Actualmente se están llevando a cabo experimentos similares a los que condujeron al final de la Atlántida en un complejo laboratorio militar que opera en las tierras nevadas de Alaska, el hogar del Proyecto HAARP. Las áreas de pruebas de las instalaciones experimentales HAARP albergan un complejo laberinto de antenas diseñadas para transmitir niveles inimaginables de ondas de radio del extremo superior del espectro hacia la ionosfera del cuerpo etérico de la Tierra —calentando artificialmente la parte alta de la atmósfera— por razones que os van a sonar, en el mejor de los casos, como ciencia ficción. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Qué explicación racional podría hallarse para alterar los campos energéticos naturales de la Tierra… especialmente en un momento en que la parte baja de la atmósfera —la capa de ozono— ya ha alcanzado su «punto de rotura»?
Sin embargo, esto está lejos de ser ficción, queridos. Esto es la realidad en el presente de vuestras vidas físicas. Es el emerger de la Atlántida oscura. Tened en cuenta que existen muchos niveles de control e información errónea operando en vuestro mundo. La jerarquía oscura que actualmente preside la Tierra es estimulada por los Annunaki, antecesores de la élite de poder o Gobierno Secreto. Ellos, gestores invisibles del poder de vuestro reino terrenal, son quienes establecen las reglas, quienes ponen los jugadores en las posiciones apropiadas sobre el tablero de vuestro mundo: un paisaje marcado por fronteras imaginarias que han sido diseñadas para parecer países separados y hacer que el juego sea más intrigante y controlable.
Los líderes gubernamentales, que en apariencia guían y dirigen las estrategias militares, económicas y políticas de vuestras sociedades, son meros títeres en el juego… y lo saben. Entienden lo suficiente de la naturaleza estructural del control para hacer lo que se les dice…, para hacer lo que los cargos del poder ilusorio tienen asignado que hagan.
Como contraprestación por su obediencia, reciben grandes gratificaciones para sus egos, intensos estímulos de sus chakras inferiores y un lugar en la historia contemporánea. Aquellos que verdaderamente se atreven a producir cambios, olvidándose de que hay una estructura de poder a la que deben rendir homenaje, acaban siendo eliminados. Son los líderes por la paz asesinados, los desarmados y desgraciados que trabajan por la libertad de la humanidad, así como por la resolución pacífica de los conflictos globales y del sufrimiento humano.
De visión preclara y voluntad determinada, son los inconformistas que se niegan a ser «jugadores de equipo» sobre el tablero de juego del poder. Ellos os llaman a ser grandes, recordándoos de lo que sois capaces… y cuáles son vuestrosderechos. Estimulan todo lo que es «noble» en vosotros, fortaleciendo vuestra conciencia de que el amor, la libertad y la verdad son vuestros derechos de nacimiento. En esencia, os animan a rebelaros contra el dogma y la jerarquía de los sistemas de control, animándoos a uniros.
Os alejan de los túneles oscuros, guiándoos siempre hacia la luz.
Teniendo en cuenta lo que os hemos dicho sobre los arquitectos del poder, debería quedar claro por qué las voces brillantes de entre vosotros son etiquetadas de «peligrosas» y silenciadas rápidamente. Pero no desesperéis por la pérdida de vuestros héroes. Ellos tienen un pacto kármico que aceptaron antes de venir a sus respectivas encarnaciones. No debéis sentir pena ni sufrir cuando se van, porque os siguen guiando desde otras dimensiones. Dejan su marca e inspiración en la humanidad, mientras continúan trabajando para vosotros en otros planos, y esas improntas son importantes… porque son vuestra esperanza. No sintáis miedo de haber perdido sus mensajes.Durante milenios del tiempo terrenal, incontables trabajadores de la luz han tenido que operar en las sombras para evitar ser perseguidos por el poder; ésta es una realidad registrada a lo largo de toda vuestra historia escrita y mucho más allá. Pero ahora, en este momento de resplandor revolucionario a lo largo de vuestro sistema solar, un creciente número de vosotros está dando el paso hacia la luz directa del liderazgo, trabajando por el bien de la Totalidad. Nada puede deteneros… a menos que os olvidéis de abrazar a vuestro hermano, abandonando toda conciencia egoísta y extendiendo la luz desde ese lugar de unidad e intención enfocada.
En cuanto a la jerarquía y su cadena de mando, observamos que algunos militares selectos y científicos que trabajan a las órdenes del gobierno están vinculados directamente con el Gobierno Secreto, dejando a un lado las figuras de los jefes de estado. Estas figuras clave transmiten seguidamente sus órdenes al segundo nivel. Se trata de individuos bien entrenados en la supervivencia y centrados en el poder que creen realmente en la necesidad de poseer armas y de estar siempre alerta contra el «enemigo» omnipresente; son ésos que creen en su «patria» y su nación única, inconscientes de que sólo existe un Comité Gobernante en el planeta Tierra.
La propaganda pro HAARP procedente de estos dos niveles del estamento militar presenta el proyecto como una empresa científica relevante a nivel global, cuya intención es facilitar una mayor comprensión de la atmósfera terrestre y del calentamiento global y, a ese nivel del protocolo, lo creen sinceramente. Su comprensión del proyecto se basa en preocupaciones muy reales con respecto a las alteraciones de la ionosfera y su efecto potencialmente dañino sobre las comunicaciones militares globales y los satélites supervisores. Ese es su «trabajo»; son entrenados para recibir los informes y para acatar órdenes sin cuestionarlas.
Lo que no menciona el Nivel Uno de la jerarquía militar es que una de las aplicaciones encubiertas del Proyecto HAARP es la creación del arma definitiva, la que pondrá a todo el planeta de rodillas. Cuando esté completamente activado, el HAARP les permitirá manipular vuestro clima, controlar las comunicaciones y la vigilancia globales, reconstruir la trama electromagnética que antiguamente rodeó completamente la Tierra y restablecer el dominio total sobre la personalidad humana (fácilmente afectada por los cambios en la presión atmosférica, la falta de luz solar y las frecuencias electromagnéticas alteradas).
La guerra geofísica —el dominio de las fuerzas de la Tierra como fuente de poder— puede alterar el clima en determinados puntos del planeta, causar daños en las corrientes oceánicas, desviar y alterar los sistemas de comunicaciones y atontar a poblaciones enteras. Por diabólico que esto suene,¿es más impactante que la creación y la detonación de la bomba atómica? Nunca olvidéis que la devastación nuclear fue producida por los profetas del Nuevo Orden Mundial hace tan poco tiempo que los ancianos de entre vosotros aún conservan el recuerdo.
No es ninguna sorpresa que los medios de comunicación raras veces alteren esta área de vuestros recuerdos porque, en esa ocasión (ataque nuclear sobre los supuestos enemigos del mundo «libre») los «buenos» eran los villanos… y ése no es el tipo de toma de conciencia que el poder quiere estimular en vuestra conciencia grupal. Comparad la exagerada proporción de propaganda anti Hitler con el mínimo de relatos y descripciones de la venganza de los Estados Unidos sobre los seres vivos de Hiroshima y Nagasaki, y os daréis cuenta de que es así. La verdad está velada por la «autodefensa» —la errónea justificación de todo abuso de poder— que os repiten los perennes arquitectos de la guerra que se libra en la inocente Tierra.
Aun así, ni siquiera el más alto escalafón militar tiene acceso a la verdad respecto al HAARP —su enormidad— y tampoco serían capaces de imaginarla… porque, a diferencia del círculo interno de la élite de poder, ellos no son del linaje Annunaki.
¿Qué es exactamente la ionosfera? ¿Y por qué vosotros, residentes de Gaia, deberíais preocuparos por lo que se está perpetrando allí fuera, a cientos de kilómetros sobre la superficie? La capa externa del campo terráqueo, que ocupa una banda situada entre sesenta y ochocientos kilómetros por encima de la superficie física, está compuesta por partículas cargadas positiva y negativamente (conocidas en términos científicos como iones y protones), que son manifestaciones de las emanaciones de vuestro sol por todo el extenso cuerpo de vuestro sistema solar. Puede ser descrita óptimamente como plasma, una forma de energía común en el universo material que sirve para escudaros contra los rayos infrarrojos de vuestra Deidad Solar, regulando la cantidad de energía calorífica que llega a vuestro planeta.Esta capa de plasma del ser terráqueo es de particular interés para las telecomunicaciones comerciales y militares, puesto que puede reflejar o absorber señales de radio. También es capaz de amplificarlas y distorsionarlas. Este nivel externo de las capas entrelazadas de la atmósfera escuda a la Tierra de la radiación, de las frecuencias dañinas y de otras emanaciones mortales procedentes del espacio. Sin embargo, creemos que su propósito superior para las formas de vida terrenales, y especialmente para vosotros, hijos de las estrellas, es filtrar el bombardeo producido por la energía espacial profunda que produce alteraciones en el ADN de todos los seres vivos del planeta… dejando pasar hacia el ser físico de la Tierra únicamente aquello que es apropiado para su evolución.
Como ciudadanos ecológicamente concienciados del planeta Tierra, sois muy conscientes de que los gases industriales, las emisiones de los automóviles y otros productos de deshecho han dañado seriamente la capa de ozono. Los agujeros o lágrimas existentes en esta capa de los escudos energéticos protectores de la Tierra os han sido señalados, aunque todavía se os niega la verdad respecto a la gravedad de la situación. En estas regiones donde se ha producido el agotamiento del ozono, estáis experimentando la penetración directa en la Tierra de niveles peligrosos de rayos ultravioleta (UV y las ondas UVB,que son aún más dañinas), lo que está haciendo pagar un precio a la biosfera y a todos los seres vivos de vuestro mundo.Contemplamos el agotamiento de vastas áreas de fitoplancton en vuestros mares, las formas de vida productoras de oxígeno que forman la base de vuestra cadena alimenticia oceánica. Este es un aspecto poco publicitado de la que debería ser una de vuestras preocupaciones más urgentes en la Tierra, un factor fundamental para la supervivencia de vuestros mares… así como de los cielos que están sobre vosotros. Si vuestro planeta ha de conservar su atmósfera, el equilibrio entre el mar, la tierra y el cielo debe restablecerse dentro de la presente década. La proliferación de combustibles de carbono y el envenenamiento de los mares deben ser corregidos ahora.
