a.C. Es decir, la cultura Sechín se desarrolló casi al mismo tiempo que la cultura sumeria en Mesopotamia y es, hasta el momento, la más antigua de América.
Entrada del centro ceremonial de Sechín.
Sechín está dividido en dos secciones: Sechín Alto y Sechín Bajo. Según los descubrimientos hechos por el equipo que lidera el arqueólogo Peter Fuchs, una de las ruinas de Sechín Bajo, llamada "El Chankillo", que data del 3000 a.n.e., sería un observatorio astronómico pues sus 13 torres habrían servido para indicar los equinoccios y los solsticios.
Entre los diferentes restos arqueológicos encontrados en el lugar, se encuentra una plaza cercada por grandes piedras donde han sido representados guerreros en combate y aparentes sacrificios humanos. Los arqueólogos no saben con exactitud si el lugar se creó para dar testimonio de una sangrienta lucha entre grupos rivales o si fue más bien un lugar donde se llevaron a cabo experimentos médicos.
Las dos teorías pueden ser ciertas pero eso no es lo más importante. Lo sorprendente es que los guerreros representados en las piedras llevan una indumentaria atípica de la región andina: sus gorros se parecen a los usados para representar a los guerreros en la iconografía egipcia y sumeria, y sus rasgos físicos no corresponden al biotipo andino sino más bien al de pueblos de origen indo-europeo como los Hititas o los Casitas.
¿Cómo es posible que en Sechín encontremos representaciones humanas con rasgos de pueblos de origen indo-europeo?
Revisemos las teorias tradicionales sobre el nacimiento y evolución de la cultura en el Perú.
La hipótesis más aceptada sobre el origen de la cultura en el Perú es la propuesta por Julio C. Tello. Según Tello, la cultura llegó al Perú por la selva, se expandió hacia la sierra para terminar estableciendo en la costa. Esta teoría ha sido puesta en duda por los trabajos de la arqueóloga Ruth Sadhy en Caral. Esta cultura prosperó mil años antes Chavín de Huántar, hacia el año 2,500 a.n.e.
Para los arqueólogos, Caral es un "embrión de ciudad" y se desarrolló en una región situada entre la costa pacifica y el inicio de las altitudes andinas. Nos parece entonces lógico deducir que la civilización se desplazó pasó de la costa del Perú hacia la sierra y luego a la selva.
Caral, una de las primeras civilizaciones del continente americano.
Reflexionemos sobre este punto: para un nómade, cazador y recolector, paleolítico americano, la selva debía ser algo así como un paraíso en la Tierra. Tenía a su alcance peces de río, frutos de los árboles y ricas raíces. No necesitaba más para subsistir.
Entonces, ¿por qué aventurarse a las alturas andinas donde no casi no existe vegetación ni fruto alguno y el clima es rudo e inclemente?
Esto no parece tener mucho sentido. Es más lógico salir de una tierra que no ofrece tantas posibilidades para la subsistencia , como el desierto costeño, y dirigirse hacia otra mucho más rica en recursos, como la selva. Esta idea tiene aún más sentido si consideramos que es más fácil controlar el agua de los ríos altiplánicos que las aguas del Océano Pacifico.
Esta nueva teoría del desplazamiento de la civilización en el Peru, nos permite comprender mejor a la cultura Chavín de Huántar, cuyos inicios se remontan alrededor de 1,000 años a.n.e.
¿Qué podemos decir sobre Chavín?
Ante todo, es evidente desde un punto de vista iconográfico y arquitectónico, que Chavín tuvo una influencia directa de los forjadores de la cultura Sechín. Esto se confirma con las excavaciones y dataciones hechas por los arqueólogos. Hoy sabemos que Sechín es más antigua que Chavín.
Arqueólogos e historiadores afirman que Chavín es un centro de peregrinación, que era visitado por gente de la costa, la sierra y la selva. La cultura que allí se desarrolló, fue basada en un gobierno teocrático e influenció todas las otras culturas pre-incas de la época. Es el llamado "primer horizonte cultural" peruano. Las culturas Nazca y Paracas serían expresiones derivadas de esta cultura en la costa peruana. Las deidades zoomorfas y antropomorfas de Chavín son objeto de todo tipo de especulaciones desde hace siglos. Esto es lo que nos enseña la historia tradicional, pero como podemos imaginarnos existen otras hipótesis……
Cabeza clava en uno de los muros de Chavín de Huántar
Los Anunnaki, Sechín y Chavín
Algunas teorías, como las de Zecharia Sitchin, sostienen que los sumerios llegaron a América Central de la mano de los extraterrestres Anunnaki. Si aceptamos esta idea, podríamos explicar mejor el nacimiento y la evolución de la cultura en el Perú. Para Zecharia Sitchin, la cultura Chavín sería heredera de la influencia de la cultura Tiahuanaco y de la cultura Olmeca, que se desarrolló en América central. Para él, Chavín habría sido, además de un oráculo, un importante centro de procesamiento de minerales, especialmente el oro, como lo había sido Tiahuanaco cientos de años antes. Veamos como llega a estas conclusiones.
