Los arqueólogos hallan una nueva estructura circular de madera cerca de Stonehenge
Un equipo de arqueólogos ha descubierto una versión en madera del monumento prehistórico británico Stonehenge en la misma zona, dijo a Reuters el líder del proyecto.Mediante el uso de tecnología virtual, los arqueólogos encontraron una zanja circular a menos de un kilómetro de distancia del famoso círculo de piedras, que se cree habría sido erigido en el período neolítico, hace unos 2.000 a 4.000 años.
Fuente: Reuters, Londres | La Información.com, 22 de julio de 2010
"Este hallazgo es notable", dijo Vince Gaffney, profesor de arqueología de la Universidad de Birmingham, y líder del proyecto. "Cambiará completamente la forma en que pensamos sobre el paisaje en torno a Stonehenge".
La estructura descubierta es una zanja con pozos internos de casi un metro de ancho que pudo haber albergado postes de madera, y mide 25 metros de diámetro, sólo cinco metros menos que Stonehenge. El equipo de arqueólogos cree que fue construida aproximadamente para la misma época.
Los arqueólogos llevaban sólo dos semanas de un proyecto de varios millones de euros que se prolongará tres años usando la más avanzada tecnología de trazado de mapas.
"No excavaremos. Esta es una excavación virtual. No podríamos excavar a esta escala, de cualquier manera", dijo Gaffney, quien confía en que el equipo descubrirá más restos en el lugar al avanzar el proyecto.
"No tengo ninguna duda. Stonehenge no está solo. Tenemos un enorme paisaje virtual (por explorar)", agregó.
Sofisticada organización social antes de la invención de la rueda
Un equipo de arqueólogos de la Universidad del Instituto Oriental de Chicago, junto con un equipo de colegas de Siria, está descubriendo nuevas pistas sobre una sociedad prehistórica en Oriente Medio de antes de la invención de la rueda.
El análisis de los restos arqueológicos de Tell Zeidan, que no ha sido objeto de excavaciones hasta ahora, y encima del cual posteriormente no se ha construido nunca, está revelando una sociedad rica en intercambio comercial, en la metalurgia del cobre y en la producción de cerámica.
El montículo de Tell Zeidan, en el valle del río Eufrates, cerca de Raqqa, Siria, sobre la que no se había construido ni excavado hace 6.000 años, ha revelado una sociedad rica en comercio, en la metalurgia del cobre y la producción de cerámica. Los artefactos encontrados recientemente apoyan cada vez más la idea de que Tell Zeidan fue una de las primeras sociedades de Oriente Medio que pudo desarrollar clases sociales en consonancia con el poder y la riqueza.
Las fechas Tell Zeidan rondan entre 6000 y 4000 años antes de nuestra era, y precedió a las primeras civilizaciones del mundo en el antiguo Oriente Medio. Es uno de los sitios más grandes de la cultura Ubaid al norte de Mesopotamia.
Hasta ahora, los arqueólogos habían descubierto indicios de comercio de esta sociedad, en la obsidiana y en la producción y elaboración del cobre, así como en la existencia de una élite social que utilizan sellos de piedra para marcar la propiedad de sus bienes y objetos culturales importantes.
"Este proyecto responde a preguntas no sólo de cómo surgieron las sociedades, sino en cómo se mantuvieron y prosperaron", señalaba John Yellen, director del programa de arqueología en la National Science Foundation (NSF).
Cubre alrededor de 125.452 m2, Tell Zeidan estaba situada donde el río Balikh se une con el río Éufrates en la actual Siria. La ubicación fue en el cruce de las rutas principales del comercio en la Mesopotamia antigua que siguieron el curso del valle del río Eufrates. El período de Ubaid duró desde -5300 a -4000.
"En este enigmático período se vio el primer desarrollo del riego generalizado, la agricultura, los templos centralizados, los poderosos líderes políticos y la primera aparición de la desigualdad social, como fueron las comunidades que se dividieron en élites ricas y en pobres plebeyos", explicó Gil Stein, director del Instituto Oriental y jefe de la expedición.
"La investigación también se torna importante, porque permite comprender cómo se desarrollaron las sociedades complejas, basadas en vínculos que se extendían a través de cientos de kilómetros", señaló Yellen, teniendo en cuenta la distancia recorrida por las materias primas necesarias de muchos de los artefactos de Tell Zeidan.
Por ejemplo, el mineral de cobre que acarrearon los trabajadores desde su origen, cerca de la actual Diyarbakir, Turquía, a unos 298 a 400 kilómetros de distancia, que luego fundían en Tell Zeidan para producir herramientas y otros implementos de metal.
Izq: Arqueólogos en el sitio de Tell Zeidan. Dcha: Fragmentos de cerámica pintada.
Foto: Gil Stein / Instituto Oriental de la Universidad de Chicago
Uno de los hallazgos más notables fue un sello marcado de piedra que dibujaba un venado, dijo Stein. El sello era de unos 5 por 6,35 cm., y fue tallado en una piedra roja que no es nativa de la zona. Un diseño similar se encontró en un sello a 298 km. al este, cerca de Mosul al norte de Irak.
"La existencia de tan elaborados sellos con motivos casi idénticos en sitios tan distantes, sugiere que en este período, las elites de alto rango asumían posiciones de liderazgo en una región muy amplia, y que estas dispersadas élites compartían un conjunto común de símbolos y, tal vez, una ideología común de condición social superior", afirmó Stein.
El potencial de nuevos descubrimientos que ofrece esta ubicación es tan grande que el proyecto puede durar décadas.
.07/04/2010.
- Imagen crédito: Stein Gil, Instituto Oriental de la Universidad de Chicago.
El análisis de los restos arqueológicos de Tell Zeidan, que no ha sido objeto de excavaciones hasta ahora, y encima del cual posteriormente no se ha construido nunca, está revelando una sociedad rica en intercambio comercial, en la metalurgia del cobre y en la producción de cerámica.
