LA COLONIA TOVAR
Entre las montañas del suelo aragüeño se encuentra un pueblo que muestra el rostro de la Selva Negra de Baviera, un sueño traído por inmigrantes alemanes que llegaron a esta tierra para dar lo mejor de si, y que hoy en día constituye uno de los lugares de escape más buscado por viajeros caraqueños.En este día queremos darles la bienvenida a ustedes en este recorrido que haremos por la maravillosa Colonia Tovar, donde descubriremos datos muy importantes para disfrutarla al máximo.
La historia de la Colonia Tovar se remonta al siglo XIX, cuando el entonces presidente de Venezuela, José Antonio Páez a través del parlamento se aprobó una nueva ley de inmigración, la cual permitía el intercambio económico y cultural entre nuestro país y Europa.
Es así como 370 inmigrantes alemanes de la Selva Negra Baviera, llegaron a Venezuela en 1843 para desarrollar la actividad agrícola en estas tierras, basados en su valiosa experiencia. Es así como estos hombres y mujeres llegaron a las tierras de Tovar, que lleva este nombre como gratitud a quien las dono: Manuel Felipe Tovar.
¿Sabía usted que los primeros habitantes de la Colonia Tovar solo tenían comunicación con el resto del país por vía fluvial? La única manera de entrar o salir de este pueblo era a través del Río Tuy, por lo acceder a esta zona implicaba varios días de viaje.
Solo fue a partir de 1937 que el Ingeniero Alfredo Jahn comenzó a construir la carretera que comunicaba Caracas con la Colonia Tovar a través de El Junquito, lo que permitió un desarrollo definitivo a un lugar conocido por sus sabrosas fresas, los jugosos duraznos, y los infaltables embutidos.
La razón que motiva su visita es que caminar por la Colonia Tovar es como recorrer la Selva Negra de Baviera, ya que el diseño de sus casas, comercios, restaurantes y hoteles se asemejan a las típicas edificaciones alemanas. Es un sitio que conserva las tradiciones de los germanos que llegaron a esta zona para transformarla en un pedazo de Alemania en Venezuela.De estar en la Colonia Tovar, es tener la oportunidad de comer la original salchicha alemana, con su ensalada de repollo, y sus sabrosas salsas agrias, o una rodilla de cochino, aunque si lo prefieres puedes encontrar un fondue con el toque del sabroso queso suizo, y por supuesto los sabrosos postres, en especial las tartaletas de fresas, esa fruta muy propia de la zona.
Pero no solo la gastronomía resalta en este maravilloso lugar, puede hacer los diferentes recorridos para descubrir el ecosistema de la zona, o ver los petroglifos, o incluso tocar el mar en las poblaciones de Puerto Cruz, Puerto Maya, o Chichiriviche de la costa, que se encuentran a poco más de una hora de camino.
Visita la Colonia Tovar, descubre el encanto de este pueblo que fue fundado un 08 de abril de 1943, gracias a la buena iniciativa de Agustín Codazzi y Manuel Felipe Tovar.
Enterarse de la historia de cómo nació este pueblito es muy fácil, hay miles de páginas en Internet que hablan de esto. Recomiendo el portal http://www.coloniatovar.net, en el que no sólo encontrarán historia, sino dónde hospedarse, y cómo planificar un fin de semana distinto sin viajar muy lejos de Caracas. Para comenzar como dios manda, me permitiré un "lugar común literario" para hacer el cuento corto y entretenido.
Érase una vez un país, desvastado por la guerra de Independencia-Venezuela-despoblado y con muchos terrenos de cultivos destruidos. Gobernado por el "centauro de los Llanos" general José Antonio Páez, artífice detrás de la idea de promocionar la emigración proveniente de otros países agrícolas para iniciar la recuperación del país. Para tal fin, envió una carta al geógrafo Agustín Codazzi, residente en Francia, a quien le solicitó información "sobre terrenos incultos, propios para fundar pueblos y empresas de agricultura, minerías y otras industrias de fácil desarrollo, a fin de propiciar la traída de emigrantes europeos".