Según los estudios de Arthur Posnansky y de Carlos Ponce Sanginés, entre otros, la primera etapa de Tiahuanaco se sitúa alrededor de 15,000 años a.n.e. Es decir, es una civilización anterior al diluvio y mucho más antigua que la sumeria. Para Posnansky, el puerto de Tiahuanaco en el lago Titicaca no fue hecho para el tráfico lacustre sino para un tráfico oceánico. En esas épocas, antes del diluvio (11,000 a.C.), el altiplano boliviano se fundía en las aguas del Océano Atlántico, no existía todavía el lago Titicaca. Esta primera fase de Tiahuanaco, termina con el diluvio y después de este, como hemos visto en una entrega anterior, las montañas andinas dejaron el oro al descubierto.
Parte trasera de la puerta del Sol de Tiahuanaco
Según Zecharia Sitchin, los dioses Anunnaki mencionados en las tablillas de barro sumerias, habrían llegado a América en busca del precioso metal para explotarlo y llevarlo a su planeta. Tiahuanaco fue entonces, en palabras de Sitchin, "la capital metalúrgica de América", hace unos 4,000 años. Su influencia llegó hasta Chavín de Huántar que sirvió también de planta de procesamiento para el oro proveniente de la sierra central, cuando el oro de Tiahuanaco empezó a agotarse, entre el año 1500 y el 1000 a.n.e.
En la siguiente entrega veremos como las obras de ingeniería hidráulica de Chavín presentan una clara influencia de Tiahuanaco, analizaremos más rastros de la presencia de pueblos indo-europeos en Chavín, Aija y Sechín, y finalmente revisaremos la iconografía de Chavín y de las culturas de la región comparándola con la cultura sumeria.
Panorámica del complejo arqueológico de Chavín de Huántar.
Los Anunnaki, de Zecharia Sitchin, podrían haber estado en el Perú. Ahora, vamos a tratar de probar la existencia de un contacto directo no sólo entre Chavín y Tiahuanaco, sino también entre Chavín y la cultura Olmeca.
¿Cómo se dio este contacto?
Siguiendo con nuestra teoría alternativa, podemos presumir que cuando los Anunnaki y su mano de obra africana e indoeuropea, que habían llegado de la región mesopotámica, empezaron a agotar los recursos auríferos de las zonas cercanas a Tiahuanaco, estos decidieron desplazarse hasta Chavín de Huántar, en la sierra central del Perú, para continuar con la extracción del metal dorado.
Los Anunnaki, Tiahuanaco y Chavín
Empecemos por las evidencias de la influencia de Tiahuanaco en Chavín. Estas dos culturas se encuentran en lugares aislados o de difícil acceso pero estratégicamente situados. El complejo arquitectónico de Tiahuanaco se encuentra en la confluencia de tres ríos canalizados a través de complejos sistemas hidráulicos, que como vimos en una entrega anterior de esta serie, sirvieron para usos metalúrgicos. Lo mismo sucedió en Chavín.
El centro arquitectónico de Chavín también se encuentra en la confluencia de dos ríos: el Wacheksa y el Mosna. Estos ríos fueron canalizados a través de un sofisticado sistema hidráulico subterráneo al igual que en Tiahuanaco. Aquí tenemos una primera influencia importante de señalar.
Esto no es una coincidencia pues no se han encontrado otros trabajos de ingeniería hidráulica, tan sofisticados para la época, en otras partes del Perú. Los sistemas de control de aguas de Chavín y Tiahuanaco fueron construidos como parte de una instalación Anunnaki para procesar metales. De acuerdo con esta teoría, Chavín no es sólo un oráculo sino un importante centro de procesamiento de minerales, como lo fue Tiahuanaco.
Antes del diluvio universal, el lago Titicaca habría sido parte del océano y sus aguas habrían servido para la planta de procesamiento de metales de los Anunnaki.
Probablemente, alrededor del año 2,000 a.n.e., los Anunnaki llegaron a las alturas de Chavín desde Tiahuanaco trayendo consigo su mano de obra africana, indoeuropea y algunos tiahuanaquenses. Chavín recibió de estos nuevos visitantes el culto al dios Wiracocha y tecnología avanzada para realizar estructuras arquitectónicas y sistemas hidráulicos.
En ese momento la futura cultura Chavín estaba en gestación, y no existían todavía ni el templo ni el castillo que son sus restos arqueológicos más conocidos. La representación iconográfica de razas no originarias de América Latina (como los africanos, casitas e hititas), encontradas en Aija, Sechin y en Chavín de Huántar nos dan indicios de esta migración. Los africanos e indoeuropeos que, dirigidos por los Anunnaki, migraron de Tiahuanaco a Chavin, se habrían podido ir quedando por el camino influenciando culturas regionales como las de Aija y Sechin.
Especial atención merece el siguiente busto de piedra (adornado con un turbante) con rasgos faciales que no corresponden a los aborígenes del antiguo Perú.
¿Qué otras evidencias existen de esta migración?