Los artefactos encontrados allí recientemente están aportando un mayor apoyo a la hipótesis de que Tell Zeidan, en el Valle del Río Éufrates, cerca de Raqqa, Siria, estuvo entre las primeras sociedades de Oriente Medio en desarrollar clases sociales según su grado de poder y de riquezas.
Tell Zeidan tiene una antigüedad que le sitúa entre el año 6000 a.C. y el 4000 a.C., y precedió de manera inmediata a las primeras civilizaciones urbanas del mundo, en el antiguo Oriente Medio. Se trata de uno de los lugares más importantes de la cultura ubaid en el norte de Mesopotamia.
Hasta ahora, los arqueólogos han desenterrado evidencias del comercio de esta sociedad con obsidiana, el trabajo metalúrgico con cobre, así como la existencia de una elite social que empleaba sellos de piedra para marcar su propiedad sobre bienes y objetos culturalmente significativos.
Un sello de piedra rojo. (Foto: Gil Stein, Oriental Institute, University of Chicago)
DEFORMACION DE CRANEOS
MUSEO REGIONAL DE ICA
Los arqueólogos hallan una nueva estructura circular de madera cerca de Stonehenge
Fuente: Reuters, Londres | La Información.com, 22 de julio de 2010
"Este hallazgo es notable", dijo Vince Gaffney, profesor de arqueología de la Universidad de Birmingham, y líder del proyecto. "Cambiará completamente la forma en que pensamos sobre el paisaje en torno a Stonehenge".
La estructura descubierta es una zanja con pozos internos de casi un metro de ancho que pudo haber albergado postes de madera, y mide 25 metros de diámetro, sólo cinco metros menos que Stonehenge. El equipo de arqueólogos cree que fue construida aproximadamente para la misma época.
Los arqueólogos llevaban sólo dos semanas de un proyecto de varios millones de euros que se prolongará tres años usando la más avanzada tecnología de trazado de mapas.
"No excavaremos. Esta es una excavación virtual. No podríamos excavar a esta escala, de cualquier manera", dijo Gaffney, quien confía en que el equipo descubrirá más restos en el lugar al avanzar el proyecto.
"No tengo ninguna duda. Stonehenge no está solo. Tenemos un enorme paisaje virtual (por explorar)", agregó.
Sofisticada organización social antes de la invención de la rueda
Un equipo de arqueólogos de la Universidad del Instituto Oriental de Chicago, junto con un equipo de colegas de Siria, está descubriendo nuevas pistas sobre una sociedad prehistórica en Oriente Medio de antes de la invención de la rueda.
El análisis de los restos arqueológicos de Tell Zeidan, que no ha sido objeto de excavaciones hasta ahora, y encima del cual posteriormente no se ha construido nunca, está revelando una sociedad rica en intercambio comercial, en la metalurgia del cobre y en la producción de cerámica.
El montículo de Tell Zeidan, en el valle del río Eufrates, cerca de Raqqa, Siria, sobre la que no se había construido ni excavado hace 6.000 años, ha revelado una sociedad rica en comercio, en la metalurgia del cobre y la producción de cerámica. Los artefactos encontrados recientemente apoyan cada vez más la idea de que Tell Zeidan fue una de las primeras sociedades de Oriente Medio que pudo desarrollar clases sociales en consonancia con el poder y la riqueza.
Las fechas Tell Zeidan rondan entre 6000 y 4000 años antes de nuestra era, y precedió a las primeras civilizaciones del mundo en el antiguo Oriente Medio. Es uno de los sitios más grandes de la cultura Ubaid al norte de Mesopotamia.
Hasta ahora, los arqueólogos habían descubierto indicios de comercio de esta sociedad, en la obsidiana y en la producción y elaboración del cobre, así como en la existencia de una élite social que utilizan sellos de piedra para marcar la propiedad de sus bienes y objetos culturales importantes.
"Este proyecto responde a preguntas no sólo de cómo surgieron las sociedades, sino en cómo se mantuvieron y prosperaron", señalaba John Yellen, director del programa de arqueología en la National Science Foundation (NSF).
Cubre alrededor de 125.452 m2, Tell Zeidan estaba situada donde el río Balikh se une con el río Éufrates en la actual Siria. La ubicación fue en el cruce de las rutas principales del comercio en la Mesopotamia antigua que siguieron el curso del valle del río Eufrates. El período de Ubaid duró desde -5300 a -4000.
"En este enigmático período se vio el primer desarrollo del riego generalizado, la agricultura, los templos centralizados, los poderosos líderes políticos y la primera aparición de la desigualdad social, como fueron las comunidades que se dividieron en élites ricas y en pobres plebeyos", explicó Gil Stein, director del Instituto Oriental y jefe de la expedición.
"La investigación también se torna importante, porque permite comprender cómo se desarrollaron las sociedades complejas, basadas en vínculos que se extendían a través de cientos de kilómetros", señaló Yellen, teniendo en cuenta la distancia recorrida por las materias primas necesarias de muchos de los artefactos de Tell Zeidan.
Por ejemplo, el mineral de cobre que acarrearon los trabajadores desde su origen, cerca de la actual Diyarbakir, Turquía, a unos 298 a 400 kilómetros de distancia, que luego fundían en Tell Zeidan para producir herramientas y otros implementos de metal.
Foto: Gil Stein / Instituto Oriental de la Universidad de Chicago
"La existencia de tan elaborados sellos con motivos casi idénticos en sitios tan distantes, sugiere que en este período, las elites de alto rango asumían posiciones de liderazgo en una región muy amplia, y que estas dispersadas élites compartían un conjunto común de símbolos y, tal vez, una ideología común de condición social superior", afirmó Stein.
El potencial de nuevos descubrimientos que ofrece esta ubicación es tan grande que el proyecto puede durar décadas.
- Imagen crédito: Stein Gil, Instituto Oriental de la Universidad de Chicago.
Los artefactos encontrados allí recientemente están aportando un mayor apoyo a la hipótesis de que Tell Zeidan, en el Valle del Río Éufrates, cerca de Raqqa, Siria, estuvo entre las primeras sociedades de Oriente Medio en desarrollar clases sociales según su grado de poder y de riquezas.
