La escritura en la antigua Mesopotamia
Allí se reflejaba todo el quehacer de esos pueblos, desde los aspectos económicos a los científicos, religiosos y literarios.
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Fábulas
La Enciclopedia Espasa define a las fábulas de la siguiente manera: (Etim. Del latín, fábula, deriva de fari = hablar). En la literatura, es la narración breve de una acción alegórica, cuyos personajes son, por lo general, animales irracionales, y que encierra una instrucción, un principio general, moral o literario, que se desprende, naturalmente, del caso particular que se refiere. Algunos autores llaman apólogos a las fábulas en que los interlocutores son animales irracionales o seres inanimados; fábulas racionales o parábolas cuando todos los actores son humanos y mixtas cuando alternan los mimos u otros seres.
Se entiende por fábula una manifestación poética que viene de muy lejos y que exige no sólo calidades poéticas, sino también un grado de experiencia de la vida y de los hombres que ponga a quien la cultive en condiciones de aleccionar sobre el difícil arte de vivir honestamente. Lo fabuloso admite la maravilla como balbuceo literario de la humanidad niña (B5.9) . Tiene profundas raíces en lo popular, en esa tendencia a explicar las cosas y la naturaleza, tan común al colectivo social de todos los tiempos.
Históricamente el gobernante ha buscado consejo en sueños, adivinanzas, oráculos, proverbios, tablas, en los libros sapienciales y en manuales de príncipes (B10.7) .
La fábula que casi siempre es la fábula animal, se transformó más que el proverbio en una forma de instrucción a los letrados y poderosos. Las fábulas animales antecedieron en muchos años probablemente siglos a las primeras colecciones escritas y fueron un mecanismo para tratar la conducta humana, sin la indiscreción o falta de delicadeza que podría resultar del uso de actores humanos en estas historias. (B10.8)
Algunos tratadistas dicen que el hombre comenzó a inventar fábulas cuando padecía esclavitud. Pero, ¿será verdad? (B5.10). Probablemente su origen sea mucho más remoto que la esclavitud, que probablemente resida en el espíritu del hombre, que quizás exista desde que el hombre es hombre y habla, aunque no sea con una expresión refinada, sino con naturalidad de quien dice lo que siente y piensa. La tendencia moralista y escolar de muchas de estas composiciones permite aprovechar de ellas un fin ético.
Lessing opina que la moraleja tiene que ser el fin de la fábula. Aristóteles quiso que únicamente os animales pudieran protagonizar las fábulas. No admitía en ellas seres del mundo vegetal. Con el correr del tiempo vegetales, minerales y seres maravillosos protagonizan ideas y sentimientos en el mundo de la fábula. (B5.10)
Hay innumerables variantes de una misma fábula en diversos manuscritos. Recogidos en multitud de códices y colecciones que los eruditos han ido reuniendo, clasificando, hoy puede establecerse un texto casi definitivo de 357 fábulas sumerias que aunque hubiese existido un Esopo real, éstas no serían todas suyas sino de anónimos autores antiguos.
En la literatura sumeria, la sapiencial legado también de una época posterior, pero seguramente de origen muy antiguo del tercer milenium a.n.e. se conoció sólo en los últimos años. Esta colección trata de máximas y apotegmas en las cuales se establecen o discuten, en forma breve o extensa, reglas de moral y sentencias y, al igual que en las fábulas ideas de filosofía práctica (B21.157, 8). Otros trozos de esta literatura sapiencial están destinados al uso escolar y hablan sobre los consejos del maestro al alumno. Esta literatura docta se conoce sobre todo gracias a transcripciones neoasirias o neobabilónicas.
En las bibliotecas de Asur y de Nínive se encontraron cantidades más amplias de colecciones de fábulas y muchas de aquellas breves historias en prosa, frecuentemente de carácter proverbial y han sido transmitidas en forma oral, citándose sobre todo en la vida cotidiana babilónica, por lo general en la escuela. Lo mismo ocurría con los mitos y epopeyas transmitidas durante más de un milenio sólo oralmente, bien como recitación poética o canto.
