HORIZONTES DE REDES NOOSFERICAS

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lunes, 3 de septiembre de 2018

baquiano 1.0-

El Baqueano del Pico Bolívar



El pico Bolívar, 5.007 metros sobre el nivel del mar, es la cumbre más alta de Venezuela. Forma parte del macizo andino La Columna y a éste pertenecen otros picos de menor altura pero no de menor importancia, como son: El Humboldt, Bompland, Toro y El León entre otros. Su cumbre fue alcanzada por primera vez en 1935. Los protagonistas de aquella aventura fueron, el farmaceuta merideño, Enrique Bourgoin, quien coronó el pico después de varios intentos frustrados, acompañado por Heriberto Márquez Molina y el guía Domingo Peña. Este último se convirtió, al paso de los años en el baqueano más famoso del andinismo venezolano.
La casa de Domingo, un ranchón llamado La Aguada, paso obligado del camino hacia el pico, sirvió durante muchos años como lugar de encuentro y ayuda para los escaladores. En aquella histórica escalada, la cumbre fue alcanzada por la vertiente sur, que es una de las más difíciles, por el obstáculo de los paredones verticales y lisos que en los últimos tramos de la ascensión se presentan. Pero fue la experiencia y la pericia de Domingo Peña, quien con prudencia guió en este difícil trecho. Fue este guía un hombre excepcional, nacido y criado en la montaña, perfectamente identificado con la exigente vida en el páramo. De contextura era pequeña, pero de una resistencia inquebrantable. Sus pies desnudos, siempre calzaban cotizas o alpargatas (tipo de sandalias rústicas venezolanas) hubiere o no, hielo o nieve. Muchas veces prefería subir descalzo, porque -según sus propias palabras- se agarraba mejor a la roca.
En aquel primer ascenso se transportó hasta la cima un pequeño busto de Bolívar, que posteriormente fue reemplazado por otro de gran tamaño, también de bronce que todavía corona la cumbre y que fuera transportado en dos partes, también por Domingo Peña y su hijo Lucio, en 1951. Muchas han sido las expediciones que sucedieron a aquella primera y muchas las que se hacen hoy día. Se exploraron otras rutas con diferentes dificultades y riesgos, aunque siempre es el mal del páramo el principal escollo para alcanzar la cima. Para el ascenso, -en estos últimos treinta años- se dispone del Teleférico para los primeros tramos. Desde la estación Barinitas, su punto de partida en la propia ciudad de Mérida, a 1.646 metros sobre el nivel del mar, se asciende hasta su última estación, el Pico Espejo, a 4.575 metros. En este lugar es conveniente, para aquellos no habituados a esta altitud, permanecer por lo menos una noche para aclimatarse. Asimismo es necesario un equipo para alta montaña, que incluya: piolets, crampones para hielo, carpas sacos de dormir, cuerdas y ropa de abrigo para soportar temperaturas extremas, que pueden descender a menos de cero grados. Desde allí por pedregosos y peligrosos senderos, que pueden estar cubiertos de nieve, según la época del año, se arriba al Glaciar de Timoncito, (4.700 mts. s.n.m.) -ya casi extinto por el calentamiento global- lugar de extraordinaria belleza con sus nieves perpetuas y sus cavernas heladas. En ellas se aprecian estalactitas y estalagmitas de hielo que al iluminarlas el sol producen el maravilloso efecto de la descomposición de la luz. En este lugar es conveniente acampar para pasar la noche y temprano en la mañana partir en busca de la cumbre del Bolívar. Al salir de Timoncito por el flanco sur, la ruta hacia la cima, se bifurca. Hacia la izquierda está la de Weiss, que es más corta y con menos hielo. Hacia la derecha, la de Bourgoin, que es más pintoresca aunque más dificultosa. Ambas son peligrosas y requieren de fortaleza física para trepar por paredes verticales con ayuda de la cuerda. Primeramente se alcaza La Ventana y a partir de allí la ruta se estrecha y se vuelve totalmente vertical. Luego solo queda la acometida final al trepar por la última pendiente y alcanzar los 5.007 mts. de su vértice. Con buen tiempo y después de controlar la emoción de hallarse en el punto más alto de la patria, serenamente se pueden observan los amplios espacios del territorio circundante. Subir al Pico Bolívar es una experiencia única e invalorable y así lo saben aquellos que con entusiasmo y coraje se animaron a alcanzar su cumbre.