La alteración de la ionosfera es aún más devastadora que la radiación ultravioleta, porque éste es el punto de entrada. Esta capa sirve de barrera para proteger y nutrir el cuerpo físico de Gaia, y forma parte integral de su equilibrio en todos los sentidos de la palabra. El mayor de los peligros es la destrucción de la ionosfera (no los agujeros de la capa de ozono). Una rasgadura allí puede acabar produciendo una reacción biológica y química en cadena que erradicará para siempre todas las civilizaciones de vuestra especie no subterráneas de la faz de la Tierra.Como vosotros, Gaia —la deidad viva— es un ser multi-dimensional, con aspectos y cualidades que se manifiestan a nivel físico, emocional, mental y astral. Su aura, la «atmósfera», está (como la vuestra) igualmente compuesta de varias «capas» que se interpenetran e interactúan, comportándose de manera muy parecida al aura humana.
En el caso de la Tierra, vuestra comunidad científica ha estudiado y analizado el aura, delineando ciertas capas, aunque no existen fronteras separadoras, como la capa de ozono, la atmósfera y la alta atmósfera o ionosfera.
Los científicos aún se muestran renuentes a reconocer estos campos en los seres humanos, mientras que los conscientes de entre vosotros comprendéis que estos aspectos pueden ser percibidos como los cuerpos mental, emocional y astral, aunque ciertamente la cuestión es mucho más compleja que eso. La conciencia —la inmensidad de la existencia— desafía cualquier descripción finita y la terminología fija, pero estamos obligados a usarlas para poder elucidar nuestras teorías y comunicar con vosotros en términos que os sean familiares.
Los cuerpos de Gaia (su campo áurico) se extienden cientos de kilómetros más allá de sus límites físicos, y es a este nivel donde se están produciendo los cambios más significativos. Tal como vuestra comprensión del campo áurico humano os ha llevado a reconocer que la enfermedad y la desarmonía se originan en este campo, esto también es cierto para la Tierra, vuestra Deidad Solar y todas las demás entidades conscientes que pueblan el universo. Esta es la base de la realidad física.
Es necesario que entendáis esta ley fundamental de la existencia antes de que podamos describir adecuadamente la naturaleza de la resonancia de la Tierra, y cómo la desarmonía en su campo áurico (desde las capas bajas de la atmósfera hasta los límites externos, la ionosfera) puede producir grandes alteraciones sobre la superficie y dentro del cuerpo físico de la Tierra.
Por lo tanto, basándonos en lo que os hemos contado sobre frecuencias electromagnéticas y ondas resonantes, os pedimos que imaginéis un arma suficientemente poderosa para afectar a toda la civilización global —el planeta mismo—, y comprenderéis por qué las bombas y los arsenales militares están tan anticuados para los militares como los tinteros y plumas lo están para los escritores de la generación del ordenador.
Imaginad lo que se podría hacer si la comunidad científico-militar consiguiera la resonancia con todo el planeta…: usarla Tierra para, en sentido metafórico, quebrar el vidrio. Aquí sugerimos que lo que se está llevando a cabo en Alaska es un plan de estas características: se trata de hacer estallar el campo áurico de la Tierra, la ionosfera, emitiendo suficientes giga-vatios de frecuencias de radio del extremo superior del espectro para alterar su ser etérico: sus cuerpos mental, emocional y físico. Vosotros, criaturas de la Tierra, también quedaréis alterados, porque sois el reflejo de la Diosa y estáis sometidos a las leyes que gobiernan su ser.
os pedimos que considerarais la cuestión siguiente: ¿Qué ocurriría si quien determina el ritmo vibratorio es de intención oscura? Supongamos que uno o más individuos, que podrían controlar a los demás para su beneficio personal o político, tuvieran la intención de imponer algún tipo de estímulo mental que produjera otro tipo de consecuencia: una frecuencia predeterminada pensada para crear ciertos cambios químicos deseados dentro del receptor? Los líderes militares, las marionetas Nivel Uno de la élite de poder, creen que están trabajando en el arma perfecta, diseñada para controlar los enormes poderes de Gaia en contra de un «enemigo» elusivo, con la intención de mantener a la población bajo control. Y esto es cierto a ese nivel, porque en este proceso se hallan involucrados muchos niveles de operatividad y de intención. Ellos están perfeccionando el arma de armas y tienen razón al creer que su control encubierto y subliminal sobre vosotros se intensificará enormemente, pero esto no es nada si se compara con las consecuencias de manipular el escudo: la ionosfera del campo áurico de Gaia.
Escuchad con cuidado.
Todas las armas de destrucción actualmente conocidas en vuestro mundo —los arsenales nucleares, armas químicas y biológicas, los sofisticados aparatos espaciales y los misiles «inteligentes»— van a quedar completamente obsoletos cuando el HAARP esté plenamente operativo. No querréis saber lo que producirá cuando se encuentre a plena potencia. La acumulación de estas emisiones electromagnéticas, la frecuencia que alcanza la resonancia con el “wamp” (como el famoso XAMPP de Linux) de Gaia, es el detonador que resquebrajará el retórico vaso de vidrio. Causará, sin duda, alteraciones inimaginables sobre la superficie de la Tierra y dentro de ella, trastornando toda vida que allí habita. Además, reiteramos: podría muy bien interferir con vuestro proceso de ascensión —vuestro tránsito a través del vórtice— tal como hemos descrito en anteriores transmisiones.
Muchos de vosotros habéis empezado a investigar y divulgar información a los buscadores de la verdad para que se sepa lo que puede provocar el HAARP si se le permite seguir adelante. Muchos otros no habían oído hablar de este proyecto hasta ahora, porque allí, en las heladas tierras de Alaska, está suficientemente lejos para evadir una investigación a gran escala, y eso es deliberado.
Una conciencia global del proyecto —la investigación de la población concienciada— alteraría el desarrollo de los experimentos que se están llevando a cabo actualmente en la atmósfera y bajo tierra. Pero debéis saber del HAARP para entender de qué modo el Gobierno Secreto trata de manipular radicalmente la energía de Gaia, tal como sus antecesores lo intentaron con la Ultima Generación. Debéis estar la corriente de lo que se está emitiendo desde los blancos campos nevados de ese laboratorio relativamente desconocido. Tenéis que conocer, hijos de las estrellas, los peligrosos designios que se están trazando una vez más sobre el planeta Tierra, tal como ocurrió entonces…, en los días oscuros de la Atlántida.
Allí, en las tierras remotas de la heladora tundra de Alaska, los científicos militares están generando una potencia mortífera que puede hacer estallar la ionosfera de vuestra atmósfera terrestre emitiendo lo que se mediría (en vuestra terminología) como cien mil millones de vatios de frecuencia de radio del extremo superior del espectro. En sus experimentos, desconocidos para la mayor parte de la población humana, ya están operando al 8-10% de esa fuerza colosal.
Han estado incrementando activamente la carga dirigida hacia la ionosfera y ya están trabajando con más frecuencias de radio de más de ocho mil millones de vatios.
El objetivo fundamental del proyecto es el calentamiento deliberado de la ionosfera (de manera muy parecida a cómo el horno microondas calienta vuestra comida). Su intención es estimular los iones de la parte alta de la atmósfera en un intento de manipular ciertas reacciones electromagnéticas, reacciones de especial interés para el poder y que, según los Annunaki, son una absoluta necesidad para el futuro de Nebiru.
A lo largo de estos años habéis tenido ocasión de ver el efecto del HAARP sobre vuestro mundo. Nos estamos refiriendo de manera especial a los años 1997 y 1998 del calendario terrestre, cuando la emisión HAARP se incrementó sustancialmente, elevando de manera anormal la temperatura de la ionosfera. La respuesta de Gaia se extendió violentamente sobre su superficie en forma de volcanes, inundaciones, tornados, sequías y pestilencia. La comunidad científica «libre», que no posee información de los experimentos encubiertos que se están llevando a cabo en Alaska, explicó esta catástrofe sin precedentes como «el efecto El Niño», explicación que la población humana en general aceptó como un fenómeno natural.
Es cierto… que eso que vuestra comunidad científica ha identificado como efecto El Niño ha existido desde hace tiempo como fenómeno geofísico terrestre; no queremos indicar que esto no es así. Más bien, lo que hemos observado es que su fuerza y, consecuentemente, sus manifestaciones, han quedado exacerbadas por la alteración humana del cuerpo áurico de la Tierra: el calentamiento global, las emisiones tóxicas, la extensión de residuos químicos y bacteriológicos, los pensamientos negativos de la conciencia colectiva humana y la fuerza creciente con que el HAARP bombardea las capas altas de la atmósfera terrestre.
Existen otros signos…, extraños accidentes que ya no pueden explicarse como «naturales». Habéis empezado a ver rayos que aparecen en el cielo sin nubes, causando pavorosas e «inexplicables» reacciones eléctricas en vosotros. Habéis oído que grandes pedazos de hielo están cayendo de la nada, golpeando las calles de vuestras ciudades como si el cielo quisiera vengarse.
Otros, los más sensibles de vosotros, estáis sintiéndoos molestamente «electrificados» como si alguna corriente sutil os recorriera desde la coronilla hasta la planta de los pies y, en ciertas áreas de Norteamérica, eso es exactamente lo que está ocurriendo. Ésta es una de las capacidades del Proyecto HAARP, cuyas emanaciones sobre ciertas áreas geográficas específicas puede interferir y desviar la energía kundalini que asciende desde los chakras inferiores por los caminos laterales de vuestros meridianos: los canales de energía Ida y Pingala. Es un modo de manteneros bloqueados en los chakras inferiores… ¿y no sería ésa la intención de quienes quieren adueñarse de vosotros?Para los científicos HAARP —los administradores de más alto nivel—, sois animales de laboratorio y vuestras jaulas (los campos electromagnéticos de Gaia) son mucho más interesantes que los seres humanos individuales y otras formas de vida que sufrirán sus efectos. Por lo tanto, preparaos… porque esto sólo es el comienzo de las extrañas alteraciones y sufrimientos que pronto serán habituales para vosotros, a medida que la presión aumente en la olla de las capas altas de la atmósfera terrestre. Sólo es el principio…
Queremos que consideréis con mucho cuidado lo que os estamos diciendo antes de reaccionar a ello… desde un lugar de serenidad y calma. Deseamos provocaros para que empecéis a plantearos preguntas, a prestar más atención, para que os atreváis a hablar. No es nuestra intención molestaros, sino estimularos, porque ahora es de la máxima importancia que tengáis una mayor conciencia de lo que ocurre a vuestro alrededor. Esto es lo que se requiere de vosotros si realmente queréis cambiar vuestro mundo y participar como seres conscientes en la evolución dinámica de vuestra sociedad, de vuestro mundo y de la galaxia.
Y lo más importante es que se trata de vuestra liberación.
Desde nuestro punto de vista, observamos que el verdadero propósito del HAARP es inmensamente mayor de lo que os hemos descrito hasta ahora, y queremos compartir esta información trabajando sobre las ramificaciones de esta tecnología mortal para vosotros… ciudadanos del planeta Tierra.