En la literatura sumeriababilónica, como en muchas otras literaturas antiguas, es característico el anonimato total. Sólo ocasionalmente se menciona al Dubsar o escriba que copió o escribió el texto, en el caso de los himnos se menciona a veces al NAR (B14.355) o poeta.
En los admirables Consejos sapienciales, dice un padre a su hijo (o un maestro a su discípulo): cada día rinde homenaje a tu dios (B20.115), pues los dioses no sólo exigían ofrendas, libaciones y alabanzas de los hombres. Sus favores se dirigían preferentemente a aquellos que llevasen una vida ejemplar, a quienes eran buenos esposos, buenos padres, buenos hijos, buenos vecinos, buenos ciudadanos, y que practicaban las virtudes, que por aquel entonces eran tan apreciadas como en la actualidad: benevolencia, compasión, rectitud y sinceridad, justicia, respeto a las leyes y al orden establecido.
Los griegos y romanos habían atribuido la invención de la fábula animal a Esopo, quien vivió en el Asia Menor en el siglo VI a.n.e. . En todo caso, el apólogo de tipo esópico, compuesto de una breve introducción narrativa, seguida de una aún más breve moraleja en estilo directo ya era conocidísimo en Sumer, más de 1000 años antes del nacimiento de Esopo (B13.186).
Aproximadamente a mediados del siglo pasado Edmund Gordon, quien trabajó sobre los textos referentes a los proverbios y fábulas de Sumer, ha investigado desde nuevas perspectivas en el estudio comparativo de la literatura sapiencial. Ha reconstruido, descifrado y traducido un total de 295 proverbios y fábulas que hacen salir a escena 64 diferentes especies animales de todo tipo.
bueyes, venados, cabra montés, todas, en fin, las criaturas salvajes
de la estepa. Tablilla VIII Columna I, Texto asirio. (B16.198)
Resulta ya por sí sólo instructivo la frecuencia con que aparecen las diversas categorías de este bestiario, que surge a partir del material que disponemos. Gracias al material que poseemos hasta hoy sabemos que ningún texto menciona al gato, al mono y al caballo dentro del género de la fábula. (B13.186). Las fábulas sumerias con respecto al:
1) Perro
Como glotón: El perro acudió a un banquete, pero cuando hubo echado una mirada a los huesos que por allí había, se alejó, diciendo: `Allí donde me voy ahora tendré algo más que comer' (B13.187)
Referente al amor materno: Así habló la perra, con orgullo: `Tanto si tienen (los cachorros) el pelo leonado como moteado, quiero a mis pequeños' (B13.187).
2) Lobo
Su rapacidad: Nueve lobos y un décimo lobo mataron unos cuantos corderos. El décimo lobo era voraz y no /.../., dijo: `Yo haré las partes. Vosotros sois nueve y así un cordero será vuestra parte común. Por lo tanto, yo, que soy uno, tendré nueve corderos. Esta es mi parte'. (B13.187).
3) Zorro
Como fanfarrón : El zorro pisa la pezuña de un buey salvaje.`¿Te he hecho daño?, le pregunta'
El zorro no podía construir su casa; por lo tanto se fue, como conquistador, a la casa de su amigo. (B13.188).
Como cobarde: El zorro dice a su esposa: `¡Ven! Vamos a machacar la ciudad de Uruk con nuestros dientes, como si fuese un puerro. Atémonos la ciudad de Kullab a los pies como si fuese una sandalia'. Pero no estaban todavía a 600 gar de la ciudad (unos 3 km.), cuando los perros de la ciudad se pusieron a aullar: `¡Gemme-Tummal, Gemme-Tummal! (sin duda el nombre de la zorra). ¡Volvamos a nuestra casa! ¡Vámonos ya!' Ellos (los perros) aullaban amenazadoramente en el interior de la ciudad. (B13.198).