Tell Zeidan tiene una antigüedad que le sitúa entre el año 6000 a.C. y el 4000 a.C., y precedió de manera inmediata a las primeras civilizaciones urbanas del mundo, en el antiguo Oriente Medio. Se trata de uno de los lugares más importantes de la cultura ubaid en el norte de Mesopotamia.
Hasta ahora, los arqueólogos han desenterrado evidencias del comercio de esta sociedad con obsidiana, el trabajo metalúrgico con cobre, así como la existencia de una elite social que empleaba sellos de piedra para marcar su propiedad sobre bienes y objetos culturalmente significativos.
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Un sello de piedra rojo. (Foto: Gil Stein, Oriental Institute, University of Chicago) |
DEFORMACION DE CRANEOS
MUSEO REGIONAL DE ICA
Un aspecto intrigante de la Cultura Paracas, es la deformación voluntaria de los cráneos, desconociendo hasta el momento el porqué de las frecuentes deformaciones craneanas en esta cultura.
No se sabe si formaban parte de un ritual mágico o religiosos o tal vez un detalle estético.
El procedimiento para la deformación era colocando unas almohadillas con armazón de varillas de madera, que ponian en la frente y en la parte posterior de la cabeza del recién nacido, hasta el momento en que la deformación era irreversible.
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
Después del diluvio, las minas de oro surafricanas cayeron en desuso. Entonces las Guerras de las Pirámides, adicionalmente, complicaron esta situación. El Duque Nergal fue movido de su posición como Líder de los Obreros y fue reemplazado por el Príncipe Enki, que trasladó la operación entera al área del Lago Titicaca/Nazca en Perú. Este movimiento también fue forzado, por el hecho de que el Príncipe Utu, amante secreto y principal aliado de la Princesa Real Inanna en la Guerra de las Pirámides, explotó el aeropuerto espacial de Sinaí para ayudar en su lucha contra el vil Barón Marduk y su consorte, la malvada Baronesa Sarpanit en el 2040 a.n.e . Estos dos últimos eran conocidos en el antiguo Egipto como el Amon-Ra y Nut-Bast y en la antigua Grecia como Belus y Anchinoe. El emperador Anu y la emperatriz Antu ordenaron al príncipe Enki reconstruir el nuevo complejo espacial en Nazca y Machu Picchu, Perú. El tridente de Enki/Poseidon sigue siendo visible en los acantilados en Nazca, en los acercamientos al nuevo puerto espacial.
"Tres cruces" o "Tridente" es la denominación que recibe por la forma de sus trazos. Por otro lado, se observan líneas laterales en la parte superior las cuales representan la figura de un reptil, felino y un simio, todos colocados de manera ascendente.
Esta figura ha sido objeto de muchas investigaciones y aún cuando no se conoce con certeza el cómo y el cuándo de su creación, ciertos historiadores aseguran que pudo representar durante la primera mitad del siglo XIX una especie de símbolo para navegantes y pescadores de la época.
"El Candelabro" tiene mejor vista desde el mar, las embarcaciones encargadas de realizar el tour a las Islas Ballestas son las mas idóneas para aproximarlos hasta él.
Mucho antes de los días de los reyes hebreos, Jerusalén había sido considerado ser una ciudad sagrada por los indígenas de la tierra de Canán. Llamada Salem o Ur-Salem (capital de Salem), abarcó tres picos: el Monte Zophim en el norte (ahora llamado Monte Scopus), o literalmente el "Monte de los observadores," el Monte Zión en el sur que significaba "Monte de la señal," y en el centro el Monte Moriah o "Monte de la dirección."
El Monte Zión es ocupado por una capilla musulmana llamada La Cúpula de la Roca y es supuestamente el lugar en donde Salomón construyó su templo. La capilla musulmana se construyó sobre roca moldeada de 57 pies de largo y 44 pies de ancho (17.4 x 13.4 mts). Actualmente, cuatro a seis pies (1.8 a 1.2 mts) están sobre el piso, con cuevas y pasadizos supuestamente ocultos. De cierta forma, el monolito de piedra es similar a la plataforma de piedra en Baalbeck, aunque más pequeña.
Los tres picos de Salem fueron una cierta clase de centro de control similar en función al de Larak o Nippur en la antigua Sumeria. En las Escrituras biblicas, Jerusalén ha sido llamado el "Centro de la Tierra" y la "Montaña Santa." El Monte Zión ha sido referido como estando "en el medio del ombligo de la tierra".
Notablemente, Jerusalén no era una ciudad sagrada para los israelitas antes de los días de David. Se menciona solamente una vez en el Torá, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, y no es hasta después de Josué 10 que el nombre es encontrado.
. Después de la destrucción del Aeropuerto espacial del Sinaí durante la Guerra de las Pirámides, la ciudad espacial fue trasladada a Machu Picchu y el Aeropuerto espacial a la llanura de Nazca en Perú. Así, el rey Salomón pudo construir su templo en el "Monte de Dios" en Jerusalem.Desde los cielos: Las enigmáticas líneas de Nazca -Ica
Las Líneas de Nazca se ubican en las Pampas de San José, a 25 km de la ciudad de Nazca y a tan solo 20 minutos de esta ciudad. Se extienden desde kilómetro 419 hasta el 465 de la carretera panamericana sur.
Aunque inicialmente fue el arqueólogo Toribio Mejía Xesspe quien advirtió sobre la presencia de estos geoglifos, poco tiempo después, el investigador Paul Kosoc desarrolló un minucioso estudio sobre ellas.