Reiteramos que el Gobierno Secreto, en este tiempo de cambio revolucionario en la conciencia de Gaia, está determinado a identificar la vibración que puede hacer que el ser de la Tierra resuene como un cáliz y comience a emitir su música: esa vibración electromagnética que indica su wam o nota del alma. Por más fantástico que os parezca, ellos están tratando de conseguir la resonancia con Gaia y utilizar las enormes energías y el gran poder que se liberarían para mucho más que conseguir el simple dominio global o manipular el espíritu humano. Sugerimos que lo que está detrás del proyecto, la intención del poder, es controlar esa enorme fuerza geofísica mediante el dominio de las frecuencias electromagnéticas del planeta, gobernando de paso todas las formas de vida y obteniendo el completo sometimiento de la Tierra, Creen que cuando hayan dado con el latido electromagnético, las oscilaciones de los pensamientos y la canción del alma de Gaia, podrán establecer resonancia entre la Tierra y Nebiru: una conexión cósmica tan intensa que ambos seres quedarán inexorablemente vinculados a través del no-tiempo de su existencia.
¿Por qué? Su desviado plan es crear un vínculo vibratorio tan poderoso que la Tierra atraiga a Nebiru, sacándolo de su curso galáctico por el gélido espacio y haciéndolo pasar por los túneles astrales de vuestra Deidad Solar cuando la totalidad del sistema ascienda. Y están avanzando peligrosamente, porque esto no es tan imposible como os pudiera sonar, habitantes de la superficie de un cuerpo planetario en el espacio material Para quienes han dejado atrás la experiencia de la individualidad (la ilusión de separación), la idea de que los cuerpos celestiales están separados también es extremadamente limitada. En Todo-Lo-Que-Es no existe verdadera separación, porque todo está vibratoriamente ligado e interrelacionado. Por lo tanto, aunque esta descripción de una vinculación planetaria puede rayar en lo ridículo para la mayoría, nosotros confirmamos que es absolutamente posible pensar en estos términos y aspirar a tal grandeza cósmica.
Vuestra raza, dirigida por los Annunaki, ha alcanzado esta fase de desarrollo. Os recordamos que encontrar un hogar estelar ha sido el objetivo de los nebiruanos desde aquellos tiempos remotos de cambios celestiales en que fueron sacados de Sirio. No debería sorprenderos que ahora estén poniendo todo tipo de frenos, en el momento del ascenso de vuestra Deidad Solar a la cuarta dimensión. Es ahora o nunca.Al final de la Atlántida, los señores Annunaki intentaron establecer este mismo tipo de vínculo energético entre los dos planetas, porque este plan estaba orquestado desde hace mucho tiempo. Fue esta experimentación con las fuerzas primordiales de la Tierra la que causó el hundimiento de todo un continente, la que hizo que hubiera tsunamis e inundaciones en la mayor parte de vuestro mundo: la noche oscura del invierno sin sol durante largo tiempo sobre la faz de la Tierra. Si los atlantes hubieran trabajado con el tipo de dispositivos que se están utilizando en las instalaciones HAARP, los resultados podrían haber sido muy, muy distintos.
-Ó ¿Qué sucedería si se llegara a esta situación inimaginable, si se consiguiera la vinculación planetaria entre Gaia y Nebiru? ¿Qué significaría eso para los residentes de la Tierra, humanos, animales y plantas?
Es esencial que comprendáis el proceso kármico. Nebiru, el vagabundo, ha elegido evolucionar mucho más lentamente que los seres planetarios de vuestra Deidad Solar. Ese planeta no puede alcanzar la ascensión simplemente deslizándose en la longitud de onda terráquea, porque eso, finalmente, es de lo que estamos hablando aquí. Todos venimos a «hacer el trabajo»; ni siquiera los grandes seres celestiales son una excepción al Plan Divino. No existen atajos en nuestro retorno a TodoLo-Que-Es. Este es el camino y la gloria del Espíritu.
Sin embargo, más vale que el HAARP sea desarmado antes de que los científicos, con sus confusos experimentos (su abuso demente de las energías terráqueas), produzcan más alteraciones del cuerpo áurico de vuestro planeta. A medida que vuestra Deidad Solar se prepara para su ascensión, las tormentas, llamaradas solares y explosiones han de ser procesadas en la ionosfera, el ser externo de Gaia, y estos sucesos son aspectos esenciales tanto de su conversión como de la vuestra. Son manifestaciones vitales de la mutación de la materia —reflejos de la deidad consciente— y ahí no deben producirse interferencias de los perversos técnicos del control.
Vuestra rebelión puede anular a los transmisores… pero debe hacerse a través de la resistencia pacífica, porque de otro modo el poder encontrará la excusa que necesita para destruiros. Vuestra mente colectiva —la conciencia enfocada de muchos— puede desviar el bombardeo energético y remediar la desarmonía a cualquier nivel. Vuestra fuerza es vuestra claridad, unidad e intención. Tratad de revelar lo que se encuentra oculto y contad la verdad a todos los que estén dispuestos a escuchar.
Humanos antes que científicos desvanecen delante de ellos la ignorancia en la que nos hemos mantenido a pesar del vacío creado por la Religión Científica de nuestros días que continúa error tras error monopolizando el saber y entender de una Humanidad sometida y esclava en aras del progreso y del desarrollo de una ciencia sin conciencia sobre la verdadera esencia del llamado planeta earth.
El biólogo Sheldrake lanzó una propuesta reflejada en su libro "Siete experimentos que pueden cambiar el mundo"en el que incita a los curiosos a llevar a cabo una serie de experimentos e investigar las fuerzas, campos que influyen sobre nosotros y sobre la Naturaleza cuando llevamos a cabo experimentos en cualesquiera de las disciplinas del saber humano, acuñando nuevos términos y conceptos como campo mórfico, resonancia mórfica, que han dado nueva luz y perspectiva a la Biología, Psicología, Sociología ...
El campo mórfico pretende definir la existencia de un patrón o estructura energética que sería la que organiza la vida de los miembros de todas y cada una de las especies existentes y que se encargaría de "informar" a las células sobre cómo deben disponerse para formar al individuo de cada especie, determinando de manera sutil los movimientos, tendencias y comportamientos de todos los ejemplares de la misma.
El campo mórfico nos se encontraría en los genes, sino que se "ubicaría" en el exterior de cada individuo concreto. Sería el depositario de la información esencial que permite que la vida se desarrolle. Según Sheldrake, en los campos mórficos residiría buena parte de lo que actualmente llamamos instinto (que suele ubicarse, sin prueba alguna, en algún rincón del cerebro). También sería la fuente u origen de los sentimientos religiosos o místicos. En suma, el campo mórfico no pertenecería al mundo físico, sino que sería inmaterial y constituiría una especie de memoria colectiva.
¿Y la resonancia mórfica?
Sería una vía mediante la cual el conocimiento se transmite instantáneamente entre los miembros de una especie y ello independientemente del espacio y del tiempo.
La respuesta-reacción de los científicos reduccionistas fue brutal y directa como es de esperar cuando una bocanada fresca de conocimiento nuevo se hace sentir bajo las anquilosadas posaderas de los gerifaltes y voceros de una gerontocracia que yace muy cómoda y quiere impedir con todas sus fuerzas que sus viejos paradigmas sean mínimamente modificados.
Sheldrake con sus trabajos está queriendo decirnos que no existen leyes inmutables, solo existen hábitos y las llamadas constantes no serían mas que el reflejo temporal de unos hábitos muy asentados pero que se pueden ver modificados. En otros términos Sheldrake nos quiere decir que en la Naturaleza hay complejísimos sistemas en los que el todo y las partes están en continúa relación buscando el equilibrio. Por eso, cuando creemos que hemos encontrado una constante, en realidad se trata de la manifestación de un momento de estabilidad.
Estudiosos y agudos observadores como nuestros científicos se han sumergido previamente, décadas, en las enseñanzas mas antiguas de Oriente de la que extrajeron la importancia que representaba para la consecución de sus objetivos la compresión y conocimiento de la antes mencionada Geometría Sagrada, considerada ésta como la estructura morfogénica que se encuentra tras la propia realidad y constituye el soporte de las matemáticas.
La mayoría de los físicos y los matemáticos creen que los números constituyen el primer lenguaje de la realidad, pero de hecho es la Forma la que genera todas las leyes de la física.
Los campos morfogenéticos o campos mórficos llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin perdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente.
"La teoría de la causación formativa se centra en cómo las cosas toman sus formas o patrones de organización. Así que cubre la formación de galaxias, átomos, cristales, moléculas, plantas, animales, células, sociedades. Cubre todas las cosas que tienen formas, patrones o estructuras o propiedades auto-organizativas. Todas estas cosas se organizan por sí mismas. Un átomo no tiene que ser creado por algún agente externo, se organiza solo. Una molécula y un cristal no es organizado por los seres humanos pieza por pieza sino que cristaliza espontáneamente. Los animales crecen espontáneamente. Todas estas cosas son diferentes de las máquinas, que son artificialmente ensambladas por seres humanos. Esta teoría trata sistemas naturales auto-organizados y el origen de las formas. Y asume que la causa de las formas es la influencia de campos organizativos, campos formativos, que llamo campos mórficos. El rasgo principal es que la forma de las sociedades, ideas, cristales y moléculas dependen de la manera en que tipos similares han sido organizados en el pasado. Hay una especie de memoria integrada en los campos mórficos de cada cosa auto-organizada. Concibo las regularidades de la naturaleza como hábitos más que cosas gobernadas por leyes matemáticas eternas que existen de alguna forma fuera de la naturaleza".
La teoría cuántica se puede relacionar con los campos mórficos precisamente por su similar aspecto espacial que implica conexiones a distancia imposibles de explicar con las leyes de la física tradicional.
El aspecto de la no localización de esta teoría en lo que se refiere a que las partes del sistema cuántico alguna vez unidas conservan una conexión inmediata a distancia es asombroso y a la vez contradictorio en relación con lo conocido; pudiéndose representar en forma matemática como un campo de múltiples posibilidades.
Tal como sucede con los átomos y las moléculas, se puede inferir que así también ocurre con los miembros de los mismos grupos sociales cuando se separan, que conservan el mismo tipo de conexión.
La teoría del físico matemático David Bohm del orden implicado, que imagina un orden replegado que subyace al orden explicitado en la naturaleza, también resulta compatible con la idea de los campos mórficos.
Estas relaciones también han sido investigadas por los físicos cuánticos Amit Goswami, norteamericano y por el alemán Hans-Peter Dürt.
La existencia de los campos mórficos se pueden probar más por sus efectos que en forma directa y la mejor manera de comprenderlos es trabajando directamente con grupos de organismos organizados.
Estas sociedades de individuos pueden transmitirse información a distancia sin estar conectados por medios sensoriales conocidos.
