
“La luna nos protege formando una atmósfera psicológica alrededor de nuestra psique, protegiéndola del inmenso empuje de nuestro alma que busca la total e inmediata iluminación. Al absorber sólo un siete por ciento de la luz solar, la luna revela su relación con este astro a través de sus fases desde nueva a creciente, a primer cuarto, a convexa, a llena, a último cuarto, a balsámica. Cuando nacemos, es la fase de la luna la que refleja hasta qué punto somos instintivos, conscientes e interesados en relación con la luz solar y con la evolución de nuestro alma porque en nuestro camino hacia la iluminación, primero hemos de pasar Por la luna. Tenemos que empezar por el principio ".
La Alquimia es el proceso de transformar algo común en algo precioso. Las mujeres son las portadoras de la Diosa. En cualquier sistema, la Diosa, la especie femenina, decide donde se establece el hogar -el sitio- y, por lo tanto, son las guardianas del lugar. Con esto no se quiere decir que las mujeres no puedan ser guerreras o reyes; lo que quiere decir es que ellas tienen un conocimiento intuitivo en lo que se refiere al verdadero propósito de un lugar y deberían ser consultadas en todo cuanto atañe al hogar, especialmente sobre la guerra.
Cuando el patriarcado se instaló en la Tierra a las mujeres se les consideró seres ordinarios y fueron desplazadas de su posición de regentas. Desde este punto de vista, las mujeres son las que transmutan el sagrado elixir de la vida -el huevo fertilizado- en una forma encarnada. Las mujeres tienen una legítima comprensión intuitiva de la alquimia que los hombres y regentan la alquimia del espíritu. En última instancia, la alquimia trata del cronometraje del alumbramiento. ¿Cuándo estará el huevo listo para que la criatura pueda salir del cascarón? El tema no es tanto el qué va a pasar sino el cuándo. Este salto quántico taquionico tuvo lugar cuando los Maya también nos dieron un Calendario Sagrado -el Tzolk'in.
Elaborar el futuro en el 'ahora' es una posibilidad totalmente nueva, es la esencia del salto cuantico taquionico que prevalece a partir de 1987 hasta el año 2012. Es necesario que experimentar las limitaciones del espacio/tiempo lineal y es importante que encontrar una formula para trascenderlo. Se debe utilizar el tiempo y el espacio en lugar de permitir que ellos nos limiten -es el salto quántico taquionico en 3D. Las mujeres saben cómo crear en el tiempo y cómo activar el espacio para una nueva vida y ellas serán las que conducirán a los hombres hacia la nueva alquimia. Exactamente esto será lo que facilitará la entrada en los reinos que permitan ir más allá de las limitaciones espaciotemporales.
La principal guardiana de los registros del tiempo en la Tierra es la Luna, reflector de los sentimientos planetarios: LaLuna, refleja la energía a través de las vibraciones de los rayos plateados, y lo más parecido de este tipo de percepción es cuando sale la luna llena bañando la superficie de aguas tranquilas con su resplandeciente velo de luz plateada, con vibraciones tan etéreas que siendo 400 veces más pequeña que el Sol, y con el Sol está, más o menos, 400 veces más lejos de la Tierra parece que tengan el mismo tamaño, transmitindo estas frecuencias a aquellos individuos que magnéticamente tiran de ella: Seres Humanos, animales y otras diversas formas de vida literalmente magnetizan o retiran consciencia desde los rayos lunares como vibraciones extremadamente sutiles que difieren de las interacciones polarizadas que existen en la superficie terrestre. Son sentimientos que forman las motivaciones múltiples de patrones reactivos relacionados con experiencias y que modulan respuesta del sujeto ante cualquier cosa: La luz lunar permite recordar tantas cosas que se almacenan en la memoria en los cuerpos mientras viven y, por eso, están más anclados en el momento presente.
La Luna es el satélite de la tierra. Esotéricamente representa al Alma que al encarnar trae las memorias emocionales a la conciencia temporal y al abandonar el cuerpo ayuda al ser humano a realizar su trabajo de revisión en el plano astral.
A lo largo de la rueda de encarnaciones la Luna establece el vínculo entre las experiencias en el mundo terrestre y las imágenes internas o memorias ancestrales. Ella es el archivo psíquico individual que otorga continuidad anímica al Fuego encarnante, y sin embargo también la mantiene atada a los automatismos y apegos emocionales. Esta energía femenina representada es el gran registro cósmico que contiene las imágenes del inconsciente personal.
Con la Luna es su luminosidad se activan los actos reflejos, las vivencias y los recuerdos de encarnaciones pasadas manteniendo prisionera a la persona a sus relaciones y vivencias kármicas. En la Luna se encuentran los miedos más primitivos, la necesidad de seguridad emocional y las reacciones aparentemente irracionales que no permiten al ser humano actuar de manera libre.Si el Sol guía hacia el futuro y la realización a través de un trabajo conciente, la Luna por el contrario, guía hacia las vivencias pasadas a través de profundos lazos emocionales, impidiendo la evolución y el desarrollo de la individualidad.

El karma negativo de la Luna está también asociado al cuerpo físico y el dominio de éste sobre el espíritu. A través del Alma, el Espíritu va construyendo el cuerpo físico dentro del útero materno. Todo el proceso de concepción, embarazo y parto está regido y gobernado por la Luna. Por tanto, las malformaciones congénitas dependen de la Luna, y será ella quien proporcione la información kármica para crear la estructura del cuerpo físico. Se puede decir que funciona como un ADN astral.Esta esfera celeste es quien nos coloca en familias específicas, compatibles o no con nuestra esencia, para que podamos evolucionar. Gracias a la Luna tenemos una herencia familiar, nacional, cultural, racial.