4) En la siguiente fábula, se observa un recurso que Esopo utilizará más tarde en `Los ratones y las comadrejas': El zorro pidió al dios Enlil los cuernos de un buey salvaje (y) se le ataron los cuernos de un buen salvaje. Pero el viento sopló y la lluvia se precipitó y el zorro no pudo volver a su país. Hacia el final de la noche, cuando el viento frío del norte, las nubes de tempestad y la lluvia lo hubieron abrumado (?), dijo: `Cuando amanezca . . .' (desgraciadamente, aquí se interrumpe el texto y lo que sigue podemos solamente imaginarlo: el zorro suplicó que le quitaran los cuernos). (B13.188,9).
A pesar de estar presente el zorro en la literatura sapiencial, el zorro sumerio nada tiene que ver con el zorro europeo, que representa a un animal hábil y astuto, a pesar de mostrar mucha semejanza con el zorro esópico, especialmente con la fábula `La zorra y las uvas' (B13.189), cuyo autor es Félix Samaniego.
La zorra y las uvas de Félix Samaniego : Es voz común que a más del mediodía, en ayunas la zorra iba cazando; halla una parra; quedase mirando de la alta vid el fruto que pendía. Causabale mil ansias y congojas no alcanzar a las uvas con la garra, al mostrar a sus dientes la alta parra, negros racimos entre verdes hojas. Miró, saltó y anduvo en probaturas; pero vio el imposible ya de fijo, entonces fue cuando la zorra dijo: `no las quiero comer. No están maduras' (B17.166,8). No por eso te muestres impaciente, si se te frustra, Fabio, algún intento: aplica bien el cuento, Y di: No están maduras, frescamente. (B17.168).
En otras dos fábulas, desgraciadamente mutiladas, aparecen como compañero del zorro el cuervo o la corneja, asociación que encontraremos en Esopo y en Fedro.
5) Mito de Etana
En Mito de ascensión babilónico, la parte de la fábula donde el águila y la serpiente mantienen un interesante e instructivo diálogo, dice el texto: (Aquí finaliza la quinta columna. La sexta recoge, dentro del poco texto legible, un diálogo entre el águila y Etana)
Por su mano él la sujetó; la alimentó (durante) siete meses; la hizo salir de su foso al octavo mes. El águila, habiendo recibido el alimento como un aullante [león, había recuperado su fuerza. El águila abrió su boca, diciendo a Etana, Amigo mío, seamos socios en la amistad, tú y yo; dime, pues, lo que deseas de mí y te lo concederé. Etana abrió su boca, diciendo al águila: (...) una cosa oculta. (La tableta se acaba aquí bruscamente. El anverso de otra tablilla comienza con la parte final de un juramento realizado entre el águila y una serpiente). ¡Que el paso se pierda a fin de que él no encuentre el camino! ¡Qué montaña pueda negarle su pasaje! ¡Que el arma lanzada al azar se encamine directamente hacia él!. Se pronunciaron (este) juramento una a otra. Juntas, (a un mismo tiempo), ellas concibieron; juntas dieron a luz .A la sombra del árbol styrax engendró la serpiente, (mientras que) en su copa engendró el águila. Cuando la serpiente capturaba un buey salvaje (o) una oveja salvaje, el águila se alimentaba, (también) alimentaba a sus crías; cuando la serpiente capturaba un leopardo (o) un tigre, el águila se alimentaba, (también) alimentaba a sus crías. Cuando sus crías habían crecido en edad y talla, (y) sus alas habían adquirido (...), el águila tramó maldad en su corazón: Mis crías han crecido en edad y talla; ellas saldrán a buscar (...), ellas buscarán las plantas (...), entonces yo devoraré las crías de la serpiente (...) Yo ascenderé y en el cielo habitaré (...). ¿Quién hay que (...)?. El más joven de sus polluelos, rebosando sabiduría, dirigió estas palabras a su padre, el águila: Padre mío, (...).
- (El resto del anverso de esta tablilla está destruido. Su reverso comienza también con una laguna de cuatro líneas) La serpiente soltó su cargo (de carne) ante sus crías, miró a su alrededor: ¡sus crías no estaban allí! Con sus garras araña el suelo, el polvo del nido (arañado) oscurece el cielo. La serpiente (...) llora, fluyendo sus lágrimas, ante Shamash (implora): Pongo mi fe en ti, valeroso Shamash, yo presenté buena voluntad al águila, respeté y honré tu juramento, no sostuve ningún mal contra mi amiga.