Es difícil comprender por medios tradicionales cómo se comunican las bandadas de pájaros para cambiar de dirección con rapidez y sin chocar unos con otros.
De la misma forma es difícil conocer la real naturaleza de los vínculos humanos, que se llevan consigo a todos lados sus significados, presintiendo a distancia las emociones de sus afectos.
Se puede inferir que los campos mórficos trascienden el cerebro y nos une a los objetos que percibimos proporcionándonos la capacidad de afectarlos con nuestra atención e intención.
De manera, que con sólo mirarlas podríamos influir en las cosas; y esto se puede comprobar cuando nos damos cuenta que alguien nos está mirando desde atrás.
Siguiendo a Rupert Shaldrake, la resonancia mórfica en biología representa la existencia de una memoria intrínseca en el comportamiento de los organismos.
A diferencia del instinto o morfogénesis, la resonancia mórfica evoluciona en formacolectiva, observándose adaptaciones en gran escala en todo el mundo a grandes distancias, haciéndose habitual.
Los caballos hace medio siglo solían lastimarse con los alambrados en los campos. En ese tiempo toda la especie aprendió a evitar el alambre de púas. Y no solamente reaccionan en forma diferente frente a este obstáculo sino que en general no reaccionan como sus predecesores.
Lo mismo pasa con la juventud actual, no reaccionan como lo hacían sus ancestros, aunque no difiera su educación.
El concepto de resonancia mórfica permite comprender mejor el aprendizaje humano, incluyendo la adquisición del lenguaje.
Las observaciones realizadas por lingüistas como Noam Chomsky, han revelado que es imposible explicar la rapidez y la creatividad en la adquisición del lenguaje solamente en términos de imitación. Este proceso se hace evidente cuando vemos la evolución de nuevos lenguajes que se desarrollan con suma rapidez.
Los niños suelen agregar complejidad gramatical en palabras simples llegando a elaborar un nuevo tipo de lenguaje muy expresivo.
Si es cierto que la resonancia mórfica existe entonces el promedio de rendimiento en los tests de inteligencia debería aumentar, no porque sean más inteligentes sino porque les resultan más fáciles de resolver como resultado de la resonancia mórfica.
El Yo y algunos enigmas
Aísla al sujeto de su entorno haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real
Aísla al sujeto de su entorno haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real
El yo sería una construcción ilusoria que aísla al sujeto de su entorno haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real. Muy probablemente, nuestro cerebro crea la experiencia del yo a partir de una multitud de experiencias. Hoy sabemos que todo lo que experimentamos se procesa en patrones de actividad neural que conforman nuestra vida mental. Y no tenemos ninguna conexión directa con la realidad exterior. Vivimos, pues, en una realidad virtual. Los colores, los sonidos, los gustos y los olores no existen ahí afuera, sino que son atribuciones de nuestra mente.
Estamos tan familiarizados y satisfechos con la experiencia de nuestro yo que preguntarse si realmente ese yo existe parece como si fuese la pregunta de un retrasado mental. Y sin embargo la neurociencia moderna se plantea esa cuestión precisamente, a saber que el yo, como ya decía la filosofía hindú hace más de tres mil años, es maya, palabra del sánscrito que significa engaño, ilusión o lo que no es.
En la filosofía védica se acuñó la palabra Ahamkara, palabra compuesta de Aham, que significa “yo” y kara que designa todo aquello que ha sido creado. El yo sería una construcción ilusoria que aísla al sujeto de su entorno haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real.
Como dice la psicóloga británica Susan Blackmore, la palabra ilusión no significa que no exista, existe como fruto de la actividad cerebral que al parecer genera esa ilusión en nuestro propio beneficio.
Cuando nos levantamos por la mañana nuestro yo se despierta unido a la consciencia. Vuelven los recuerdos del día anterior y los planes para el futuro. En una palabra: nos convertimos en esa persona que identificamos con la palabra “yo”. Todos nosotros tenemos la impresión subjetiva de que dentro de nosotros se esconde la persona que llamamos “yo” y que recibe todas las sensaciones, toma todas las decisiones, recapacita, planifica, aprueba o rechaza. Es como una especie de homúnculo que controla todas las funciones cerebrales.
Teatro cartesiano
El filósofo estadounidense Daniel Dennett llamó a este proceso el Teatro Cartesiano, es decir, una especie de quimera de que en alguna parte del cerebro existe un lugar donde todos los sucesos mentales convergen y son experimentados.
En el siglo XVIII, el filósofo escocés David Hume ya dijo que no había ninguna prueba de que ese lugar existiese. Además se ha argumentado que la existencia de un homúnculo requeriría otro homúnculo dentro del primero y así sucesivamente.
David Hume decía: “Por mi parte, cuando entro más íntimamente en lo que llamo mí mismo (myself) siempre tropiezo con alguna percepción particular de calor o frío, luz o sombra, amor u odio, dolor o placer. En ningún momento puedo nunca cogerme a mí mismo sin una percepción, y nunca puedo observar nada excepto la percepción. Cuando desaparecen mis percepciones por algún tiempo, como cuando estoy profundamente dormido, durante tal tiempo estoy insensible a mí mismo y puede en verdad decirse que no existo”.
Como vemos, para Hume el yo no es más que un haz de percepciones. Veinticuatro siglos antes Gauthama Budahabía llegado a la misma conclusión.
La hipótesis del alma
Naturalmente existe la hipótesis de un ente inmaterial, al que se le ha llamado alma, que controlaría todas las funciones cerebrales. El problema es que con ella no resolvemos nada.
Primero, porque el dualismo cartesiano siempre tuvo problemas para explicar cómo un ente inmaterial es capaz de mover la materia cerebral sin tener energía, lo que violaría las leyes de la termodinámica. En segundo lugar, porque la hipótesis del alma nos da una explicación, pero invalida cualquier investigación ulterior ya que la creencia en ella hace superfluo cualquier esfuerzo por conocer cuáles son las razones y los mecanismos de lo que hemos llamado la ilusión del yo.
Además, la hipótesis del alma no es una hipótesis científica porque no es ni confirmable ni falsable, siguiendo los criterios del filósofo austriaco Karl Popper.
No tenemos ninguna prueba de la existencia de algo permanente en nosotros mismos. Todo lo que nos rodea y todo lo que somos, biológicamente hablando, es efímero y perecedero.
Si el yo es la suma de nuestros pensamientos y acciones, entonces ese yo es fruto de la actividad cerebral. Lesiones cerebrales graves pueden producir un cambio de personalidad, y el mismo efecto puede tener lugar con la ingesta de drogas.
A pesar de que el yo sea un producto cerebral, no existe ningún lugar en el cerebro en el que pueda localizarse. Muy probablemente, nuestro cerebro crea la experiencia del yo a partir de una multitud de experiencias, tanto las que llegan a través de nuestros sentidos como las que hemos almacenado en nuestra memoria.
Sabemos que el cerebro construye un modelo del mundo exterior y que teje las experiencias para formar una historia coherente que le permita interpretar y predecir futuras acciones.
Generamos una simulación del mundo exterior para anticipar lo que vamos a hacer en él en el futuro y, de esa manera, asegurar la supervivencia. Esa sería la razón por la que preferimos un modelo de la realidad antes que la realidad misma.
Desconectados de la realidad
No tenemos una conexión directa con la realidad, como ya dijo el filósofo alemán Immanuel Kant. Kant afirmaba que incluso antes de que haya un pensamiento, antes de que podamos conocer algo sobre el mundo o sobre nosotros mismos, tiene que haber un yo unificado como sujeto de la experiencia. Colocó ese yo unificado y primordial en el centro de su propia filosofía y argumentaba que ese yo interno creaba coherencia y prestaba ayuda a nuestra experiencia y nuestra percepción.
Hoy sabemos que todo lo que experimentamos se procesa en patrones de actividad neural que conforman nuestra vida mental. Y no tenemos ninguna conexión directa con la realidad exterior. Vivimos, pues, en una realidad virtual.
La filosofía hindú también considera la realidad exterior como maya, ilusión. Ya en el pasado se conocía que las llamadas cualidades secundarias dependían del sujeto que las experimentaba, como afirmaba Descartes. Y el filósofo napolitano Giambattista Vico lo expresa claramente en su libro La antiquísima sabiduría de los italianos de la manera siguiente: “si los sentidos son facultades, viendo hacemos los colores de las cosas, degustándolas sus sabores, oyéndolas sus sonidos, y tocándolas, hacemos lo frío y lo caliente”.
El filósofo empirista irlandés, el obispo George Berkeley, decía que sólo conocemos lo que percibimos, de manera que sus contemporáneos discutieron si cuando caía un árbol en el bosque y nadie estuviera presente para escucharlo haría algún ruido.
Por lo que hoy sabemos no habría ningún ruido, ya que el sonido no es ninguna cualidad de la realidad absoluta, sino sólo de la nuestra. Los colores, los sonidos, los gustos y los olores no existen ahí afuera, sino que son atribuciones de nuestra mente.
Ahí afuera no existen más que radiaciones electromagnéticas de distintas longitudes de onda que incidiendo sobre nuestros receptores producen potenciales eléctricos, los potenciales de acción, que son todos iguales provengan del ojo, del oído, del gusto, del olfato o del tacto.
Es en las distintas regiones de la corteza donde se atribuyen las cualidades secundarias. De ahí que la lesión de la región cortical donde se procesa la visión cromática tenga como resultado que el paciente se vuelva acromático y no sólo no vea colores, sino que ni siquiera sueñe con ellos.
En la construcción de ese mundo interior, si falta alguna información, el cerebro la suple para generar una historia plausible aunque no sea completamente exacta.
El cerebro crea el yo consciente
De la misma manera, el cerebro crea el yo consciente, aunque aún no sepamos cómo, y a partir de la actividad neuronal se pasa a un concepto tan abstracto como ese.
El yo sería una construcción ilusoria que aísla al sujeto de su entorno haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real.
Tanto lo que llamamos yo como la consciencia son construcciones cerebrales que encierran el gran problema de la neurociencia, a saber, cómo se pasa de la actividad neuronal a las impresiones subjetivas. Es lo que el filósofo australiano David Chalmers ha llamado el “problema difícil” de la consciencia. El paso de lo objetivo a lo subjetivo.
¿Qué sentido tendría esa ilusión del yo? Se ha argumentado que la razón es simplemente la función de predecir la conducta de los otros. Si creo que dentro de mí existe una persona que se comporta como cualquier otra, puedo predecir el comportamiento de los demás observando esa persona dentro de mí. La autoconsciencia sería, pues, el invento del yo para saber qué harán los otros.