Kosoc comprobó en su primer recorrido por el lugar que estos trazos tenían formas particulares, proyectadas en distintas direcciones y de longitudes diversas. Grande fue su sorpresa cuando en uno de los dibujos observados, la apariencia de un pájaro en pleno vuelo se hacía evidente
Las investigaciones continuaron durante los siguientes 20 años, sin embargo Kosoc decide regresar a su país y es la arqueóloga María Reiche la encargada de continuar con los estudios. Reiche encontró figuras de animales (terrestres y marítimos) e incluso formas humanas. Destacan por sus grandes dimensiones la figura de un pájaro( 300m), un lagarto(180m), un cóndor (135m), un mono (135m) y finalmente una araña ( 42m)
Muchas teorías se han tejido entorno a las Líneas de Nazca. La mejor fundamentada indica que fue creada por los antiguos hombres de Nazca para emplearlo como un calendario astronómico, en el cual quedaba registrado los acontecimientos más importantes de aquella época.
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
MUSEO REGIONAL DE ICA: DEFORMACIONES DE CRANEO
Paracas es un viento
El "Paracas" es un viento marino que se presenta generalmente por las tardes, en los meses de agosto, septiembre y octubre; sopla enloquecedoramente y sin cesar de Oeste a Este, a una velocidad aproximada de 40 km/hora, durante períodos de dos a seis días seguidos, levantando nubes de polvo y arena, calmando solamente al anochecer.
En el desierto de Ica, como en toda la costa peruana, no llueve casi nunca, pero esa zona es la región más árida del Perú; la única humedad que alcanza a sus arenales es el vahear marino de la garúa, que no alcanza ni siquiera para propiciar una vegetación rala.
El cauce del río Ica permanece sin agua prácticamente todo el año; sólo en los meses de enero, febrero y marzo llueve en la Sierra y deja correr agua por su lecho hasta llegar al tablazo donde es absorbido por la tierra poco antes de alcanzar el Océano Pacífico.
La vegetación solo se manifiesta en el cauce del río y en las quebradas secas, debido a las aguas subterráneas que en ciertas zonas afloran formando lagunas que se convierten en oasis, dando vida a palmerales, huarangos y otros arbustos.
En ese tablado inhóspito, donde la geografía y las condiciones atmosféricas no son nada favorables a la vida, se asentó un pueblo laborioso que llegó a dominar su entorno natural y que conocemos como "Cultura Paracas". Probablemente la Cultura Paracas tuvo su centro principal en Peña de Tahajuana, en el valle de Ica, a 300 km al Sur de Lima, en la costa sureña, cuya influencia se extendió desde Cañete por el Norte hasta el valle de Yauca en Arequipa, por el Sur. El ambiente extremadamente seco de la zona, favoreció la extraordinaria conservación de sus restos.
Cahuachi
Walter Alva anuncia hallazgo de pintura mural más antigua de América
Photo: REUTERS/Ignacio Alva/Handout
Un santuario religioso que representaría la cuna de la cultura del norte del Perú, así como el mural más antiguo de América, fueron descubiertos en el cerro Ventarrón, ubicado en el Centro Poblado del mismo nombre, a cuatro kilómetros del distrito de Pomalca, en la provincia de Chiclayo, Lambayeque.
Al hacer hoy el anuncio del importante hallazgo arqueológico, el director del Museo Tumbas Reales de Sipán, Walter Alva, dijo que según los resultados del fechado radiocarbónico realizado en laboratorios Beta de los Estados Unidos, el templo tiene una antigüedad "de 4 mil años, es decir 2 mil años antes de Cristo".
Agregó que pertenecen al período arcaico o precerámico tardío. "Esto significa que cuando se construyeron estos templos todavía no se fabricaba ceramios, pero tenemos un santuario con imágenes, con símbolos de arquitectura altamente desarrollada", enfatizó.
El investigador lambayecano recordó que el monumento arqueológico, antes de que se iniciará la investigación el pasado 2 de agosto, era un complejo histórico casi totalmente destruido por la propia población de la zona.
"Este monumento ha sido afectado en la tercera parte de lo que fue, por efecto de la extracción de material de construcción para adobe. Además había sido cortado por los pobladores para construir corrales", refirió.
Alva agregó que entre 1990 y el 92 el monumento fue saqueado por profanadores que sin embargo no lograron penetrar a la estructura arquitectónica del templo, donde han surgido hallazgos como fragmentos de enlucido con pintura roja y blanca, "así como una escalera que nos llamó la atención porque normalmente en la arquitectura de la época formativa, época Cupisnique, Chavín o Chavinoide, todos los edificios son edificaciones simétricas que tienen una arquitectura muy bien elaborada".
Photo: REUTERS/Ignacio Alva/Handout
"Aquí lo que llama la atención es una esquina curva adaptada a la topografía del terreno, es decir hay un concepto arquitectónico que combina con los otros elementos a observar", indicó.
Alva señaló que al limpiarse la primera fachada exterior del templo, se ha encontrado una arquitectura de contrafuertes, algo extraña, que no se ha visto en otros lugares. "Nos da la impresión como si fuera una especie de fortaleza medieval, solo como una comparación", acotó.
Mencionó que cuando realizó el reconocimiento para la intervención arqueológica en este monumento, se encontró que no estaba construido con adobes, con piedras, sino con bloques de barro, sedimento de barro probablemente trasladado del río y puestos en esta zona.
"Un sistema de construcción totalmente primitivo, muy temprano, muy original (...) no existe otro monumento en el norte del Perú que tenga esas características de construcción", aseguró agregando que pesar de tener un cerro al frente no usaron la piedra.
Photo: REUTERS/Ignacio Alva/Handout
Añadió que además usaron palos para establecer fachadas que después enlucían y en las que hacían trabajos de decoración.
Walter Alva resaltó que durante el trabajo de investigación también se localizó una fachada que causó impresión, porque se trata de una decoración en bandas rojas y blancas que forman una especie de "V" que se dirigen en ambos sentidos.
Explicó que se encontró también como una ofrenda, el esqueleto de un mono así como de un guacamayo con un collar de turquesas, puestos sobre el techo, como elementos de carácter ritual.
Anotó que el hallazgo principal, donde se puede ver la que sería la pintura mural más antigua del continente americano con 4 mil años de antigüedad, consiste en la representación de una red multicolor y dentro la imagen de un venado. "Casi tenemos que descubrirlo, pero con una gran calidad artística", aseguró.