Para la arqueología tradicional, encontrar el rastro que apoye la migración de los Anunnaki de Tiahuanaco a Chavín de Huántar, no es evidente todavía. Sin embargo, hay precisiones matemáticas en la arquitectura de ambas culturas que no pueden ser atribuidas a una mera coincidencia.
"En Chavín, al igual que en Tiahuanaco los diseñadores han utilizado la diagonal como punto de partida de todas las medidas en cuanto a la arquitectura. Y principalmente, también en el arte lítico… Esta medida de 35,50 metros es la medida clave utilizada por los arquitectos de Chavín. Una medida que parece haber sido una suerte de código secreto solamente comprensible para los entendidos en matemáticas." (María Scholten)
Este código matemático al que alude la doctora Scholten, probaría otra transferencia de conocimiento de Tiahuanaco a Chavín.
A la derecha el supuesto dios Wiracocha representado por la cultura Tiahuanaco en la Puerta del Sol. A la izquierda, el mismo dios representado por la cultura Chavín en la estela Raimondi. Los dos tienen un báculo en cada mano.
La representación del dios Wiracocha, originario de Tiahuanaco, en la cultura Chavín es otra evidencia. Las semejanzas entre el supuesto Wiracocha de la Puerta del Sol en Tiahuanaco y el ser antropomorfo representado en la Estela Raimondi de Chavín, saltan a la vista. Las únicas diferencias están dadas por algunos rasgos felinos (garras y colmillos), que adquiere el supuesto dios Wiracocha en Chavín, como consecuencia de la fauna de la región. No es una coincidencia que dos culturas separadas por cientos de kilómetros y más de 1,000 años, hayan representado a un ser, supuestamente divino, de manera similar y con una especie de báculo en cada mano.
Es más, la influencia de Chavín en otras culturas pre-incas como Paracas y Nazca, se puede entender a partir de la evolución de la representación del supuesto Wiracocha en estas culturas. Estaríamos viendo la subsistencia de la divinidad principal de la cultura Tiahuanaco en la costa peruana hasta mediados del siglo VIII d.C.
La cultura Olmeca (3,000 a.C. a 500 d.C. aprox.) también tuvo contacto e influenció a los habitantes de la región que luego se desarrollarían la cultura Chavín
Según Zecharia Sitchin, fueron dos grupos diferentes de Anunnaki los que llegaron a Tiahuanaco y a la región donde se desarrolló la cultura Olmeca. Estas dos grupos se encontrarían más tarde en Chavín. Sitchin apoya su teoría en dos hallazgos importantes:
Un episodio del relato épico del Gilgamesh, el rey sumerio de Uruk, narra la lucha entre este héroe y dos leones. El hecho fue representado por los Hititas (pueblo indoeuropeo), colocando al héroe flanqueado por dos leones. La misma escena está representada en las piedras labradas encontradas en Aija, como podemos ver en la ilustración siguiente. Según Zecharia Sitchin, fueron los pueblos de origen indoeuropeo que llegaron con los Anunnaki a América Central, quienes habrían traído la historia de Gilgamesh a la sierra central del Perú.
La similitud entre el monumento Hitita en la parte superior y las representaciones peruanas en la parte inferior es evidente.
Estos pueblos se fundieron con la cultura Olmeca (o dieron origen a la misma) en América Central y luego llegaron a costas peruanas por vía marítima, para finalmente afincarse en la región del actual departamento de Ancash, donde se encuentra Chavín.
Otro elemento que sustenta la teoría de la migración Olmeca es la representación de un dragón bicéfalo encontrada en la zona de Rurek, cerca de Aija. El dragón está representado en el escudo de un guerrero tallado en piedra. La representación de dragones bicéfalos no es propia de la región andina sino más bien de las culturas del medio oriente o de Europa.
La teoría de Zecharia Sitchin propone que en la región de Chavín confluyeron dos civilizaciones, la Olmeca y la Tiahuanaco. Cabe preguntarse entonces, si lograron convivir en paz o si hubo un conflicto.
Al parecer hubo conflicto.
No muy lejos de Chavín se encuentran los restos arqueológicos de Sechín. En los muros y bloques de piedra de su estructura principal encontramos representaciones iconográficas, que dan cuenta de una sangrienta batalla, en las que se aprecian hombres mutilados con evidentes rasgos africanos. Esta podría ser la confirmación del enfrentamiento entre los que llegaron de Tiahuanaco y los que llegaron de América Central.
El problema es que la cultura Olmeca está datada, por la arqueología "oficial", alrededor de 1,500 años a.C. y los restos de Sechín se sitúan entre 2,500 y 3,0o0 años a.C. Con estas diferencias temporales sería imposible que los Olmecas puedan haber estado en tierras peruanas en el momento en que se erigió el memorial de Sechín. Sin embargo, una cronología diferente podría corroborar la hipótesis del enfrentamiento entre Tiahuanaco y Olmecas.
Los guerreros tallados en las piedras de Sechín dan cuenta de una batalla
Las investigaciones de Zecharia Sitchin sitúan el origen de la cultura Olmeca hacia el 3,000 a.C. basándose en análisis de representaciones artísticas, y en una serie de misteriosos acontecimientos.