El neurólogo indio afincado en Estados Unidos Vilayanur Ramachandran cree que el yo no es una propiedad holística de todo el cerebro, sino que surge de la actividad de series de circuitos que están distribuidos por todo el cerebro e interconectados entre sí.
El pionero de la inteligencia artificial, Marvin Minsky, dice que la auto-consciencia es un segundo mecanismo paralelo desarrollado para generar representaciones de otras representaciones más antiguas.
Y el psicólogo inglés, Nicholas Humphrey, supone que nuestra capacidad de introspección puede haberse desarrollado específicamente para construir modelos de la mente de otras personas para poder predecir su conducta.
Esta última afirmación nos llevaría a relacionar la auto-consciencia con las neuronas espejo, que nos permiten“reflejar” en el cerebro actos motores, pero también emociones e intenciones de los demás. En esto también está Ramachandran de acuerdo.
¿Sólo un yo?
Habría que preguntarse si existe sólo un yo. No hace tanto tiempo se buscaba afanosamente la memoria, asumiendo que era una sola entidad. Hoy sabemos que hay distintos tipos de memoria con distintas localizaciones en el cerebro.
Lo mismo ha ocurrido con la inteligencia, y hoy se definen varios tipos de inteligencia. Por ello hay que preguntarse si no ocurrirá lo mismo con el yo.
Ramachandran habla, por ejemplo, de diversos yos, o al menos de distintos aspectos del yo, como por ejemplo el sentido de unidad, la multitud de sensaciones y creencias, el sentido de la continuidad en el tiempo, el control de las propias acciones (esto último relacionado con el tema de la libertad o libre albedrío), el sentido de estar anclado en el cuerpo, el sentido de la propia valía, dignidad y mortalidad o inmortalidad.
Cada uno de estos aspectos puede estar mediado por centros diferentes en distintas partes del cerebro y que, por conveniencia, los agrupamos a todos en una sola palabra: yo. Precisamente el aspecto más extraño de todos: el ser consciente de uno mismo es lo que Ramachandran supone que depende de las neuronas espejo.
Hay casos clínicos que muestran que existen muchas regiones cerebrales que juegan un papel en la creación y mantenimiento del yo, pero no existe ningún centro en donde se reúna todo físicamente.
Aparte del lóbulo frontal, donde se descubrieron estas neuronas por vez primera, existen numerosas neuronas espejo en el lóbulo parietal inferior, una estructura que ha experimentado una gran expansión en los grandes simios y en el hombre.
Esta región se dividió en dos giros: el giro supramarginal que nos permite “reflejar” nuestras acciones anticipadamente, y el giro angular, que nos permite “reflejar” nuestro cuerpo, en el hemisferio derecho, y otros aspectos sociales y lingüísticos del yo en el hemisferio izquierdo.
La hipótesis de la relación de estas neuronas con la auto-consciencia supondría que utilizamos las neuronas espejo para mirarnos a nosotros mismos como si alguien lo estuviera haciendo. Y el mismo mecanismo que se desarrolló para adoptar el punto de vista de otro se volvió hacia adentro para mirar el propio yo. De manera que “auto-consciente” sería ser consciente de otros siendo consciente de mí mismo.
El yo como construcción cerebral
Que el yo unificado puede ser una construcción cerebral lo muestran los experimentos realizados por Roger Sperry(Nobel 1981) y Michael Gazzaniga en sujetos con cerebro escindido o dividido.
En pacientes que sufrían de epilepsia, con un foco en un hemisferio, y para evitar que se crease un “foco especular” en el otro hemisferio, cirujanos norteamericanos hace unas décadas seccionaban el cuerpo calloso e incluso en algunos pacientes también la comisura anterior.
Los experimentos mostraron que al hacerlo los cirujanos partieron literalmente en dos el yo, ya que aparecieron dos personas distintas con gustos y aficiones diversas y a veces contradictorias. En estos pacientes podía ocurrir que una mano abriese un cajón y la otra intentase cerrarlo.
Preguntado el hemisferio no parlante de uno de estos sujetos, generalmente el derecho, que qué profesión quería ejercer en el futuro, respondió, mediante la utilización de letras del juego Scrabble, que quería ser corredor de fórmula uno, cuando el hemisferio parlante había siempre afirmado querer ser diseñador gráfico. Y el neurólogo Ramachandran tuvo un paciente que respondía con el hemisferio izquierdo creer en Dios y con el hemisferio derecho ser ateo.
La división de las conexiones entre los dos hemisferios había creado un segundo yo hasta ahora desconocido porque el yo del hemisferio dominante o parlante se había considerado el único.
Resultados sorprendentes
Uno de los resultados más sorprendentes de estos experimentos fue la capacidad de interpretación del hemisferio izquierdo de la conducta iniciada por el hemisferio derecho.
Si se le enviaba una señal al hemisferio derecho que decía “andar”, el sujeto se ponía en marcha. Y preguntado el sujeto verbalmente que por qué lo hacía, el hemisferio izquierdo parlante respondía que iba a buscar una coca-cola, cualquier otra excusa o simplemente que tenía ganas de hacerlo.
Este fenómeno es algo parecido a lo que ocurre cuando se hipnotiza a una persona y se le ordena, ya hipnotizado, que ande a cuatro gatas por la alfombra. Si en ese momento el hipnotizador lo despierta y le pregunta qué hace andando a cuatro gatas, el sujeto puede responder que porque se le había caído una moneda.
El hemisferio izquierdo, cuando no conoce las razones de la conducta del organismo, se inventa una historia plausible para interpretarla. En otras palabras: para ese yo del hemisferio izquierdo una historia plausible, pero falsa, es mejor que ninguna.
Esta capacidad que llevó a su descubridor Michael Gazzaniga a llamar al cerebro dominante “el intérprete” se ve aún más claro en el siguiente experimento.
Si se le proyecta a uno de estos pacientes un paisaje nevado al hemisferio derecho y la cabeza de una gallina al hemisferio izquierdo y luego se le pide que elija con cada mano entre varias imágenes que se les proyecta la que estuviese más relacionada con lo que habían visto, la mano derecha, controlada por el hemisferio izquierdo, elegía una gallina, y la mano izquierda, controlada por el hemisferio derecho, una pala.
Pero si se le preguntaba al paciente que por qué había elegido con la mano izquierda una pala respondía que para limpiar la porquería del gallinero.
Engaños cerebrales
Para el yo izquierdo, repito, es mejor tener una historia plausible, aunque sea falsa, que no tener ninguna. La capacidad de suplir información que falta por parte del cerebro es lo que constituye los engaños tanto ópticos como de otro tipo a los que estamos acostumbrados.
Pensemos, por ejemplo, cómo el cerebro cubre la información que falta en aquella parte de la retina que no tiene receptores visuales por la salida del nervio óptico, es decir, la mancha ciega que no se traduce en un escotoma en el campo visual.
Antes hablamos de casos clínicos en los que se produce una fragmentación del yo o la pérdida de uno de sus aspectos.
Uno de estos casos es la asomatognosia, o la falta de reconocimiento de una parte del cuerpo, que suele ocurrir tras una apoplejía con extensas lesiones de la corteza cerebral. La asomatognosia es una fragmentación del yo.
Otro ejemplo es el síndrome de negligencia hemiespacial, que ocurre por lesiones del lóbulo parietal derecho, en el que el paciente ignora, o más bien no atiende, a la mitad izquierda de su campo visual.
Otro síntoma que afecta al yo personal es la anosognosia, o negación de la enfermedad. Un caso especial de anosognosia es el síndrome de Anton, o inconsciencia de la ceguera. Gabriel Anton describió uno de los primeros ejemplos de falta de consciencia de la ceguera en 1899.
Generalmente, las tres condiciones: asomatognosia, negligencia hemiespacial y anosognosia suelen ocurrir juntas por lesiones del hemisferio derecho.
Límites del yo personal
Los límites del yo personal son más dinámicos que rígidos. Hay cosas ego-cercanas, como el propio cuerpo, la mujer o el marido, los miembros de la familia. Por otra parte, los objetos que no tienen un significado especial para nosotros son considerados ego-distantes.
Ejemplos de alteraciones de las relaciones del yo son los fenómenos conocidos como déjà vu y jamais vu, o sea ya visto y jamás visto, en los que el paciente tiene la impresión de haber visto ya algo que no ha podido ver antes, o lo contrario, la impresión de no haber visto nunca algo que sí conoce. Esto está en relación con el sentido de familiaridad, sentido emocional que depende del sistema límbico, concretamente de la amígdala.
El individuo sano tiene una relación integrada y normal con el mundo. Nuestras relaciones con el mundo y con otras personas están en un equilibrio delicado y ese equilibrio se mantiene de manera automática e inconsciente. No somos conscientes de él hasta que no es violentado.
En 1923, el psiquiatra francés Jean-Marie Joseph Capgras describió un caso, el de Madame M., una mujer de 53 años que se quejaba que impostores habían sustituido a su marido, a sus hijos e incluso a ella misma. Su marido había sido asesinado y los impostores lo habían sustituido por otra persona. A este fenómeno lo llamó “l’illusion de sosies”.
Sosia es en español una persona que se parece tanto a otra que es confundida con ella. El nombre proviene de la mitología griega en la que se cuenta la historia de Zeus que se transformó físicamente en la persona de Anfitrion para seducir a su mujer Alcmena. Temeroso de que la criada de Alcmena, Sosia, la alertase del engaño, hizo que Hermes se convirtiese en Sosia. El engaño tuvo éxito y Alcmena dio a luz a dos mellizos: uno, hijo de Zeus: Hércules; el otro, hijo de Anfitrion: Iphicles. De ahí que el nombre sosie signifique en francés doble.
El síndrome de Capgras está probablemente generado por la pérdida de la conexión entre el reconocimiento de caras, localizado en el giro fusiforme, y el sistema límbico, especialmente la amígdala, que le da significación emocional a los estímulos sensoriales. El paciente reconoce las caras, pero no son familiares para él, por lo que supone que son impostores o dobles.
Cuatro años tras la publicación del síndrome de Capgras, dos médicos franceses, Courbon y Fail, publicaron un artículo titulado: “El síndrome de la ilusión de Frégoli y la esquizofrenia”. Courbon y Fail le dieron este nombre por Leopoldo Frégoli, famoso actor italiano en Francia por su extraordinaria capacidad de imitación. Estos pacientes encontraban a personas a su alrededor conocidas, aunque nunca las habían visto antes, es decir, lo contrario que los pacientes con síndrome de Capgras. El síndrome de Frégoli puede interpretarse como una super-relación con otras personas y en ese sentido se parece al fenómeno del déjà vu.