Finalmente informó que en la parte alta del cerro se ha logrado descubrir dos templos más y restos de un muro, lo que demuestra que toda la zona ha sido escenario del desarrollo de la cultura Norperuana desde sus orígenes hasta la época Cupisnique, Chavín y las demás"
Photo: REUTERS/Ignacio Alva/Handout
"Tenemos en la parte alta del cerro Ventarrón, un monumento de la cultura Inca que oportunamente daremos a conocer", concluyó.
Fuente: 24 Horas Libre.com, 11 de noviembre de 2007
Enlace: http://www.24horaslibre.com/nacionales/1194737485.php
Una nueva tecnología de sensores satelitales han descubierto una pirámide enterrada cerca del desierto Cahuachi, en Perú. Pertenecería a la cultura de Nazca, que floreció entre el siglo I y VI de nuestra era. Podría tener una base de 90 por 100 metros.
La zona está cerca de las famosas líneas de Nazca, y justamente los científicos italianos estaban investigando el área del valle de Nazca. La zona está cubierta de árboles y pastos, y a poco más de un kilómetro del yacimiento arqueológico Cahuachi, que contiene los restos de una de las ciudades de barro más grandes del mundo.
El satélite Quickbird les permitió tomar numerosas fotografías de alta resolución en infrarrojo y en multiespectrales. Luego utilizaron un algoritmo especial diseñado por ellos para analizar las imágenes, y así descubrieron la pirámide que no puede ser vista por medios convencionales.
El descubrimiento no es muy sorpresivo para los arqueólogos de la zona, ya que en la región hay cerca de 40 montículos que se cree podrían contener estructuras importantes. Masini dice que "Sabíamos que hay muchos edificios enterrados todavía bajo las arenas de Cahuachi, pero hasta ahora, era imposible localizarlos con exactitud y detectar su forma desde una vista aérea".
La zona se cree que fue devastada en algún momento entre el año 300 y 350 por dos desastres naturales, una inundación muy poderosa y un terrible terremoto. Al parecer para la gente de la cultura de Nazca, el sitio perdió su carácter sagrado tras los desastres, entonces lo abandonaron totalmente. Pero se cree que la misma gente selló y enterró su monumentos antes de dejarlos a las arenas del desierto. Se cree que dentro de la pirámide descubierta podría haber restos de sacrificios humanos. Sería muy interesante para el estudio de la cultura de Nazca.
Fuente: MSNBS
En esta piedra se ve claramente la deprecación al Sol desde la pirámide de Cahuachi.
Deprecar: rogar, suplicar, pedir en exceso.
Los fósiles nunca resolvieron cuándo los linajes del simio y del humano se separaron. El ADN pudiera hacerlo. El ADN humano y el ADN del chimpancé difieren en 1.2 por ciento, y el ADN cambia a un ritmo más o menos regular. Eso permite a los científicos utilizar este ritmo para calibrar el "reloj molecular" cuyos tic-tac miden hace cuánto tiempo ocurrió un cambio genético. El hecho de que el ADN de los chimpancés vivientes y los humanos difieran en aproximadamente 35 millones de "letras" químicas, por ejemplo, implica que los dos linajes se separaron hace entre cinco y 6 millones de años. Eso concuerda con el descubrimiento de que la tierra se hizo cruelmente más fría y más seca hace 6.5 millones de años, justo el tipo de cambio climático que forzó a la vida a las nuevas especies. Los monos que se quedaron en la jungla casi no cambiaron; ellos son los ancestros de los chimpancés de hoy en día. Aquellos que se aventuraron al hábitat recién formado de pastizales andaron los primeros pasos para convertirse en humanos.
Lo que activó este cambio abrupto —que nos puso en el camino a convertirnos totalmente en humanos— ha confundido desde hace mucho tiempo a los expertos. Donde las piedras y los huesos fueron de muy poca ayuda, sin embargo, los genes y los cerebros han empezado a hablar.
Los científicos han descubierto un gen denominado HAR1 (significando región acelerada humana, por sus siglas en inglés) que está presente en animales desde los pollos a los chimpancés y a los humanos. Había cambiado únicamente dos de sus 118 "letras" químicas hace 310 millones de años (cuando los linajes de los pollos y los chimpancés se separaron. Sin embargo 18 letras cambiaron en un abrir y cerrar relativo de ojos desde que el linaje humano se separó del de los monos. Esa alta tasa de cambio es una señal de que hubo un gen cuya evolución mantiene otorgando ventajas a aquellos que lo llevan, tal vez iniciado con el australopitecus.
Para encontrar que más nos hizo humanos, los científicos están examinando qué combinaciones de genes están activas en la corteza cerebral, el lugar del pensamiento más alto, de los chimpancés y la gente. Entre los genes que se volvieron "altos" en la gente, están aquellos que influyen en la rapidez que saltan las señales eléctricas de una neurona a otra y por lo tanto en la rapidez que puede procesar el cerebro la información, aquellos que mejoran las conexiones entre las células y de este modo el aprendizaje y la memoria, y aquellos que promueven el crecimiento del cerebro. Este patrón de actividad de gen, al parecer, empezó a emerger cuando lo hicieron las especies de australopitecus.
El descubrimiento de que los primeros humanos fueron los cazados y no los cazadores ha cambiado la idea tradicional acerca de lo que hace prosperar a las especies.
Tanto la genética como la paleoneurología lo respaldan. Una hormona llamada oxitocina, mejor conocida por inducir el parto y la lactancia en las mujeres, también opera en el cerebro (de ambos sexos). Ahí, ésta promueve la confianza durante las interacciones con otras personas, y de este modo la conducta cooperativa que permite a los grupos de personas vivir juntos para el bien común. A través de comparar el genoma del chimpancé con el humano, los científicos infieren que la oxitocina existió en los ancestros de ambos. Sin embargo, han sufrido cambios desde entonces, quizás en cómo el cerebro responde fuertemente a ésta y cuánto es producida.