Ahora ella (tiene) su nido al completo, pero el mío está destrozado, el nido de la serpiente se ha convertido en un lugar de lamentaciones; sus polluelos están en su totalidad, mis crías no están porque el (águila) bajó y devoró mi prole.
Sabe tú, Shamash, que ella continúa el mal. Tu red es el amplio campo, tu lazo es el inmenso cielo ¡Ojalá que el águila no pueda escapar de tu red ¡(Qué no pueda escapar) el hacedor del mal y de la [abominación , el que sostiene el mal contra su amigo!.
Aquí finaliza la versión babilónica. De la versión asiria se posee un breve fragmento, que recoge parte de lo ya expuesto. Su comienzo también se halla roto.
Proverbios
Expresa con brevedad y eficacia alguna verdad conocida o una observación perspicaz acerca de la vida práctica (B1.2748). El proverbio sugiere, señala, enseña. Revela un agudo sentido, al relacionar las observaciones de la conducta humana con una sutil analogía que resalta el mensaje final, como si fuera una piedra preciosa engarzada en una alhaja de metal, formando una bellísima unidad. Su carácter no es local, sino universal en el espacio y en el tiempo. La claridad e intencionalidad de su pensamiento son actuales. Alcanza el presente, del lector, lo que lo mantiene siempre vigente y universal.
Proverbios Sumerios :
El estado cuyo armamento es débil, no podrá alejar al enemigo de sus puertas. (B13.185)
Cada ciudad-estado es circundada por un campo, el cual le sirve para su sustento económico al practicar allí las tareas agrícolas ganaderas. Pero, a medida que la población crece, los campos cultivados se expanden y con el tiempo son lindantes con los de otras ciudades estado. Los problemas comienzan cuando los límites no son tan claros o, quizás aún cuando lo sean, sus mojones limítrofes son movidos hacia una dirección u otra. Uno de los casos más elocuentes, es el protagonizado por las ciudades de Lagash y Umma, durante casi tres siglos ( 2600 -2350 a.n.e.). Se sucedieron las guerras para lograr el predominio de una sobre la otra. En la estela de los buitres el rey de Lagash, Eannatum, nos revela el dramatismo de la contienda al poder observar en su relieve la escena del rey sosteniendo una red con los cautivos que son devorados por los buitres.
Los dos contendientes pese a su fuerza y armamento no lograron mantener alejados a sus rivales. Sin embargo, en el 2350 a.n.e., surge en el sur mesopotámico una nueva dinastía de origen semita, los acadeos, al mando del rey Sargón. Funda un ciudad capital, Agadé, que gobierna con mano de hierro todo el territorio anulando la libertad con que contaba cada ciudad estado, haciéndolas dependientes del poder central.
La aplastante derrota de las ciudades-estado del sur mesopotámico nos da la pauta del poderío del invasor. El ejército sumerio, cuyos miembros provenían de ciudades sedentarias, formaban un cuerpo cerrado con un equipo pesado que limitaba el ataque y su radio de acción, mientras los acadeos, provenientes de las tribus de los pastores nómades, formaban pequeños grupos móviles, sin escudos, hachas livianas, jabalinas ligeras junto a arcos y flechas. El imperio de Sargón se extiende a través de aproximadamente 1500 km, desde el Mar Inferior (Golfo Pérsico) hasta el Mar Superior (Mar Mediterráneo).
Tú vas y conquistas el país enemigo, el enemigo luego viene y conquista tu país. (B13.185).
A partir del 2144 a.C. reinó en Lagash el ensi Gudea. Retorna a la antigua tradición religiosa. Él es el mediador entre el dios patrono de la ciudad, dingir Ningirsu, y su pueblo.