De confirmarse la hipótesis de Zecharia Sitchin sobre la antigüedad de los Olmecas, Sechín sería el lugar del feroz enfrentamiento entre Tiahuanacos y Olmecas, del cual resultaron vencedores los Tiahuanaquenses. Como resultado de la victoria, estos se afianzaron en la zona y tiempo después dieron origen a la cultura Chavín de Huántar. No podemos saber si el enfrentamiento entre estas dos culturas involucró a los Anunnaki, o si una división al interior de los Anunnaki fue el detonante, o si sucedió después que los Anunnaki dejaron el planeta o la región.
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Tumi o cuchillo ceremonial realizado por la cultura Chimú que representa al Anunnaki Naylamp.
Ahora vamos a tratar la posible llegada de los Anunnaki a la costa norte del Perú, donde se desarrollaron notables culturas como la cultura Lambayeque, la cultura Mochica y la cultura Chimú, conocida en el mundo entero por sus trabajos en oro.
Los fundamentos de la cultura Chimú (siglo XIV-XV d.C.) se encuentran en la cultura Lambayeque creada alrededor del siglo VII d.C. por viajeros que llegaron del norte, a través del mar, a las costas del Perú. La historia mitológica que relata este hecho se conoce como el mito de Naylamp. Indirectamente, la historia de Naylamp es el mito fundador de la cultura Lambayeque, Chimú y Mochica.
El cronista español Miguel Cabello de Balboa recogió la historia de Naylamp contada por uno de los descendientes de estos viajeros, en su crónica "Miscelánea Antártica" (1586). Según la crónica de Cabello de Balboa, en tiempos remotos llegó a la costa norte del Perú un cortejo de barcas con cientos de personas a bordo. El jefe de la expedición era un gran señor llamado Naylamp quien traía consigo una estatua labrada en una piedra de color verde con su rostro. Este ídolo fue llamado Yampallec (que quiere decir figura y estatua de Naylamp). Cabe destacar que Yampallec es la palabra de dónde se deriva al nombre de Lambayeque.
La comitiva que rodeaba a Naylamp era impresionante. En su ejercito habían cuarenta oficiales, e incluía un sonador de Pututo, un encargado de las andas, un preparador de bebidas, un preparador de baño, un maquillador, un cocinero, un tejedor de ropas y un personaje encargado de esparcir polvo de conchas marinas por donde su amo iba a pasar. Naylamp venía acompañado, también, por un grupo de concubinas, entre las que destacaba la que los nativos identificaron como su mujer, Ceterni.
La delegación desembarcó en la costa peruana y luego de escoger explorar la zona construyeron un templo o palacio llamado Chot, donde albergaron su ídolo de piedra verde.
Ilustración de la llegada del Anunnaki Naylamp a las costas del Perú, con su ejército de olmecas.
Naylamp trajo la civilización a los habitantes de aquellas tierras y ellos vivieron prósperamente bajo su reinado. El relato que recogió Cabello de Balboa cuenta que Naylamp vivió muchos años entre los nativos hasta que llegó el tiempo de su muerte. Sus vasallos de confianza, que siempre lo vieron como un ser inmortal sobre el que la muerte no tenía jurisdicción, lo sepultaron a escondidas en el lugar donde su rey había vivido y corrieron la voz que a Naylamp le habían crecido alas y había desaparecido, presumiblemente volando. La mayoría de los nativos, que no sabían que esto era un cuento inventado por los vasallos más cercanos de Naylamp para ocultar su decepción ante su muerte, lo buscaron desesperados sin encontrarlo.
Este es, en resumidas cuentas, el mito fundador de la cultura Lambayeque que siglos después daría origen a la cultura Chimú. Veamos algunos detalles interesantes que nos pueden aportar otra perspectiva para la interpretación del mito.
Si Naylamp realmente existió, ¿Quién era? ¿De dónde pudo haber venido?
El Anunnaki Naylamp
Naylamp fue un Anunnaki que pasó tiempo suficiente con los olmecas de Mesoamérica como para aprender su lenguas, y que navegó hasta las costas del Perú con un ejército de olmecas.
¿En qué nos basamos para hacer estas afirmaciones?
El factor lingüístico es determinante para establecer el origen de Naylamp y de su ejército. Nombres como Yampallec, Occhocalo, Xam Muchec, Ollop-copoc o Llapchiluli, todos acompañantes de Naylamp, tienen evidentes connotaciones mayas. Como sabemos, los mayas tuvieron influencia cultural de los olmecas. La lengua de los olmecas se denomina protomayahuasteca y fue la que, posteriormente, se dividió en los dialectos maya y huasteca. Entonces, la comitiva de Naylamp pudo haber estado formada por olmecas. El Anunnaki Naylamp podría haber pasado un tiempo en América central, mientras reclutaba un ejército de olmecas para aventurarse hacia las costas del Perú.
Otro elemento importante a considerar es el famoso ídolo verde que trajo Naylamp y que lo representaba.