La investigación todavía está en el camino, pero una posibilidad es que los cambios ocurrieron alrededor de la época en que nuestros ancestros se establecieron en un sistema basado en sostener los lazos entre el hombre y la mujer, hace aproximadamente 1.7 millones de años.
La paleoneurología promete hacer lo que los estudios simplísticos de los cerebros antiguos no podían: explicar los grandes pasos de nuestros ancestros hacia adelante.
Los fósiles no han acabado de hablar, por supuesto. Estas tarjetas postales sin fin provenientes del pasado seguramente todavía se encuentran encapsuladas en las rocas del viejo mundo. Sin embargo, ahora, en la medida en que el antiguo ADN y la materia gris nos otorgan sus secretos, están agregando vida a la antigua búsqueda para entender de dónde proviene la humanidad y qué hicimos para llegar aquí.
Genoma, proteínas y enfermedades crónicas: los primeros resultados
Durante muchos años se argumentó como cierto el que un solo gen podía modificar una proteína y eso desembocaría en una enfermedad. Ahora se sabe que esto es falso, pues se descubrió que si bien el 5% de nuestra secuencia genética está destinada para hacer proteínas, son muchos los genes que intervienen en este proceso de producción proteínica; por lo tanto, afirman los especialistas, el entorno en el que se desarrolla el individuo es tan importante como el propio código genético en la aparición de enfermedades.
Esta odisea científica para dibujar el mapa genético inició en 1990 con el consorcio público denominado Proyecto Genoma Humano (PGH), integrado por científicos de 18 países y bajo un financiamiento público, y hace un par de años la compañía estadounidense Celera Genomics empezó sus trabajos con recursos privados. Ambas agrupaciones han trabajado por separado en el desciframiento del "Libro de la vida" y de las funciones que cada gen posee, pero conjuntamente han presentado sus conclusiones, de entre las cuales hoy se sabe que:
- El 4.8% de los genes está destinado a reacciones químicas dentro y fuera de las células
La célula es el elemento anatómico primordial de los seres vivos. El núcleo de cada célula humana contiene 46 cromosomas, ordenados en 23 pares, cada uno de los cuales es una larga molécula enroscada de ADN que contiene a los 30 mil genes que nos constituyen (a esta cadena se le llama helicoidal, por la forma de "hélice" que presenta).
Cada gen es un segmento diminuto de ADN que controla una función celular específica. El ADN conduce la reproducción de la célula y esto evidencia que es el ADN el responsable de transmitir a la célula la información necesaria para que el cuerpo produzca por ejemplo durante el desarrollo de un embrión, diferentes tipos de células, que crearán nuestros huesos, nuestro sistema digestivo; y para fines mucho más específicos, tales como crear glóbulos blancos, o neuronas, o el tejido muscular de nuestras manos, las uñas, el cabello, el ombligo, la retina, etcétera.
Esta tarea es titánica. Toda la información necesaria para que cada región del cuerpo funcione y sea creada con exactitud esta incluida en el ADN, pero según los recientes descubrimientos, tales datos sólo se concentran en el 4.8% de nuestro ADN.
- 10.2% producen enzimas que catalizan las reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo
Las enzimas son sustancias catalizadoras producidas por las células vivas. La catálisis o función catalizadora, no es otra cosa que la acción de acelerar una reacción química, como la que se produce en el momento de la división y reproducción celular, o como las que ayudan a digerir alimentos, a producir el pensamiento, el movimiento de nuestro cuerpo, etcétera, etcétera. Así, 10.2% de nuestros genes está orientado a instruir a nuestras células para producir tales o cuales reacciones (bio)químicas.
- 5% tienen como función participar en la estructura de la célula
Esto es que colaboran ya sea en el núcleo celular (donde se ubica toda la información sobre el funcionamiento de la célula y el de todos los organismos a los que ésta pertenece y donde se almacenan los cromosomas), en el citoplasma (donde se encuentran las moléculas necesarias para el mantenimiento celular) y en la membrana (a través de la cual, la célula intercambia agua, gases, nutrientes, y/o elimina elementos de desecho).
Algunos datos para reflexionar
- No obstante, hasta el momento se desconoce las tareas de aproximadamente del 42% de los genes
- El ADN del cuerpo humano es una cadena helicoidal; si pudiéramos "estirar" todo el ADN del cuerpo humano, su tamaño equivaldría a 600 veces la distancia entre la Tierra y el Sol y la información contenida ahí llenaría una pila de libros de 61 metros de altura o 200 directorios telefónicos de 500 páginas cada uno.
- Sin embargo, el 95% del genoma no ha podido ser interpretado, pues presenta "textos absurdos" y grandes espacios vacíos. Los científicos creen que estos grandes espacios de "basura genética" pudieran ser ruinas de antiguos virus o información evolutiva que parecen haberse acumulado ahí sólo porque no estorbaban demasiado. Lo cierto es que estas paradojas son uno de tantos misterios en los que los científicos se ocuparán durante las siguientes décadas.
El "texto genético", contenido dentro del "Libro de la vida" equivaldría aproximadamente a 3 mil millones de "letras" que no deben descifrarse por separado, sino como "palabras completas"; es decir, para su comprensión, los científicos deben descifrarlas por cada gen como una sola palabra y no una por una, como originalmente se había supuesto.
Se ha secuenciado todo el genoma de algunos animales y de los seres humanos; pues una de las grandes sorpresas que nos hemos llevado es que somos un 99 por ciento idénticos a nuestros parientes vivientes más cercanos, los chimpancés, lo cual quiere decir que de los tres mil millones de letras que componen el genoma humano, sólo 15 millones de ellos, el 1 por ciento, ha cambiado en los seis millones de años que han pasado desde que se separaron las líneas de evolución humana y del chimpancé.