" La Aguada" casa de Domingo Peña, con vista a la vertiente sur del Pico

"El Baquiano" Domingo Peña en 1951 llevò el busto de El Libertador al Pico Bolívar Foto Mario Mainolfi

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Monumento a los Conquistadores del Pico Bolívar de la Sierra Merideña Domingo Peña

Vista frontal del Monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar en el nuevo emplazamiento. La disposición del grupo escultórico no responde al boceto original. Foto Samuel Hurtado, mayo 2017.

Nombre: Monumento a los Conquistadores del Pico Bolívar de la Sierra Merideña "Domingo Peña"

Año: 1973.

Tipo de patrimonio cultural: tangible / mueble. Monumento en espacio público.

Administrador custodio o responsable: alcaldía del municipio Libertador y Corporación Merideña de Turismo (Cormetur).

El monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar no solo se rinde homenaje a quienes el 5 de enero de 1935 conquistaron la cima del Pico Bolívar (Mérida, Venezuela), sino que también representa los valores del gentilicio emeritense.  


Historia

En el año de 1971 se constituyó en la ciudad de Mérida una Junta Pro-Monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar, presidida por el doctor Carlos Chalbaud Zerpa e integrada por Antonio M. Díaz (secretario), Carlos Lacruz Bravo (vocal), Francisco Anzil (vocal) y el doctor Luis Ruiz Terán (vocal). Esta, como su nombre lo indica, tenía la finalidad de gestionar la realización de un monumento en honor a los personajes que el 5 de enero de 1935 habían conquistado la cima del Pico Bolívar de la Sierra Nevada, ubicada a unos 4 978 metros sobre el nivel del mar. A la vez, se perseguía que dicha propuesta sirviera de exaltación al "andinismo patrio y valorización turística de la ciudad de Mérida".

Valoración turística del Monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar, noviembre 2005. Foto Samuel Hurtado Camargo.

El escultor Gaetano Parise Mannarino modelando la estatua de Enrique Bourgoin, 1971. Digitalización: Samuel Hurtado Camargo.

El proyecto, ideado por el escritor Carlos Chalbaud Zerpa, comprendía la ejecución de un parque en el parcelamiento turístico El Valle Grande en el cual se erigirían cinco figuras de tamaño heroico que representarían al profesor Enrique Bourgoin, el guía Domingo Peña, un nevadero que tira de las riendas de una mula y el célebre perro Copito que los "acompañaba siempre". Para concretar la propuesta, fue necesario abrir una suscripción pública, pues el costo estimado entre el pago al escultor italiano Gaetano Parise Mannarino y la fundición de las obras, estaba valorado en ciento veinte mil bolívares, una suma de considerable valor, si nos percatamos de las palabras de Chalbaud Zerpa, expresadas en el diario El Vigilante, el 29 de diciembre de 1971, cuando apuntaba que la cantidad de dinero era para "asustar a cualquiera".

La idea de erigir un monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar tuvo una gran receptividad, así lo demuestra el número de suscriptores que con sus colaboraciones hicieron posible su realización. Es importante destacar que dentro de la lista de contribuyentes están presentes no solo altas personalidades de la sociedad merideña y del país u organismos de la entidad andina, sino también organismos privados de todo el país, al igual que algunos comerciantes de la ciudad de Mérida y público en general.

Aunque el monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar estaba previsto para ser inaugurado en diciembre de 1972, hubo que esperar hasta el año siguiente, precisamente, el 24 de febrero de 1973, cuando se inauguró en el Parque Domingo Peña. En la ocasión se realizó un importante acto que contemplaba, entre otros aspectos, la desvelación de las cinco esculturas, palabras iniciales por el gobernador del estado Mérida, doctor Germán Briceño Ferrigni, discurso de orden por Carlos Chalbaud Zerpa, palabras de reconocimiento por un descendiente de Enrique Bourgoin y, estreno de la Fantasía a los conquistadores del Pico Bolívar, compuesta por el profesor Rubén Serrano, para entonces director de la Banda Sinfónica de Mérida.

De acuerdo a una publicación del rotativo regional El Vigilante del 27 de febrero de 1973, el acto de la develación de las estatuas correspondió a diferentes personalidades. En la ocasión Domingo Peña (1891 – 1977), conocido como el Guía de la Sierra Nevada, develó su propia estatua. Acontecimiento sin precedentes en la estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida y venezolana. La práctica común y la que siguió predominando era la de consagrar un monumento a un personaje después de varios años de fenecido. Sin embargo, con el baquiano de la Sierra Nevada no ocurrió así, puesto que tuvo la oportunidad de verse perpetuar en el bronce.