El ídolo que el Anunnaki Naylamp trajo con su comitiva podría haber estado hecho de malaquita
Algunas teorías sostienen que el ídolo que trajo Naylamp estaba hecho de jade verde. Es posible porque las culturas mesoamericanas trabajaron el jade y le otorgaron más valor que al oro. El problema es que los trabajos en jade realizados por estas culturas son, en su gran mayoría, pequeños. La civilización olmeca utilizó el jade, mayormente, para hacer hachas. Los mayas lo usaron para crear pendientes, cuentas, incrustaciones, y figuras de jade. Estas figuras varían en tamaño desde miniaturas que caben en la palma de la mano hasta trabajos como la máscara encontrada en la tumba de Pakal, que tiene el tamaño promedio de un rostro humano. La escultura maya de jade más grande que conocemos es la cabeza del dios Sol encontrada en Altun Ha, con un peso de casi 5 kilos.
Sin embargo, ni siquiera la cabeza de Altun Ha sería lo suficientemente grande para encajar en la leyenda de Naylamp. La comitiva de Naylamp era numerosa e impresionante, para que un objeto resaltara entre toda esa multitud tendría que haber sido más grande que la cabeza encontrada en Altun Ha. Además, si Naylamp y su séquito se dieron el trabajo de construir un palacio o templo para albergar la estatua, esta no puede haber sido tan pequeña.
Lo anterior no descalifica la teoría del jade, pero si la hace muy improbable. Los mayas y los olmecas realizaban esculturas grandes pero no en jade.
Otros investigadores e historiadores han dado por sobreentendido que el ídolo estaba hecho de esmeralda pues esta tiene color verde y por qué en otras culturas americanas existen ídolos de esmeralda. Para Los Divulgadores, es una equivocación.
El ídolo de Naylamp estuvo hecho de malaquita. Una piedra verde proveniente del Congo africano que tiene extraordinarias propiedades curativas no sólo a nivel físico sino también psíquico.
El ídolo no podría haber estado hecho de esmeralda pues los cronistas españoles conocían bien esa piedra y hasta la llamaban por su nombre. El cronista español Fray Pedro Simón (1574-1628) nos narra el esclarecedor siguiente pasaje.
"Algunos días antes que llegara el comendador don Diego de Ordás (año 1530) a este golfo y bocas del rio Marañón, se había cogido por allí cerca una canoa con cuatro indios y hallado entre ellos dos piedras de esmeralda, la una tan grande como la mano." (Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias occidentales, vol.1, pág. 253)
Esculturas mayas en jade. Arriba a la izquierda tenemos la máscara encontrada en la tumba de Pakal. Abajo a la derecha podemos apreciar la escultura maya de jade más grande que hemos encontrado: la famosa cabeza del dios Sol de Altun Ha. Las otras dos esculturas son mucho más pequeñas.
Los indios también conocían bien a la esmeralda y no habría representado ninguna novedad para ellos. La presencia de esta piedra preciosa fue, gracias al comercio, tan común entre los incas, que los españoles supusieron que en el Perú existían minas de esmeralda. Por otro lado, la malaquita era una piedra pocas veces vista en el continente americano.
Según las teorías de Zecharia Sitchin, los Anunnaki llegaron a América central en busca de oro, acompañados de un grupo significativo de habitantes de pueblos indoeuropeos y africanos. Esto podría explicar como un ídolo de tamaño considerable hecho de una piedra originaria de África central, como la malaquita, llegó hasta las costas del Perú.
Naylamp, el fundador de la cultura Lambayeque del Perú, podría haber sido un Anunnaki.
Naylamp, el personaje fundador de la cultura Lambayeque, pudo haber sido un Anunnaki que llegó a las costas del Perú con un ejército de olmecas.
La fuente principal sobre la historia de Naylamp es el relato recogido por el cronista Cabello de Balboa (1535-1608) durante la conquista española. En este relato, se cuenta que Naylamp trajo consigo una estatua de si mismo, tallada en una piedra verde. La estatua fue llamada Llampayec que significa que quiere decir figura y estatua de Naylamp.
Algunos historiadores sostienen que la estatua estaba hecha de esmeralda o jade verde.
Si la estatua de Naylamp estaba hecha de malaquita, una posibilidad sería que el Anunnaki Naylamp haya conseguido la malaquita en África mientras la expedición Anunnaki pasaba por ese continente. Naylamp habría llevado la malaquita en bruto a América central donde habría ordenado a algún artesano olmeca o maya que hiciera un ídolo con su figura. También podría ser que un africano que partió de África con los Anunnaki haya llevado consigo la piedra hasta América Central, donde la cambió o se la regaló al Anunnaki Naylamp.
Si el ídolo estaba hecho de malaquita, como sostenemos, esto probaría la migración de la mano de obra africana a América central junto con los Anunnaki.
El polvo rojo y el Anunnaki
El mito de Naylamp cuenta también que uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar su señor Naylamp. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser destacado.
En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus, y con el cuerpo pintado con formas de esta especie. Más aún, según las investigaciones de la historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo de Spondylus a los dioses para evitar sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo Perú, el alimento de los dioses. El hecho de que alguien lanzara polvo rojo al paso de Naylamp nos indica que los nativos lo consideraban un dios.