Procura modificar la conducta social de su pueblo por medio de una reforma espiritual, que promueve una convivencia más íntima entre el hombre y la divinidad. Promueve la limpieza en todos los órdenes: la ciudad, el templo, la persona. Sus escritos reflejan sus ideales de gobierno: el orden y la justicia. Gudea fue honrado por su pueblo como un hombre consagrado a la religión, la literatura y la arquitectura.
Pero la visión de los pueblos elamitas, allende los montes Zagros, era distinta. Quizás confundieron espiritualidad con debilidad. Habrán, quizás, recordado el proverbio que estamos analizando, Tú vas y conquistas el país enemigo, el enemigo luego viene y conquista tu país, y pensado: "ese luego viene.... no podrá ser logrado por un rey débil".
La incursión elamita no logró ni siquiera intimidar a Gudea. Su autoridad no estaba basada en la fuerza, pero sabía cuando ésta debía ser empleada. El hecho de que no hiciera ostentación de ella, no significaba que estaba inhabilitado para emplearla. Puso en marcha la maquinaria militar, los invasores se retiran, son perseguidos, ambas fuerzas traspasan el Tigris. Las ciudades son tomadas, pero no requiere su botín, respetan los templos y sus sacerdotes. Sin más, retorna a Lagash. El mensaje fue claro y el proverbio, una vez más, se cumplió.
Tú puedes tener un amo, tú puedes tener un rey, Pero a quien tienes que temer es al recaudador. (B13.185)
Este es un proverbio muy especial por su universalidad, vamos a dejarlo sin ningún comentario, se podrá interpretar su intencionalidad del modo más preciso, pues la recaudación de impuestos, según nuestras fuentes, es una de las profesiones más antiguas.
Proverbios asirios
La gente sin un rey(es como) oveja sin un pastor.
La gente sin un encargado (es como) agua sin un inspector de canal.
Los trabajadores sin un supervisor (son como) un campo sin un labrador.
Una casa sin un dueño (es como) una mujer sin esposo. (B15.232,3).
Para que haya armonía, debe haber un orden y alguien, más allá de cuales fueren las circunstancias, debe velar por él.
El proverbio nos muestra diferentes situaciones:
1) La gente sin un rey....
Analizaremos este rasgo contrastándolo con un período de anarquía; en Asiria los historiadores reconocen cuatro. Para ilustrar nuestro cometido, examinaremos el último, ante el avance de los ejércitos medos y babilónicos. Porque no es solamente el poderío de tales lo que desencadena la decadencia final sino, en gran manera, la actitud de su rey, que deja desprotegido a su pueblo. En el año 612 a.n.e., una coalición medo-babilónica asedia a Nínive por 3 meses, al final del tercero, la ciudad es tomada y Sinshariskun, su rey, es asesinado. Ante este estado de desprotección real, una parte del ejército huye y se refugia en Harran, nombrando rey a Ashurbalit, quién en el año 610, ante el avance del enemigo, se repliega abandonando la ciudad. En el primer caso el rey muere, en el segundo huye. En ambos casos el pueblo queda desprotegido, huérfano, sin un guía; el pueblo asirio queda en un total desamparo, sin protección, al alcance de los depredadores .....(es como) oveja sin un pastor
Los reyes de Asiria y Babilonia, en la época , deben su poder a una tradición bien afincada. Representan, en primer lugar, la única forma posible de gobierno, cualquiera que fuese la sujeción del rey a un poder superior, la ausencia de un jefe era absolutamente inconcebible; adquiriríamos pleno conocimiento de ello al leer las informaciones que trasmiten los escribas hablando de los enemigos del imperio: los invasores, siempre al acecho en las montañas del norte y del este, o errantes en la estepa que bordea la cuenca mesopotámica, no tenían `casa' (vivían en tiendas) ni `rey'. El escriba no puede ocultar su desdén ante esta condición de vagabundeo. La idea de monarquía era inseparable de la idea de Estado /..../ (B3.124).
2) La gente sin un encargado (es como) agua sin un inspector de canal ...