Los límites del yo son maleables, no son rígidos. Al yo se le ha comparado con una ameba que cambia su forma y sus márgenes. Un ejemplo de ello es lo que ocurre con los experimentos que utilizan una mano de goma. Si se oculta la mano izquierda de un sujeto y se acarician simultáneamente la mano izquierda y la mano de goma con un punzón o pincel, al cabo de unos minutos el sujeto siente que la mano de goma forma parte de su cuerpo. La fusión de la información táctil y visual en el cerebro crea esa ilusión.
Las memorias de todas las experiencias de la vida son muy importantes para la creación y mantenimiento del yo. Nuestra identidad es la suma de nuestros recuerdos, pero esos recuerdos se modifican por el contexto en el que se producen y, a veces, simplemente son confabulaciones. Con otras palabras: no podemos fiarnos completamente de ellos, de manera que el propio yo queda en entredicho. Por otra parte, sin un sentido del yo los recuerdos no tienen ningún sentido y, sin embargo, ese yo es un producto de nuestros recuerdos.
Dos tipos de yo
Personalmente pienso que existen al menos dos tipos de yo o de consciencia: una a la que llamo “consciencia egoica”, que es la consciencia normal que solemos tener en la vigilia, aunque haya también diversos niveles, y que se caracteriza por un pensamiento dualista característico de nuestra capacidad lógico-analítica. Y una segunda consciencia que llamo “consciencia límbica” que es la que nos permite acceder a una especie de “segunda realidad”, que es a la que llega el chamán, o el místico, mediante ciertas técnicas y que genera la sensación de trascendencia.
La llamo consciencia límbica porque se debe a la hiperactividad de determinadas estructuras límbicas que se encuentran en la profundidad del lóbulo temporal. Su estimulación eléctrica o magnética es capaz de producir experiencias llamadas espirituales, religiosas, numinosas o de trascendencia. Ambas consciencias son antagónicas y una condición para que se produzca esta última es la anulación de la consciencia egoica, algo que conoce hace siglos la filosofía oriental.
Es de suponer que la consciencia egoica es dependiente de estructuras cerebrales filogenéticamnete más modernas, como la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior, mientras que la consciencia límbica supone la dependencia de estructuras más antiguas pertenecientes al cerebro emocional o sistema límbico.
En resumen: el yo, como construcción cerebral, no tiene una localización exacta en el cerebro y es posible que existan distintos tipos de yo o de consciencia. Sus límites no son fijos y tanto ciertos experimentos como la patología nos muestra su fragilidad. Llama la atención el hecho de que atribuyamos al yo la mayoría de la actividad cerebral, cuando en realidad el yo racional es una instancia tardía en comparación con el inconsciente que gobierna la inmensa mayoría de nuestra actividad cerebral al servicio de la supervivencia.
El Hombre de Vitruvio En su Studio (Real Academia de Venecia), también conocido como El hombre de Vitruvio, Leonardo da Vinci realiza una visión del hombre como centro del Universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado. El cuadrado es la base de lo clásico: el módulo del cuadrado se emplea en toda la arquitectura clásica, el uso del ángulo de 90º y la simetría son bases grecolatinas de la arquitectura. En él se realiza un estudio anatómico buscando la proporcionalidad del cuerpo humano, el canon clásico o ideal de belleza.
Sigue los estudios del arquitecto Vitruvio (Marcus Vitruvius Pollio) arquitecto romano del siglo I a.c. a quien Julio Cesar encarga la construcción de máquinas de guerra. En época de Augusto escribió los diez tomos de su obra De architectura, que trata de la construcción hidráulica, de cuadrantes solares, de mecánica y de sus aplicaciones en arquitectura civil e ingeniería militar. Vitrubio tuvo escasa influencia en su época pero no así en el renacimiento ya que fue el punto de partida de sus intentos y la justificación de sus teorías.
Su obra fue publicada en Roma en 1486 realizándose numerosas ediciones como la de Fra Giocondo en 1511, Venecia o la de Cesare Cesarino en 1521, Milán, dedicada a Francisco I. Parece indudable que Leonardo se inspiró en el arquitecto romano.
Las Proporciones del Hombre de Vitruvio “Vitrubio el arquitecto, dice en su obra sobre arquitectura que la naturaleza distribuye las medidas del cuerpo humano como sigue: que 4 dedos hacen 1 palma, y 4 palmas hacen 1 pie, 6 palmas hacen 1 codo, 4 codos hacen la altura del hombre. Y 4 codos hacen 1 paso, y que 24 palmas hacen un hombre; y estas medidas son las que él usaba en sus edilicios.
Si separas la piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero.
La longitud de los brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. Desde el nacimiento del pelo hasta la punta de la barbilla es la décima parte de la altura de un hombre; desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza es un octavo de su estatura; desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza será un sexto de un hombre.
Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte del hombre completo.
Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza será la cuarta parte del hombre.
La anchura mayor de los hombros contiene en sí misma la cuarta parte de un hombre.
Desde el codo a la punta de la mano será la quinta parte del hombre; y desde el codo al ángulo de la axila será la octava parte del hombre.
La mano completa será la décima parte del hombre; el comienzo de los genitales marca la mitad del hombre.
El pie es la séptima parte del hombre.
Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la cuarta parte del hombre.
Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales será la cuarta parte del hombre.
La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la misma, y, como la oreja, una tercera parte del rostro».
La anterior es la traducción completa del texto que acompaña al Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. En realidad es una traducción de las palabras de Vitrubio pues el dibujo de Leonardo fue originalmente una ilustración para un libro sobre las obras de Vitrubio.
El Hombre de Vitruvio es probablemente una de las imágenes más famosas y reconocibles de Leonardo. (En El Código Da Vinci es también la obra de Da Vinci favorita de Sophie Neveu y es asimismo la postura en la que su abuelo. Jacques Sauniére. colocó su cuerpo antes de morir).
Carteles con la imagen del hombre con dos pares de brazos extendidos y dos pares de piernas también extendidas han adornado muchas paredes durante al menos un par de generaciones. Vitruvio fue un escritor, ingeniero y arquitecto romano de finales del siglo 1 a. de C. y principios del siglo 1 de nuestra era. Su único libro existente, De Architectura, contiene diez enormes capítulos enciclopédicos en los cuales trata distintos aspectos de la planificación, ingeniería y arquitectura de la ciudad romana, pero también una sección acerca de las proporciones humanas. Su redescubrimiento y su renovado auge durante el Renacimiento alimentaron el crecimiento del clasicismo durante aquel periodo, e incluso en los posteriores.
La composición del Hombre de Vitruvio, tal y como fue ilustrada por Leonardo da Vinci, se basa por entero en el tratado del propio Vitruvio citado anteriormente sobre las dimensiones del cuerpo humano, que ha probado ser en buena parte conecto. El énfasis se pone, al construir la composición, en la racionalización de la geometría, por medio de la aplicación de números enteros pequeños.
El hombre de Vitrubio es un claro ejemplo del enfoque globalizador de Leonardo que se desarrolló muy rápidamente durante la segunda mitad de la década de 1480. Trataba de vincular la arquitectura y el cuerpo humano, un aspecto de su interpretación de la naturaleza y del lugar de la humanidad en el "plan global de las cosas". En este dibujo representa las proporciones que podían establecerse en el cuerpo humano (por ejemplo, la proporción áurea). Para Leonardo, el hombre era el modelo del universo y lo más importante era vincular lo que descubría en el interior del cuerpo humano con lo que observaba en la naturaleza.
La Divina Proporción Durante los últimos siglos, creció el mito de que los antiguos griegos estaban sujetos a una proporción numérica específica, esencial para sus ideales de belleza y geometría. Dicha proporción es conocida con los nombres de razón áurea ó divina proporción. Aunque recientes investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción con la estética griega, esta sigue manteniendo un cierto atractivo como modelo de belleza.
Matemáticamente nace de plantear la siguiente proporcionalidad entre dos segmentos y que dice así:
"Buscar dos segmentos tales que el cociente entre el segmento mayor y el menor sea igual al cociente que resulta entre la suma de los dos segmentos y el mayor"
Sean los segmentos: A: el mayor y B el menor, entoces planteando la ecuación es:
A/B =(A+B)/A
Cuando se resuelve se llega a una ecuación de 2do. grado que para obtener la solución hay que aplicar la resolvente cuadrática.
El valor numérico de esta razón, que se simboliza normalmente con la letra griega "fi" es:
La Sección Áurea Los griegos de la antigüedad clásica creían que la proporción conducía a la salud y a la belleza. En su libro Los Elementos (300 a. C.), Euclides demostró la proporción que Platón había denominado «la sección», y que más tarde se conocería como «sección áurea». Ésta constituía la base en la que se fundaba el arte y la arquitectura griegos; el diseño del Partenón de Atenas está basado en esta proporción. En la Edad Media, la sección áurea era considerada de origen divino: se creía que encarnaba la perfección de la creación divina. Los artistas del Renacimiento la empleaban como encarnación de la lógica divina. Jan Vermeer (1632-1675) la usó en Holanda; pero, años después, el interés por ella decreció hasta que, en 1920, Piet Mondrian (1872-1944) estructuró sus pinturas abstractas según las reglas de la sección áurea.
También conocido como la Divina Proporción, la Media Áurea o la Proporción Áurea, este ratio se encuentra con sorprendente frecuencia en las estructuras naturales así como en el arte y la arquitectura hechos por el hombre, en los que se considera agradable la proporción entre longitud y anchura de aproximadamente 1,618. Sus extrañas propiedades son la causa de que la Sección Áurea haya sido considerada históricamente como divina en sus composiciones e infinita en sus significados. Los antiguos griegos, por ejemplo, creyeron que el entendimiento de la proporción podría ayudar a acercarse a Dios: Dios «estaba» en el número.
Sin duda alguna. es cierto que la armonía se puede expresar mediante cifras, tanto en espacios pictóricos o arquitectónicos, como en el reino de la música o, cómo no, en la naturaleza. La armonía de la Sección Áurea o Divina Proporción se revela de forma natural en muchos lugares. En el cuerpo humano, los ventrículos del corazón recuperan su posición de partida en el punto del ciclo rítmico cardiaco equivalente a la Sección Áurea. El rostro humano incorpora este ratio a sus proporciones.
Si se divide el grado de inclinación de una espiral de ADN o de la concha de un molusco por sus respectivos diámetros, se obtiene la Sección Áurea. Y si se mira la forma en que crecen las hojas de la rama de una planta, se puede ver que cada una crece en un ángulo diferente respecto a la de debajo. El ángulo más común entre hojas sucesivas está directamente relacionado con la Sección Áurea.