El relato de Cabello de Balboa nos cuenta que quien lanzaba el polvo rojo no era uno de los nativos de la costa norte del Perú, sino alguien que llegó con Naylamp. Es decir, la comitiva de Naylamp ya conocía esta costumbre antes de llegar al Perú.
La costumbre de echar polvo rojo de Spondylus al paso de Naylamp es una práctica que la comitiva olmeca de Naylamp podría haber adoptado en su paso por Colombia o Ecuador
¿Cómo y dónde la podrían haber adoptado?
La costumbre de ofrecer polvo de Spondylus a los dioses se encuentra en otras culturas de la costa del pacífico. Probablemente, Naylamp y su séquito hicieron escala en las costa de Colombia y Ecuador antes de llegar al Perú. En algunos de estos lugares, un nativo podría haber empezado a lanzar polvo de Spondylus espontáneamente al paso de Naylamp, como una forma de reconocerlo como un dios. La comitiva de Naylamp podría haber adoptado esta costumbre para facilitar que los diferentes pueblos de la costa del pacifico reconocieran a Naylamp como un dios.
Si Naylamp hubiera llegado a las costas de Colombia y Ecuador, tendríamos que encontrar algún rastro de su visita en los relatos recogidos por los españoles. Coincidentemente, existen crónicas de la conquista que relatan historias similares a las de Naylamp en las costas ecuatorianas.
Los "huacos retratos" de la cultura mochica son otra prueba de que el Anunnaki Naylamp venía de América central con una comitiva de olmecas. Si bien la cultura Mochica es posterior a la cultura Lambayeque (la que fundó Naylamp), esta se desarrolló en la misma región. Si algunos de los olmecas que llegaron con Naylamp se asentaron en esa zona de la costa del Perú. su presencia tendría que estar registrada en las expresiones artísticas de algunas culturas. En la valiosa colección de "huacos retratos" mochica expuesta en el Museo Rafael Larco Hoyle de Lima encontramos varios rostros con evidentes rasgos africanos y asiáticos. La conexión es evidente.
Otro elemento importante a considerar son las construcciones de barro, especialmente las de la cultura Chimú, cuya semejanza con los zigurats sumerios y otras construcciones babilónicas es remarcable. Si bien el Anunnaki Naylamp llegó a las costas del Perú con un grupo de olmecas, existe la posibilidad de que unos pocos sumerios estuvieran en su comitiva. El mismo Anunnaki Naylamp o alguno de estos sumerios podría haberles transmitido herméticamente este tipo de conocimientos arquitectónicos a los nativos, quienes lo habrían pasado de generación en generación hasta llegar a los chimúes.
A la derecha podemos ver una de las pirámides de Túcume de la cultura Chimú, y a la izquierda el ziggurat sumerio de Ur cuando recién se empezaban los trabajos de restauración. La semejanza es evidente.
Según el razonamiento desarrollado llegamos a la siguiente conclusión: Naylamp fue uno de los últimos Anunnaki que llegó a tierras peruanas.
La última expedición Anunnaki a América
Hagamos el recuento de las visitas o expediciones que los Anunnaki hicieron a América.
Un primer grupo de Anunnaki habría llegado a Tiahuanaco, cuando el lago Titicaca estaba conectado con el océano pacifico, en algún momento entre el 15,000 a.C. y el 40,000 a.C. Este grupo estuvo conformado por Anunnakis, sumerios y algunos africanos. Luego de extraer el oro de la región altiplánica, este primer grupo descendió hacia la región de Sechín, en la sierra central del Perú, en busca de más minerales.
Un segundo grupo de Anunnaki habría llegado a las costa norte del Perú para dirigirse hacia la región de Sechín, alrededor del 3,000 a.C. Este segundo grupo habría estado conformado por Anunnakis, olmecas, africanos y algunos indoeuropeos. En Sechín, se habría librado una encarnizada batalla entre el primer grupo que bajaba de Tiahuanaco y este segundo grupo que llegaba a Sechín desde la costa.
Este enfrentamiento que puede parecer una explicación antojadiza de los orígenes de algunas culturas pre-colombinas, tiene referencias explícitas en los relatos sumerios sobre los Anunnaki.
Según Zecharia Sitchin, los hijos del jefe Anunnaki Anu (Enki y Enlil) se enemistaron a causa de la explotación del oro en el sur del continente africano y esta enemistad habría continuado a América latina con sus seguidores. Esto explicaría el enfrentamiento entre olmecas y tiahuanacos ilustrado en las piedras talladas en el memorial de Sechín.
Sobre este punto ya hemos expuesto nuestros argumentos en una entrega anterior, sólo queremos recordar aquí que las representaciones humanas encontradas en las piedras de Sechín muestran personajes ataviados a la usanza olmeca y con rasgos físicos no originarios de esta parte del mundo.
Naylamp representa la tercera oleada de Anunnakis que llegaron a las tierras del antiguo Perú. Este grupo habría estado formado por un grupo numeroso de olmecas, algunos africanos y unos pocos Anunnaki. No descartamos la posibilidad que Naylamp haya sido el único Anunnaki en esta tercera expedición.