Esto es sorprendente porque se sabe que el ADN cambia. Este cambio se realiza en diferentes regiones del ADN, ya sea a un ritmo fijo, que es el que permite medir la cantidad de tiempo que ha pasado desde que dos especies vivientes tuvieron un antepasado común, o bien a un ritmo rápido; a estas últimas regiones se les conoce como HAR (o "human accelerate region").
Katherine S. Pollard de la Universidad de California en Santa Cruz, trabaja sobre estas regiones de cambio rápido y encontró, en el 2004, que una región llamada HAR1 era parte de un gen nuevo que está activo en el cerebro de los humanos.
El cerebro humano difiere del cerebro del chimpancé en términos de tamaño, organización y complejidad, entre otras cosas; y hay muchas cosas que no se entienden sobre cómo evolucionó y cómo se desarrolla; y HAR1 tiene el potencial de dar luz sobre estos temas.
Una clave crítica para entender la función en el cerebro de HAR1 emergió en el 2005, cuando Pierre Vanderhaeghen de la Universidad Libre de Bruselas, encontró que HAR1 está activo en un tipo de neurona que juega un papel clave en la organización del desarrollo de la corteza cerebral; cuando las cosas van mal con estas neuronas puede resultar en una alteración conocida como lisencefalia, que es cuando la corteza pierde su aspecto rugoso.
Otra cosa que hace especial a HAR1 es que no se encarga de sintetizar proteínas directamente, sino que más bien se encarga de "prender y apagar" a los genes que sí lo hacen; hasta antes del Proyecto del Genoma Humano, se creía que todos aquellos genes que no sintetizaban proteína directamente eran pura "basura", pero se descubrió que sólo el 1.5 por ciento de nuestros genes sintetizan proteínas y el resto, 98.5 por ciento, contienen secuencias regulatorias para los otros genes.
Por otro lado, lo que se ha visto es que no se necesitan cambios muy grandes en el genoma para hacer nuevas especies; la clave es que los pequeños cambios que se logran hagan una importante diferencia en el funcionamiento del organismo.
Esto es lo que hace a HAR1 diferente; pero también es el caso del gen FOXP2, que contiene otra secuencia de cambio rápido, y que está envuelto en una de nuestras habilidades más importantes: la capacidad de hablar.
Su rol fue descubierto en el 2001 en personas con mutaciones que les impedían tener un lenguaje normal, aun cuando no tienen problemas con su inteligencia; pero en el 2007, científicos del Instituto Max Planck, hicieron un descubrimiento que arroja luz sobre cuando pudo haber aparecido este gen en los homínidos: fueron capaces de secuenciar el gen FOXP2 en los fósiles de un neandertal; esto indica que el gen pudo haber emergido al menos hace 500 mil años.
Pero hablar es algo más que sólo decir fonemas, tal y como lo hacemos y lo hacían los neandertales, sino que implican habilidades cognitivas que sólo pueden darse con un cerebro enorme como es el que tenemos.
El tamaño del cerebro parece estar ligado a varios genes, pero el principal es llamado ASPM; investigaciones llevadas a cabo por personas de la Universidad de Chicago y de Michigan han mostrado cómo este gen ha cambiado a lo largo de la evolución; y al menos uno de estos cambios ocurrió cuando nos separamos de los chimpancés.
Otro aspecto interesante de las investigaciones en genética son las que se han enfocado en otras áreas de nuestro cuerpo que no son el cerebro; por ejemplo, un gen llamado HAR2, guía la actividad durante el desarrollo fetal que da por resultado la muñeca y el pulgar; esto es particularmente provocativo porque explica la aparición de nuestra destreza para generar y manipular herramientas.
Otras áreas de investigación se están enfocando hacia nuestra adaptación genética a las comidas que ahora digerimos; en este sentido se ha encontrado que cambios en el gen AMY1, codifica la amilasa salival, una enzima envuelta en la digestión del almidón; los humanos, comparados con el resto de los mamíferos, tienen una larga serie de copias de este gen; se ha llegado al grado de saber que aquellas personas que tienen copias de este gen tienen más amilasa en su saliva permitiéndoles digerir más almidón.
Otro ejemplo famoso de adaptación alimentaria tiene que ver con el gen para lactosa que genera una enzima llamada lactasa que permite a los mamíferos digerir la lactosa; se ha observado que hay variaciones de este gen que se originaron independientemente en los europeos y los africanos que permiten digerir la leche proveniente de los animales domesticados, y por ello los asiáticos y los latinoamericanos suelen tener intolerancia a la lactosa.
Pero con lo bueno viene también lo malo; genes que funcionan a la perfección en los primates, en los humanos están ligados al Alzheimer y al cáncer; incluso cambios en nuestro sistema inmune que nos permitieron combatir enfermedades hace un millón de años, ahora nos hacen la vida imposible con el VIH; los estudios que investigan estos cambios pueden ayudar a generar nuevos tratamientos para estas enfermedades que nos aquejan.
Un gen del cerebro muestra una drástica diferencia entre chimpancés y humanos
(NC&T) El estudio ha sido realizado por especialistas de la Universidad de California, la de Bruselas en Bélgica y la Claude Bernard en Lyon, Francia.Los investigadores realizaron una búsqueda con ayuda de ordenadores para encontrar los segmentos de ADN que han experimentado mayores cambios desde que divergieron los antepasados de los humanos y de los chimpancés. La "Región Acelerada Humana 1", o HAR1, era un claro punto relevante para los investigadores, según señala la autora principal Katie Pollard, profesora en el Centro del Genoma, de la Universidad de California en Davis. "Está evolucionando increíblemente rápido. Sin duda, se trata de un caso extremo".
Como investigadora postdoctoral en el laboratorio de David Haussler en la Universidad de California en Santa Cruz, Pollard comenzó seleccionando porciones de ADN del genoma del chimpancé que fueran muy similares entre los chimpancés, los ratones y las ratas. Entonces comparó esas regiones entre los chimpancés y los humanos, buscando los segmentos de ADN que probablemente representasen una gran diferencia entre otros animales y nosotros.