En diciembre de 1842, Alexander Benitz, oriundo de los pueblos del sur y amigo de Codazzi, fijó carteles en la región de Kaiserstuhl, dentro del Gran Ducado de Baden, al suroeste de Alemania, con la misión de contactar posibles colonos a quienes les ofrecía tierra con título, alojamiento básico y animales domésticos. Las tierras serían "alquiladas" por el terrateniente Manuel Felipe de Tovar, y se establecería un contrato comercial con los inmigrantes para adquirir con trabajo sus tierras. Convencidos y contentos, salieron del puerto Le Havre, en la fragata francesa Clemente 240 hombres y 151 mujeres el 19 de enero de 1843. Arribaron a La Guaira el día 4 de marzo, pero una epidemia de viruela dejó al barco bajo cuarentena y sólo les permitieron el desembarque por Choroní. Finalmente y tras una larga travesía a pie, llegaron al Palmar del Tuy el 8 de abril de 1843.
Tras el cambio de Presidente y la ruptura del supuesto contrato con Codazzi, sin otra opción que empezar desde cero, este grupo permaneció por más de un siglo como una comunidad aislada y autosuficiente, conservando costumbres, dialecto natal y sus propios rasgos culturales.
Fue hasta 1963, con la construcción de la carretera asfaltada, entre Caracas y la Colonia Tovar vía El Junquito, que la suerte de este refugio cambió: se facilitó el transporte de sus productos agrícolas hasta los mercados y la llegada de los turistas. En el año de 1964, durante el Gobierno de Rómulo Betancourt, se decreta a la Colonia Tovar y áreas adyacentes como zonas de interés turístico.
Hoy en día el municipio Tovar del estado Aragua, cuya capital es la Colonia Tovar, está conformado por 28 sectores, 17 caseríos y unos 20 mil habitantes
Todos estos recorridos se hacen en rústicos con tracción 4×4, con capacidad hasta para 10 personas por viaje. Salen todos los días de 9:00 am a 5:00 pm. La recomendación ropa cómoda, zapatos de goma, y abrir bien los ojos ante esa naturaleza que asombra.
Duración aproximada: 1 hora y media Vías: 70% de tierra, 30% de asfalto
Desde 1991 esa inmensa montaña que rodea al pueblo se convirtió en el monumento natural Pico Codazzi. Por sus caminos, más que explorados por los colonieros se pueden realizar caminatas, excursionismo, observar la variedad de especies, sobre todo aves y flores, practicar bicicleta montañera, o simplemente disfrutar de la naturaleza. El recorrido comienza por la presentación de algunos hospedajes y casas, en las que se puede apreciar la belleza de su arquitectura. Se ven sembradíos de fresa, durazno, mora. En el camino podrá conocer árboles milenarios, entre ellos un cedro gigante que tiene más de 30 metros de base y 45 de altura, con una antigüedad de 800 a 1200 años. Esta selva montañosa es refugio de cachicamos, acures, lapas, ratones y perezas. También observará plantas parásitas o matapalos; curiosos árboles que formaron sus raíces sobre piedras, o un árbol convertido en pararrayo natural. Podrá caminar dentro de un gigantesco jabillo que quedó hueco víctima de la erosión de los suelos y en el que entran hasta 6 personas. Apreciar diferentes tipos de palmas y helechos, algunas orquídeas silvestres.
Paseo histórico de la Colonia
Duración aproximada: 1 hora y media Vías: 30% de tierra, 70% de asfalto
Como punto máximo se llegará a los 2050 metros de altura sobre el nivel del mar, internados entre las montañas. Además de conocer la historia de la fundación de este pueblo, se podrán observar las casas fundadoras con 135 años de antigüedad, donde se puede apreciar la fusión del estilo arquitectónico alemán pero adaptado a los materiales venezolanos. Uno de los detalles más representativos es el característico entramado en madera que hoy además es parte de las ordenanzas municipales. "Como antes las casas eran de bahareque, se hacía un armazón o un esqueleto en madera negra porque antes se pasaba por fuego. Eso es lo que se representa con las rayas negras que hoy se pintan en las fechadas de las casas", narra el guía. Además de ver los sembradíos, se pasa por la fábrica de cerveza Tovar, donde se fabricó la primera cerveza hecha en Venezuela, que hoy mantiene los más altos estándares de calidad.