A la izquierda podemos apreciar el ziggurat de Ur totalmente restaurado, y a la derecha podemos ver una maqueta de lo que habrían sido las pirámides de Túcume originalmente. Una vez más, la similitud es evidente. Tomemos en cuenta que los ziggurats son mucho más antiguos que laspirámides de Túcume.
Cabe destacar un último detalle importante sobre el Anunnaki Naylamp. Naylamp es uno de los pocos dioses del antiguo Perú sobre el que existe un relato detallado de su existencia, un relato que nos permite investigar quién podría haber sido y de dónde podría haber llegado.
Basándonos en el relato del cronista español Cabello de Balboa y la información presentada en esta entrega y la anterior, Los Divulgadores sostenemos que Naylamp no era un Anunnaki cualquiera y no venía en una expedición oficial. Para nosotros, Naylamp era un Anunnaki que se rebeló contra el sistema y decidió crear su propio imperio en las costas del antiguo Perú. Esta historia será motivo de una entrega especial dedicada al Anunnaki rebelde.
Figura central de la "Portada del Sol" de Tiahuanaco. Para algunos, la representación del diosWiracocha.
Los Anunnaki podrían haber estado en el antiguo Perú. Esta es la última entrega de nuestra serie dedicada a la posible presencia de los alienígenas Anunnaki en el Perú. Como recordaran, empezamos con la presencia Anunnaki en la cultura Tiahuanaco y luego seguimos con las culturas Chavín, Mochica y Chimú, estas dos últimas en la costa norte del Perú.
Ahora, veremos que en este recorrido se evidencia la presencia de un mismo dios, al que hemos decidido llamar el "Dios de los báculos". Esta divinidad es la figura que se encuentra representada en la "Portada del Sol" de Tiahuanaco. Para Los Divulgadores, es muy probable que este dios haya sido un Anunnaki que llegó a las alturas del lago Titicaca, antes del inicio de la civilización Tiahuanaco. Este Anunnaki impactó a los nativos del lugar con su tecnología alienígena y los hizo evolucionar culturalmente y cientificamente. Los sorprendentes restos arqueológicos de Puma Punku, Akapana, y Kalasasaya son muestras de su legado.
El Anunnaki de los báculos
Según la tradición, la figura de la "Portada del Sol" representa al dios Wiracocha. Para nosotros, esto es algo que no se puede afirmar con certeza ya que no existe una descripción única de la imagen de Wiracocha.
El dios Wiracocha, palabra quechua que significa "el creador del mundo", aparece mencionado en varias crónicas de la conquista, que se contradicen entre sí en cuanto a su figura e historia.
En la "Portada del Sol", la imagen del "Dios de los báculos" presenta varias características que nos van a permitir identificarlo a través de la iconografía de las culturas mencionadas anteriormente. La antigüedad de la "Portada del Sol" no se conoce con precisión. Algunos la ubican hacia el quinto siglo de nuestra era y otros sostienen que es mucho más antigua. Para Los Divulgadores y otros investigadores, la cultura Tiahuanaco es mucho más antigua que la de Chavín. Por algo, las crónicas españolas de la conquista sitúan el origen de la cultura Inca en Tiahuanaco y nunca en Chavín. Los mitos de creación Inca se refieren al lago Titicaca y al altiplano boliviano.
Detalle de la "Portada del Sol" en la que se aprecia las características del "Dios de los báculos"
Regresemos a la figura del "Dios de los báculos", la más importante de las características de la figura de la "Portada del Sol" son los báculos o varas que lleva el dios en ambas manos. Estos báculos o varas están tomados por el medio y no por los extremos como se usaría normalmente un bastón.
La cabeza del Dios, lleva una especie de tocado que podría estar hecho de plumas o un material similar. Su cuerpo está cubierto por un atuendo ceñido por un cinturón. En sus mejillas se distinguen agujeros que algunos identifican como lágrimas. Finalmente, la imagen está rodeada de 48 figuras con alas.
Para Los Divulgadores, el "Dios de los báculos" podría ser el primer Anunnaki que llegó a esta parte de América miles de años antes de Cristo, cuando no existía ningún tipo de civilización en la región. Este Anunnaki habría llegado al altiplano boliviano en búsqueda de oro.
El Anunnaki que buscaba oro
La representación del Anunnaki de los báculos de Tiahuanaco denota que el detalle que mas impacto a los primitivos habitantes de esta cultura, fueron las varas o báculos que el personaje lleva en ambas manos.
Habría que preguntarse, ¿cuál podría haber sido la utilidad de estos báculos? ¿tendrían poderes especiales? o ¿serían una especie de detector de metales?
Que casualidad que en los mitos de creación Inca (el de Manco Cápac y el de los hermano Ayar), que se refieren a Tiahuanaco, el personaje principal siempre lleva una vara que debe clavar en la Tierra para descubrir el mejor lugar dónde asentarse.
¿Podría ser esta la misma vara que lleva el "Dios de los báculos"? y más aún, ¿esta vara estaría relacionada con la búsqueda de oro de los Anunnaki?