En arte y la arquitectura también se han usado con extraordinarios resultados las famosas propiedades armoniosas de a Sección Áurea. 1 las dimensiones de la Cámara Real de la Gan Pirámide se basan en la Sección Áurea; el arquitecto Le Corhusier diseño su sistema Modulor basándose en la utilización de la proporción áurea, el pintor Mondrian basó la mayoría de sus obras en la Sección Áurea: Leonardo la incluyó en muchas de sus pinturas y Claude Dehussy se sirvió de sus propiedades en la música. La Sección Áurea también surge en algunos lugares inverosímiles: los televisores de pantalla ancha, las postales, las tarjetas de crédito y las fotografías se ajustan por lo común a sus proporciones. Y se han llevado a cabo muchos experimentos para probar que las proporciones de los rostros de las top models se adecuan más estrechamente a la Sección Áurea que las del resto de la población. lo cual supuestamente explica por qué las encontramos bellas.
Luca Pacioli, un amigo de Leonardo da Vinci al que conoció mientras trabajaba en la corte de Ludovico Sforza, duque de Milán, escribió un tratado crucial sobre la Sección Áurea, titulado De divina proportione. En este libro, Pacioli intenta explicar el significado de la Divina Proporción de una forma lógica y científica, aunque lo que él creía era que su esquiva cualidad reflejaba el misterio de Dios. Esta y otras obras de Pacioli parece que influyeron profundamente a Leonardo, y ambos se convirtieron en amigos inquebrantables, trabajando incluso juntos sobre problemas matemáticos. El uso de la Sección Áurea es evidente en las obras principales de Leonardo, quien mostró durante mucho tiempo un gran interés por las matemáticas del arte y de la naturaleza. Como el brillante Pitágoras antes que él, Leonardo hizo un estudio en profundidad de la figura humana, demostrando que todas las partes fundamentales guardaban relación con la Sección Áurea. Se ha dicho que la gran pintura inacabada de Leonardo, San Jerónimo, que muestra al santo con un león a sus pies, fue pintada en un intencionado estilo para asegurarse de que un rectángulo dorado (véase entrada) encajara perfectamente alrededor de la figura central. Dada la afición de Leonardo por la «geometría recreativa», esto parece una suposición razonable También el rostro de la Mona Lisa encierra un rectángulo dorado pertecto.
Después de Leonardo, artistas como Ralaei y Miguel ángel hicieron un eran uso de la Sección Áurea para construir sus obras. La impresionante escultura de Miguel Ángel El David se ajusta en varios sentidos a la Sección Áurea, desde la situación del ombligo con respecto a la altura, hasta la colocación de las articulaciones de los dedos.
Los constructores de las iglesias medievales y góticas y de las catedrales europeas también erigieron estas asombrosas estructuras para adaptarse a la Sección Aurea. En este sentido, Dios realmente estaba en los números.
La Secuencia De Fibonacci En el suelo del lugar donde se encuentra el cuerpo de Jacques Sauniére al comienzo del libro hay escritos algunos números. Sophie, su nieta, reconoce la secuencia numérica y la interpreta como una señal de su abuelo, aunque lleva su tiempo que emerja su completa significación. Una vez que ella tiene la llave de la caja de depósitos del banco y comprende que necesita un número de cuenta para tener acceso a ella, las cifras se ordenan ascendentemente para darle la solución.
La secuencia de Fibonacci es una secuencia infinita de número que comienza por: 1, 1, 2, 3, 5,8,13..., en la que cada uno de ellos es la suma de los dos anteriores.
Así: 2=1+1, 3=2+1, 5=3+2, 13=8+5 . Para cualquier valor mayor que 3 contenido en la secuencia, la proporción entre cualesquiera dos números consecutivos es 1,618, o Sección Áurea.
La secuencia de Fibonacci se puede encontrar en la naturaleza, en la que la flor del girasol, por ejemplo, tiene veintiuna espirales que van en una dirección y treinta y cuatro que van en la otra; ambos son números consecutivos de Fibonacci. La parte externa de una piña piñonera tiene espirales que van en sentido de las manecillas del reloj y otras que lo hacen en sentido contrario, y la proporción entre el número de unas y otras espirales tiene valores secuenciales de Fibonacci. En las elegantes curvas de una concha de nautilus, cada nueva circunvolución completa cumplirá una proporción de 1: 1,618, si se compara con la distancia desde el centro de la espiral precedente.
Sabio no es aquel que tiene su mente atiborrada de información.
La verdadera sabiduría consiste en poder ser felices en el mundo tal como es, sin pretender acomodarlo como a nosotros nos gustaría que fuera.
Tu paz interior y tu felicidad dependen de aceptar que no puedes elegir lo que crees que debería ser, pero que sí puedes escoger como quieres ver lo que ya tienes.
Cuando juzgas como buena o mala una situación confundes la realidad con tu interpretación de ella.
Entonces harás que la paz sea imposible para ti, porque tendrás tu mente enfocada en conflictos. Y, por ley de correspondencia, conflictivas serán también las experiencias que el mundo exterior te brinde.
El doctor Hans Jenny (1904-1972), médico y científico suizo, estudió las relaciones entre materia y energía y, respaldado por una metodología muy bien documentada, que puede ser reproducida en los laboratorios, construyó el fundamento de una nueva ciencia, a la que llamó “Cimática” - Cymatics.
Catorce años de experimentación le llevaron a comprobar que el mayor o menor grado de complejidad molecular y evolutiva de un ser depende de las frecuencias de energía que reciba su cuerpo.
Una dimensión es la amplitud determinada de frecuencias vibratorias, que producen en la materia un diseño particular de patrones biológicos. Cambia la frecuencia, y el cuerpo muta en forma correspondiente.
¿Es eso lo que está ocurriendo entonces con la vida en la Tierra, considerando que estamos siendo bombardeados por energías de altísima frecuencia, procedentes del sol central galáctico?
Observemos algunos efectos inmediatos…
¿Has notado como el tiempo se acelera cada día más? Ciertamente, parece transcurrir más rápido porque nuestras células han acelerado su pulso, para adaptarse al incremento del pulso de la Tierra (frecuencia Schumann). Y de la velocidad de ese pulso depende nuestra percepción del tiempo.
El tiempo se ha estado acelerando y continuará haciéndolo en la medida en que nos aproximemos al momento crítico del cambio dimensional.
La llamada resonancia Schumann, o pulso de la Tierra, antes era una constante de 7.8 hertzios, ahora ha subido a 12, y tendrá todavía que elevarse a 13 hertzios. Cuando alcance ese punto, llegará el umbral donde nos estabilizaremos en una octava superior de frecuencia, y se iniciará para nosotros otra etapa de la creación, en una realidad diferente.
Créelo, o no, ahora vives la transición, entre el tiempo lineal que bien conoces, y el infinito del eterno “ahora”.
¿Qué nos ocurre físicamente, cuando se elevan las frecuencias de luz que recibimos?
Igual que en los experimentos de Jenny, un ser vivo recibe esta energía como nueva información, que molecularmente se codifica en el ADN y lo transforma. El primer paso del cambio es hacia el caos, porque el modelo anterior debe disolverse, antes de que se pueda manifestar lo nuevo. En el siguiente paso los patrones se reorganizan en un orden más complejo, produciendo organismos más perfectos.
Si tú eres de aquellos preocupados porque tu energía opera con muchos altibajos, a veces precipitándote en un estado de intensa fatiga; y además oscilas emocionalmente entre la depresión y la euforia.
¡No, no eres un psicópata bipolar!
Simplemente todo tu cuerpo está tratando de afinarse a las nuevas frecuencias de luz. Igual que cuando vas a captar una emisora de radio, tienes que mover hacia adelante y hacia atrás la sintonía hasta captar el punto exacto, así, ahora, oscilas de un estado a otro, hasta lograr un equilibrio.
Ese mismo proceso, físico y emocional, vuelve y fluctúa cada vez que la frecuencia del planeta se eleva un grado más.
Muchas personas, jóvenes y viejas, están presentando fallas de memoria. Esto se debe a la caída acelerada del campo magnético de la Tierra, que produce ese efecto, porque el magnetismo es como el adherente que atrapa los recuerdos. Para poder asimilar lo nuevo, el disco duro de nuestro computador interno necesita ser apagado y luego encendido nuevamente.
El nacimiento del hombre nuevo se dará en el momento en que el campo magnético de la Tierra alcance el punto 0. Solo en esa circunstancia se hace posible completar la reconfiguración de todos nuestros patrones genéticos, y hacerlos aptos para la vida en una dimensión más elevada.
La remodelación del ADN produce oleadas de fatiga y dolor
Hay un período agudo, cuando las frecuencias más altas impactan nuestro cuerpo, seguido de un tiempo más suave de asimilación. Durante el ciclo agudo hay necesidad de dormir y descansar más. Hay que advertir que todos estos síntomas son temporales, durarán mientras la Tierra completa su trabajo de parto, y con ella pasaremos por un nuevo nacimiento a la quinta dimensión.
Si por ahora no puedes concentrarte en nada, comprende que tu cuerpo se está adaptando a los cambios de la Tierra, y tu cerebro y tu sistema nervioso están en reconstrucción. Es posible que los dolores del cuerpo se hayan intensificado especialmente del lado derecho, y sientas una punzada permanente en la base del cráneo, y en las caderas.
Tal vez, sin causas médicas exista molestia en las rodillas, las piernas y las articulaciones, y un calor interno recorra tu cuerpo produciendo vibración y una sensación quemante. Si tu corazón a veces acelera sus latidos sin razón.
Felicitaciones, eso significa que ya estás activando tu cuerpo de Luz
La mejor forma de comprender este proceso es tomando en consideración que, a nivel molecular, el cuerpo físico contiene ondas de energía que responden de inmediato a la interacción con frecuencias más elevadas, adaptándonos a ellas haciendo cambios en nuestros patrones biológicos.
El proceso es simple. Las frecuencias elevadas, que están llegando a la Tierra, activan y aceleran la vibración de nuestras células, y ellas reaccionan irradiando calor hacia los espacios vacíos que las rodean.
Esta implosión despierta algunos códigos dormidos del ADN, y expande la información nueva hacia los núcleos de otras células, las que también se activan. Así nuestro cuerpo es el escenario de una reconfiguración en cadena, que resultará en una expansión de la conciencia, que es correspondiente con una forma material más sutil y más perfecta.
La consciencia es aquella posibilidad de comprender el sentido de la vida, según un determinado nivel de percepción, para los ciudadanos de la Tierra, la interpretación de la realidad ha estado hasta ahora firmemente anclada en la tercera dimensión, o capacidad de percibir solo una franja muy estrecha de la creación (el 10%), que fluctúa entre las frecuencias superior al infrarrojo y por debajo del ultra-violeta.
Por eso el cerebro del hombre, que funciona como una caja de resonancia, ha activado solo ese 10% de su capacidad; mientras duermen el 90% restante de sus posibilidades, porque corresponden a frecuencias de otras dimensiones de luz, que no estamos afinados todavía para experimentar.