Entre los chimpancés y los pollos, hay sólo 2 diferencias en las 118 letras del código de ADN de la región HAR1. Pero en los aproximadamente cinco millones de años transcurridos desde el último antepasado común de humanos y chimpancés, 18 de las 118 letras que constituyen la HAR1 en el genoma humano han cambiado.
Experimentos llevados a cabo por Sofie Salama, de la Universidad de California en Santa Cruz, mostraron que la HAR1 es parte de dos genes solapados, denominados HAR1F y HAR1R. La evidencia hace pensar que ninguno de los genes produce una proteína, pero el ARN producido por la secuencia HAR1 probablemente tiene su propia función.
Estructuralmente, el ARN del segmento HAR1 parece formar una configuración estable compuesta por una serie de hélices. Las formas de las moléculas del ARN del HAR1 difieren notablemente entre humanos y chimpancés, según comprobaron los investigadores.
Es habitual pensar en el ARN como un paso intermedio en la traducción del ADN en una proteína. Pero los científicos han empezado a comprender que algunas porciones de ARN pueden tener sus propios efectos directos, sobre todo controlando otros genes.
Las proteínas de los humanos y las de los chimpancés son muy similares, pero se organizan y coordinan de maneras diferentes. Las diferencias en cómo, cuándo y dónde los genes se activan, probablemente den lugar a muchas de las diferencias físicas entre los humanos y otros primates.
Los genomas humano y de chimpancé tienen aproximadamente la misma extensión: unos 3 mil millones de "letras". Si se las compara una por una, el orden en que aparecen resulta idéntico en un 99 por ciento. Esto significa que desde que ambas ramas se separaron, hace 6 millones de años, el 1 por ciento de las letras fueron reemplazadas por otras.
¿Cuál es el origen de estos cambios en el genoma? Ocurren en forma natural. Cuando una célula se está por dividir para formar dos células hijas, su genoma se duplica. Gracias a esta duplicación, cada célula hija reciba una copia del genoma de la madre.
Duplicar un genoma de 3 mil millones de letras es una tarea ardua, pero las células poseen mecanismos que lo hacen en unos pocos minutos. También existe un sistema de corrección: cuando el mecanismo coloca una letra equivocada, el sistema la reemplaza por la correcta. Pero el sistema no es perfecto y algunos errores quedan sin corregir. De esta manera, el genoma va cambiando a través del tiempo.
La mayoría de los cambios son neutros y no confieren ventajas ni desventajas a los individuos que los llevan. Se pueden mantener en la población o desaparecer por azar.
Otros cambios afectan en forma desfavorable a sus portadores. Puede que los hagan más débiles o menos fértiles; o que los maten antes de nacer. Son cambios que disminuyen (o vuelven imposible) la probabilidad de tener hijos.
Unos pocos cambios son benéficos. Los individuos que los llevan son más atractivos para las hembras o tienen una habilidad que les facilita la supervivencia. Son cambios que favorecen la probabilidad de tener hijos y, por lo tanto, se transmiten a través de las generaciones.
QUINCE MILLONES
El 1 por ciento de las letras de los genomas chimpancé y humano son distintas. Si suponemos que los cambios ocurrieron con igual frecuencia en los dos genomas, entonces el 0,5 por ciento ocurrió en el ADN chimpancé y el otro 0,5 por ciento en el de los humanos.
El 0,5 por ciento de 3 mil millones es 15 millones. Esta es la cantidad de cambios que nos convirtieron en lo que somos (y que convirtieron a los chimpancés en lo que son).
Quince millones es una gran cantidad, pero los cambios que realmente importan son seguramente muchos menos, porque los genes ocupan apenas el 10 por ciento de nuestro genoma (no se sabe bien cuál es la función del resto del ADN). Probablemente la mayoría de los cambios ocurridos fuera de los genes no tuvieron ningún efecto sobre nuestra evolución.
Ultimamente se han desarrollado programas de computadora para localizar las regiones donde los genomas chimpancé y humano muestran mayores diferencias. Esto permitió identificar un puñado de lugares que podrían tener mucho que ver con la aparición de las características exclusivamente humanas.
Uno de estas regiones es un fragmento de 181 letras llamado HAR1. Su función está relacionada con el desarrollo de la corteza cerebral (una parte del cerebro que participa en los procesos de memoria, lenguaje y pensamiento). El fragmento HAR1 apenas cambió durante la evolución de los animales. Por ejemplo, el HAR1 de las gallinas y el de los chimpancés difieren en sólo dos letras, a pesar de que la bifurcación que originó a estos dos grupos ocurrió hace 300 millones de años.
El HAR1 humano, en cambio, sufrió lo que los científicos llaman una "evolución acelerada", porque en el corto lapso de 6 millones de años acumuló 18 diferencias. Es probable que esta cantidad de cambios le hayan proporcionado al cerebro humano algunas de las funciones que lo hacen tan diferente de los demás cerebros del reino animal.
EL TRABAJO HACE LA DIFERENCIA
Otras regiones del genoma humano que acumularon numerosas diferencias participan en la formación de las palabras, la digestión del almidón y la lactosa (el azúcar de la leche), y el movimiento de las muñecas y los pulgares.
Los cambios que sufrieron estos genes en los últimos 6 millones de años podrían haber favorecido la aparición de las características que nos diferencian de los demás animales: el habla, la capacidad de digerir ciertos nutrientes y la habilidad para manejar herramientas.
Pero en las letras del genoma no está todo: la actividad de algunos genes también es diferente. Los genes de los glóbulos blancos y de las células del hígado trabajan de manera similar en los humanos y los chimpancés. Los genes del cerebro, en cambio, trabajan mucho más en los humanos. ¿Hasta qué punto contribuye esta diferencia a las características físicas o mentales que nos distinguen de los chimpancés? Para conocer la respuesta habrá que esperar que los científicos averigüen cuáles son estos genes tan trabajadores.
Lo que sí queda claro es que los investigadores ya no consideran al 98.5 por ciento de nuestro material genético como basura.
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