El Anunnaki de los báculos en Chavín
Según Zecharia Sitchin, la primera visita de los Anunnaki al planeta Tierra ocurrió hace 450,000 años. En ese momento, los Anunnaki se instalaron en la zona del Golfo Pérsico, donde se dedicaron a explotar el oro de la región.
Detalle de la Estela Raimondi en el que se aprecia la representación del "Dios de los báculos" en la cultura Chavín
Pasaron los siglos y los Anunnaki llegaron a las alturas bolivianas en busca del oro que el diluvio universal había dejado al descubierto en la región andina.
Los Tiahuanaquenses, guiados por estos Anunnaki, llegaron siglos después a las alturas de Sechín, en la sierra central del Perú, siempre en busca de oro, metal que necesitaban para proteger la atmósfera de su planeta Nibiru. Seguramente, llevaron consigo la imagen y el culto al "Dios de los báculos".
De acuerdo con la teoría de Zecharia Sitchin, luego de una sangrienta lucha en Sechín, con otro grupo de Anunnakis venidos de América central (la cual ha quedado registrada en los restos arqueológicos de la región), los que llegaron de Tiahuanaco vencieron y se instalaron cerca del lugar dando origen a la cultura Chavín de Huántar y continuaron con la explotación del precioso mineral.
La representación del Anunnaki de los báculos en la cultura Chavín, toma características regionales y se mezcla con los dioses antropomorfos que adoraban los lugareños. La más clara representación del "Dios de los báculos" en esta cultura es la llamada "Estela Raimondi".
Este monolito de piedra, nos presenta la imagen de un ser que lleva dos báculos en ambas manos y que tiene un tocado de serpientes en la cabeza. Es importante notar que aquí también los báculos están tomados por el medio, como en la representación de la "Portada del Sol".
La diferencia entre la representación de Tiahuanaco y la de Chavín, es que esta última tiene garras y colmillos como las deidades antropomorfas locales que están representadas en los petroglifos y la cerámica chavines.
De Chavín a Nazca
Es un hecho probado por la arqueología y la historia, que los habitantes de Chavín tenían relaciones ancestrales con los habitantes de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú. Eventualmente, algunos chavines decidieron establecerse en la región de Paracas, estos periódicamente regresaban a Chavín de Huántar a adorar a los ídolos del lugar. Esto sucedió aproximadamente entre los siglos VIII a.C. y el siglo III d.C.
Representación del "Dios de los báculos" en un paño Paracas del periodo Cavernas
Mientras decaía la cultura Paracas, se fortalecía la cultura Nazca doscientos kilómetros más al sur. Los habitantes de ambas culturas, no solo tuvieron estrechos lazos comerciales y culturales sino que llegaron a compartir los mismos dioses que los Paracas habían heredado de los Chavín y estos, a su vez, habían recibido de los Tiahuanaquenses.
Nos estamos refiriendo al conocido Anunnaki de los báculos. Los Paracas y los Nazcas también representaron a este Dios, pero incorporando cambios al igual que sucedió en Chavín.
Podemos ver en este manto de los inicios de la cultura Paracas, como tres de los elementos que definen gráficamente al "Dios de los báculos" en la "Portada del Sol", siguen presentes: los báculos tomados por el medio en ambas manos, una especie de penacho o decoración sobre la cabeza y un cuerpo más bien rectilíneo cubierto por un atuendo que lleva al centro una especie de cinturón o emblema.
En esta representación Paracas, al Anunnaki de los báculos ya no lleva garras y colmillos como en Chavín. Además, a falta de piedras en la costa, se le representó en hermosas telas cuyos colores y diseños han llegado en excelente estado de conservación hasta nuestros días. Si en Tiahuanaco y Chavín se le grabó en la piedra, en Paracas se le dibujó en la tela.
Hemos dicho que mientras decaía la cultura Paracas, una cultura hermana se asentaba algunos kilómetros más al sur de la costa. Esta es la cultura Nazca que alcanzó notable logros en hidráulica e ingeniería.
Si bien en Nazca no hemos podido encontrar ninguna representación exacta del "Dios de los báculos", hay una serie de representaciones, como la que vemos en la siguiente foto de un paño Nazca, que se asemejan mucho a lo que hemos visto en las anteriores culturas. La diferencia principal entre la figura Nazca y las anteriores, es que en Nazca el personaje lleva, en una de las manos, una cabeza trofeo en vez de un báculo.
Posible representación del "Dios de los báculos" en paño de la cultura Nazca
Hasta aquí, hemos podido seguir el rastro de la representación del Anunnaki de los báculos. Para acabar nuestro recorrido habría que agregar que existen también representaciones de este personaje en las culturas que precolombinas de la costa central.
Con esta entrega cerramos nuestra serie sobre la posible presencia Anunnaki en las culturas del antiguo Perú. Por si acaso, no nos hemos olvidado de las gigantescas y misteriosas líneas de Nazca a las que dedicaremos especialmente una serie. Hasta ahora, nadie ha podido explicar cuál fue el objeto de estos intrigantes diseños, que han sobrevivido el paso de los años desafiando nuestra imaginación. Fuente: Los Divulgadores.com