Lo que define cuál ha de ser la matriz de consciencia de una unidad, llámese planeta, o ser humano, es la energía de luz que estamos capacitados para asimilar.
En la tercera dimensión percibimos esa energía como dos ondas con propiedades diferentes:
- electricidad
- magnetismo
La porción eléctrica provee la información de los códigos de creación, y la magnética es el aspecto que los estabiliza. En esta forma las dos polaridades actúan coordinadamente para mantener ese nivel de realidad.
Las frecuencias de luz se producen como pulsaciones, y el ritmo de las mismas condiciona los ciclos.
La Tierra, por ejemplo, es muy vulnerable a las emisiones electromagnéticas de las explosiones solares que recibe cada once años, cuando el sol completa un ciclo y pulsa.
También existen ciclos galácticos, y cuando uno de ellos termina, nuestro centro galáctico pulsa, disparando energías de frecuencias electro-magnéticas altísimas, que cambian las matrices de vida en toda la galaxia.
Estas frecuencias viajan como ondas, llevando paquetes de información nueva, que provocan un ordenamiento más complejo en todos los niveles, desde el solar y planetario, hasta el molecular, con el consiguiente salto quántico en la apertura de consciencia y la evolución de la vida.
Si comprendemos esto, estaremos ubicándonos dentro de la situación planetaria que vivimos actualmente.
Sabemos que desde 1987 se ha incrementado en la Tierra el impacto de fotones de luz de altísima frecuencia, procedentes del centro galáctico.
También hay ya confirmación científica de que, tal vez debido a este bombardeo de energía, algunas constantes planetarias, como el magnetismo y la frecuencia Schumann, (pulsación de la Tierra), han estado cambiando.
De hecho estamos ya muy cerca de un acontecimiento espectacular, que el hombre no conoce: se calcula que, antes de finalizar el año 2012, el magnetismo haya alcanzado el punto cero, y la resonancia base de la Tierra, o frecuencia Schumann, haya subido de 7.8 a 13 Hz.
En el momento crítico en que esto suceda, tendremos la oportunidad de vivir un cambio dimensional que pondrá fin a nuestras limitaciones como seres humanos.
El primer movimiento hacia establecer un nuevo orden es el caos, y esto lo estamos experimentando ahora.
Todos los paradigmas existentes,
- a nivel del gobierno
- las instituciones
- las religiones y creencias
- los sistemas sociales
- los sistemas familiares
- los sistemas de salud, etc.,
...están resquebrajándose para finalmente sucumbir.
Paralelamente el clima, los elementos y la geología de la Tierra también están convulsionados. Desde el 13 de abril del año 2002 la nueva matriz de creación, o rejilla energética, está ya completa, y gracias a eso, la nueva información puede fluir, despertando la afinidad de quienes estén listos para asumir su destino como seres humanos mas completos.
Al entrar nuevas energías a la Tierra, se afectan los sistemas políticos, sociales, económicos y de creencias. Es por lo tanto una información nueva, con experiencias vibratorias diferentes, incluyendo además, nuevos paradigmas geológicos y climáticos.
Todos los calendarios: Mayas, Tibetanos, Chinos, Egipcios, etc., coinciden en que, en la época en que vivimos hoy, se dará un cambio definitivo en la VIDA DE LA TIERRA.
Es pues este tiempo, único en la historia de la humanidad
Si tú deseas participar en esta aventura más allá de ti mismo, hay un cambio de configuración que debes hacer, para conectarte con la amplitud de onda que incluye a toda la creación.
La nueva configuración es la apertura hacia el espíritu, reconectarse con nuestra verdadera naturaleza como seres de luz, que además sirve como frecuencia de acceso a la supervivencia.
Vivimos ahora los tiempos de un gran cambio, un salto cuántico a nivel de la conciencia colectiva como especie humana.
La selección que hace cada uno y a nivel global, para nadar con la marea cósmica del cambio, o, en contra de ella, luchando inútilmente por la preservación de modelos anteriores ya caducos.
El siguiente paso que viviremos, es el despertar cósmico que experimentaran nuestras células y códigos genéticos, cuando consigan afinarse al nuevo código de creación, y cantar la canción de unidad con todo el universo, en ese momento tanto la humanidad como nuestro planeta, dejaran de estar en riesgo de extinción.
En realidad, ningún poder exterior puede evitar que la mujer se exprese y manifieste sus cualidades maternales innatas, como el amor, la empatía y la paciencia. Es la mujer y ella sola la que debe despertar. El único obstáculo real para este despertar es su mental…
Las cualidades maternales innatas de las mujeres, su poder de creación, de dar la vida, constituyen su fuerza más grande. Y este poder puede posibilitar que las mujeres realicen un cambio mucho más profundo en la sociedad del que los hombres pudieran hacer.
Las mujeres deben recuperar su fuerza y su coraje. El coraje es un atributo del espíritu. No se trata de una virtud del cuerpo. Las limitaciones a las que se creen sometidas las mujeres no son reales. Cuando desarrollen la fuerza de vencer estas limitaciones imaginarias, nada podrá detener su marcha hacia delante en todos los ámbitos de la vida. Ellas tienen el poder. Ya está ahí, presente en ella…
En la India antigua, cuando un marido hablaba de su esposa utilizaba los términos que significan “aquella que orienta a su marido en los viajes de la vida”, “aquella que orienta a su marido en la vía de la rectitud y de la responsabilidad”…
De hecho, las mujeres han sido consideradas encarnaciones de la Energía Suprema…
Los hombres también tan sufrido enormemente el exilio del principio femenino fuera de este mundo. Las mujeres no son las únicas que han sido oprimidas, pues el aspecto femenino contenido en todos los hombres ha estado reprimido y, como consecuencia, la vida de los hombres se ha vuelto parcelada, a menudo dolorosa…
Solo el amor, la compasión y la paciencia, cualidades fundamentales de las mujeres, tienen el poder de disminuir las tendencias intrínsecamente agresivas e hiperactivas de los hombres. De la misma forma, las mujeres necesitan las cualidades masculinas para no quedar inmovilizadas por su bondad y pureza. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial. Cuando les negamos la libertad de ocupar un puesto relevante y el estatus elevado que debería ser suyo en la sociedad, cuando les negamos esto, la sociedad pierde entonces lo que las mujeres podrían aportarle. En realidad, el hombre es una parte de la mujer. Todo niño está primero en el seno de su madre… el masculino está contenido en el femenino.
Hay dos tipos de idiomas en este mundo: el idioma del intelecto y el idioma del corazón. La agresividad es la naturaleza del intelecto, brusca y racional. La compasión es, en cambio, la naturaleza del idioma del corazón ligado al principio femenino. Desafortunadamente, en el mundo actual el idioma del intelecto es el que prevalece, y no el del corazón…
La noción del amor ha sido desnaturalizada, y por ello el mundo está lleno de conflictos, de violencia y de guerra. Las mujeres son la energía y el mismísimo fundamento de nuestra existencia en este mundo. Cuando pierden el contacto con la realidad de su ser, la armonía de la naturaleza, el equilibrio del mundo se rompe para dejar paso a la destrucción. Es por tanto crucial que las mujeres del mundo entero hagan el mayor esfuerzo posible para redescubrir su naturaleza fundamental, pues sólo así podremos salvar el mundo…
¿Y cuál es el ABC de una mujer? ¿Cuál es la fibra íntima del ser de una mujer? ¿Qué constituye su existencia? Son estas cualidades innatas, los principios esenciales del amor materno. Independientemente d el ámbito en el que una mujer decida trabajar, no debería olvidar las virtudes que le han sido otorgadas graciosamente por Dios, por la naturaleza. Una mujer debería llevar a cabo cada uno de sus actos manteniéndose siempre firmemente anclada a estas cualidades. Así como el ABC constituye los cimientos del alfabeto, la cualidad de madre es la naturaleza fundamental de una mujer. Antes de involucrarse en cualquier actividad, no debe omitir esta parte crucial de ella misma. La energía masculina puede compararse al agua estancada. Al hombre le resulta difícil dejar un papel para concentrarse plenamente en otro. Por esta razón la vida profesional y la vida familiar de muchos hombres termina mezclándose. La mayoría de los hombres no pueden separar los dos y su relación con su esposa y sus hijos se ve afectada. La mayoría de las mujeres, en cambio, saben hacerlo. La energía femenina es fluida como un río. Por eso a una mujer le resulta fácil ser a la vez madre, esposa y una amiga fiel que llena a su esposo de confianza. Posee un don especial que le permite ser la guía y consejera de toda la familia. Las mujeres que trabajan son plenamente capaces de tener éxito también en su vida profesional. La mujer es la creadora del género humano. Ella es el primer gurú, la primera guía y mentor de la humanidad. Ella lleva las riendas de la integridad y de la unidad de la familia, de la sociedad. No hay que subestimar la responsabilidad de una madre cuando se trata de la influencia que ejerce sobre sus hijos y la inspiración que les aporta. Por doquiera que veáis seres dotados de una inmensa fuerza, felices, generosos, condescendientes y comprensivos, encontrareis generalmente una madre admirable que les ha inspirado, haciendo de ellos lo que son. Las madres son las más aptas para sembrar en el mental de los seres humanos las semillas de amor, de fraternidad universal y de paciencia. Incluso la leche materna transmite al niño/a las cualidades interiores de la madre. La madre comprende el corazón de su hijo/a, lo alimenta con su amor y le ofrece un enfoque positivo de la vida…
La madre que acuna a su niño/a es también la que lleva la luz al mundo. Una mujer que haya despertado en ella el amor materno lleva el paraíso doquiera que esté…
Sólo la mujer puede crear un mundo de paz y de gozo. Una mujer debe pensar en qué puede ofrecer a la sociedad, en vez de en qué puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará a progresar de verdad…
Así que en vez de oxidarse pasándose la vida entera entre las cuatro paredes de su cocina, sería bueno que las mujeres salieran a compartir con los demás lo que tienen para ofrecer y que consiguieran los objetivos que tuvieran en la vida…
Ya seas un hombre o una mujer, tu verdadera humanidad no se revelará hasta que las virtudes femeninas y masculinas estén en equilibrio…
Si las propias mujeres se desvían del principio femenino, el resultado será el fracaso absoluto de las mujeres en la sociedad…
El mundo actual necesita realmente que las mujeres aporten a la sociedad todo lo que puedan, desarrollando su cualidad de madre universal así como su cualidad masculina. Cuanto más se identifique una mujer con su naturaleza interior de madre, más se despertará esta Shakti o energía pura. Cuando las mujeres desarrollen este poder en ellas, el mundo empezará a escuchar sus voces con atención cada vez mayor
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