Paseo de los petroglifos y cima del cielo
La palabra petroglifo viene del latín petro, que significa piedra y glifo que es escritura. Es decir los petroglifos son escrituras en piedra. Este camino le ofrecerá una vista panorámica del sur de la Colonia Tovar y de los valles de Potrero Perdido, donde se encuentran algunos de estos testimonios indígenas. Aún no se ha determinado con exactitud ni la antigüedad ni el grupo étnico responsable de estas escrituras. En general, los petroglifos en Venezuela tienen una antigüedad entre 800 y 1200 años, aunque los hay con edades superiores a 1600 años. Existen hipótesis que apuntan a que estos de la Colonia son de edades distintas, ya que algunos de ellos no tienen trazos tan visibles como los otros. Teóricamente se cree que son obra de los indios Caribe, residentes en la cuenca del lago de Valencia. Aunque muchos expertos se inclinan por la connotación de tipo religiosa, otros opinan que sencillamente narran historias o acontecimientos importantes para la tribu. Se sabe que todo el conjunto de piedras fue dispuesto de manera artificial, apuntaladas para que estuvieran orientadas hacia el nacimiento del sol. En este lugar además de los petroglifos fueron halladas piezas de cerámica de diverso uso, hachas, puntas de flecha, collares fabricados en hueso y piedra.
La vista es generosa, si está despejado se puede apreciar incluso el lago de Valencia.
La Colonia Tovar es una ciudad de Venezuela, capital del
municipio Tovar, en el Estado Aragua. Fundada en 1843 por un grupo de
inmigrantes provenientes del entonces independiente estado de Baden (luego
incorporado a Alemania), se caracteriza por mantener la impronta cultural de su
origen, por lo que es llamada «la Alemania del Caribe».
Depende básicamente de la agricultura y del turismo y está ubicada a 42 km de
Caracas. La Colonia es reconocida por sus cultivos de clima templado (duraznos,
fresas, remolacha, coliflor, zanahoria, repollo, acelga, brócoli, lechuga, cebollín y
papas) y sus productos derivados. A partir de 1990 ha mostrado una alta tasa
de crecimiento demográfico, pasando de 3.373 a 14.309 habitantes en 2001.
CULTURA COLONIERA
La peculiaridad esencial de Colonia Tovar son sus habitantes, en su mayoría
descendientes de los inmigrantes procedentes de Baden que la fundaron en
1843, quienes han mantenido sustancialmente su cultura e idioma, un dialecto
del alemán llamado alemán coloniero. Las casas, construcciones y comercios
de la ciudad, están realizadas también según el estilo alpino, otorgándole una
inconfundible identidad peculiar. La iglesia de San Martín en el centro de la
ciudad, es una copia fiel de la de Emmendingen en Alemania, de donde
partieron los fundadores.
Tovar se organizó desde un principio como una comunidad cerrada. Los
fundadores tuvieron la intención de que se mantuvieran sus tradiciones
culturales por mucho tiempo. A su llegada, construyeron casas manteniendo
la arquitectura característica de Kaiserstuhl. El badischen, dialecto de Baden,
era la lengua que dominaba la zona y su vestimenta y comida permanecieron
intactas. Inclusive, durante un tiempo se prohibió el matrimonio fuera de la
colonia, con el fin de garantizar la continuidad étnica y cultural. Recién en
1940 se estableció el español como idioma oficial y el matrimonio exogámico,
pasó a ser una práctica libre.
A comienzos del siglo XXI, los habitantes de Tovar están integrados a la
cultura venezolana, sin por ello abandonar sus costumbres inmigratorias.
Dentro de las tradiciones que se mantienen se encuentra la artesanía,
herencia de los fundadores, conservando las técnicas tradicionales en la
realización de artesanías en madera, cerámica y otros materiales. Funciona
también el Centro Académico de Lutheria, como un centro educativo que
prepara a sus estudiantes en la técnica de fabricación, mantenimiento y
reparación de instrumentos sinfónicos y populares.
IDIOMA
Las personas mayores y los jóvenes de la Colonia Tovar conservan entre sí su
lengua materna: el alemannisch- alemánico o alemán coloniero. Es una
variante idiomática que han heredado las generaciones después de 150 años,
aunque muchos giros fonéticos y lexicológicos ya no se usan en Europa. El
alemán coloniero es un dialecto alemán hablado en el pueblo de Colonia Tovar
en Venezuela por los pobladores descendientes de inmigrantes alemanes,
procedentes de la Selva Negra en Baden-Württemberg, Alemania. El alemánico
pertenece, junto al bavaroaustríaco, a la rama denominada alto alemán de la
familia de las lenguas germánicas.
CERVEZA TOVAR
La primera cerveza venezolana se hizo en La Colonia Tovar, en 1843 y hoy
en día aún se mantiene la producción de la misma. Su creación estuvo en
manos de Cervecería Tovar C.A. y conserva la calidad de los estándares
exigidos en la Ley de pureza bavaria desde 1516.
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