Si cada persona ocupaba su lugar en la sociedad para que el orden reinara en ella, el inspector de canales, tenía una gran responsabilidad que permitía, en gran manera, que este objetivo se cumpliera. Los pueblos de Mesopotamia, desde los más tempranos, adoptaron un sistema agrícola de regadío. Si bien los primeros agricultores construían sus propios canales, con el tiempo las primeras villas se fueron transformando en ciudades-estado, o sea que el sistema local se transformó en uno a gran escala. Esto no solo demandó grandes obras de infraestructura sino tambié la cooperación interurbana (tanto en el trabajo como en la distribución del agua): instalaciones productivas (canales, acueductos, reservas, esclusas y diques para la irrigación). Instalaciones protectoras: canales de drenaje y diques para el control de las corrientes). Acueductos de agua potable. Canales de navegación. (B.9).
En Mesopotamia, a diferencia de Egipto, las inundaciones no son previsibles. Se fueron tomando medidas para que cuando ellas se produjeran o, por el contrario, en tiempo de sequía, las cosechas no se perdieran irremediablemente. El inspector de canales debía controlar la limpieza periódica de plantas y del sedimento que traían en suspensión las aguas, obstruyendo la navegación y su tendencia al estancamiento; impedir el uso arbitrario del sistema, ya que su uso indiscriminado podía per judicar a otro agricultor. Debía mantener el orden y la equidad.
3) Los trabajadores sin un supervisor (son como) un campo sin un labrador...
Para ilustrar este párrafo, nos remitiremos a un texto sumerio en el cual un padre, cuyo oficio era la agricultura, da consejos a su hijo con respecto al manejo de un campo: Cuando tú te dispongas a cultivar un campo, cuídate de abrir los canales de riego de modo que el agua no suba demasiado sobre el campo /.../ no dejes (a la tierra) hollarla por ningún buey errabundo. Echa de allí a los vagabundos /.../ Mientras el campo se queme bajo el sol estival, lo dividirás en cuatro partes iguales. Haz que tus herramientas zumben de actividad.(B13.116,7).
4) Una casa sin un dueño (es como) una mujer sin esposo...
Para los pueblos semíticos, la familia estaba basada en el sistema patriarcal, en donde la importancia residía en los hijos varones. El hombre libre, o más bien el `hombre' , se halla en la cúspide de la escala social; no es propiedad de nadie. /..../. La familia se funda en el matrimonio. /.../ el padre tiene los más amplios derechos sobre los hijos, puesto que puede dejarlos en prenda a un acreedor como garantía de pago. /..../ el padre dispone igualmente de la hija para casarla. Nada se ha dicho sobre los derechos maternales. La ley asiria, en efecto, silencia parte de los derechos de que disfrutaba la madre en la remota época de Hammurabi. (B3.19-23)
Queda mucho por descubrir y descifrar. Las tablillas, que se presentan ante nosotros por cientos de miles, esperan a que expertos en la materia las descifren y vuelquen por escrito todo aquello que ante nuestros ojos permanece aún oculto para llegar a nuevos descubrimientos y conocer más acerca del Hombre de la Antigua Mesopotamia y de la Humanidad misma. Pero, por lo pronto y gracias a todo el material que hasta hoy poseemos podemos decir que los sumerios transmiten a través de la fábula y el proverbio una conducta moral, una enseñanza, un consejo, una filosofía práctica, a veces transmitida de padres a hijos, otras en cambio de maestro a alumno. Los temas que los componen son inherentes al sujeto, a su quehacer mismo; son temas universales, de allí que trascienden en el tiempo y tienen vigencia hoy. Se transmitieron a través del tiempo ya sea oralmente o como testimonio escrito, no sólo dentro de Mesopotamia, sino más allá de sus fronteras.
En cuanto a la civilización sumeria, tan rica y vivaz, más espiritual que material, sus aportes culturales fueron adoptados por todo el Próximo Oriente, su influencia se extendió hasta Egipto y el Valle del Indo; posteriormente y en cuanto a su contenido espiritual y artístico, se refiere a través de ese doble canal de la tradición judeo cristiana y griega, existiendo desde los albores de la civilización un gran comercio que contribuyó al intercambio de productos y mercaderías pero, por sobre todas las cosas, de ideas.
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