El general Gustavo Pardi Dávila devela la estatua del Arriero, febrero 24 de 1973. Foto Pernía. Dig. Samuel Hurtado C.

Mientras tanto, la escultura de Enrique Bourgoin fue descubierta por su esposa, doña Ana María de Bourgoin; el Peón o Arriero fue desvelado por el general Gustavo Pardi Dávila, para entonces, ministro de la Defensa; correspondió descubrir la Mula a Virgilio Ángulo, en representación del doctor Diego Arria, presidente de Conahotu; y los dos hijos del escultor Gaetano Parise Mannarino, develaron el bronce del perro Copito.

El monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar permaneció en El Valle Grande hasta el 8 de febrero de 1982, momento en que es trasladado a la ciudad de Mérida, a un parque llamado Los Conquistadores de la Sierra Nevada, ubicado en el Paseo Domingo Peña, conocido también como Paseo Las Ferias, muy cerca del final del viaducto Campo Elías de la parroquia El Llano. Días después, el 19 de abril, es reinaugurado como parte de los actos festivos de la conmemoración de dicha fecha patria.

El parque y grupo escultórico se convirtieron en uno de los lugares más publicitados por la Dirección de Turismo del Estado Mérida. A pesar de ello, ya para 1986 podía constatarse algunos daños ocasionados a las esculturas. Esta vez, según una publicación del diario Frontera del 19 de mayo, a la estatua del doctor Enrique Bourgoin se le había cercenado el piolet o piqueta de bronce que poseía en la mano derecha, herramienta de uso frecuente por los montañistas empleada en las escaladas y de ayuda para detener algún deslizamiento incontrolado.

Vista del monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar, donde se aprecia la piqueta que sostenía Bourgoin en su mano derecha. Foto Frontera, 9/2/1982, p. 1. Dig. Samuel Hurtado C.

Para diversos usos fue destinado el Parque de Los Conquistadores, mejor conocido -a partir de los años noventa- como Parque la Burra por una analogía con la mula de bronce. Especial interés resulta el hecho de que este espacio se haya constituido en lugar de concentración de las celebraciones anárquicas realizadas por la población estudiantil de la Universidad de Los Andes.

El parque marcaba la culminación de un ritual celebrativo llevado a cabo por los recién graduados de la universidad andina, quienes luego de una caravana por las principales avenidas de la ciudad, procedían como acto consagratorio a "montarse en la Burra". Esta práctica cultural que comenzó con los egresados ulandinos se extendió también entre los distintos estudiantes de los diversos institutos universitarios que existían en la ciudad y en el estado Mérida. Del mismo modo, "montarse en la Burra" se convirtió en un acto importante dentro de las celebraciones que anualmente realizaban los recién graduados bachilleres. Con ello se demuestra cómo en el transcurso del tiempo operan diversos cambios acerca de los usos que la sociedad hace de los monumentos estatuarios, pues, aunque el grupo escultórico se realizó como un homenaje a Los Conquistadores del Pico Bolívar, estos fueron más conocidos por la "burra" y por las celebraciones que allí efectuaban los egresados de las distintas instituciones educativas de la entidad merideña.

Aunque el Parque de Los Conquistadores también fue utilizado como lugar de esparcimiento y promocionado como uno de los sitios para ser visitados por los turistas, su abandono y lamentable estado de deterioro es una constante que lo acompaña a lo largo de la década de los noventa y comienzos del siglo XXI. Sin embargo, su situación de abandono obedece, más que a una falta de política de mantenimiento de los parques de la ciudad -que no ha existido realmente-, a la inconsciencia de los ciudadanos que visitan el parque, quienes, como es señalado en algunas notas de la prensa local, dejaban esparcida la basura por el perímetro del parque. A ello se le suman los daños causados a los monumentos estatuarios, los cuales, además de ser manchados en múltiples ocasiones con pintura de color blanco, han sido utilizados también como pizarrón para los tags, nombre con el cual es conocido dentro del movimiento Hit Hot la firma de los grafiteros, símbolos o signos con los cuales cada uno de ellos se identifica o representa y con los que quieren ser reconocidos.

Luego de una larga estadía de casi tres décadas, los Conquistadores de la Sierra Nevada inician un nuevo periplo, ya que producto de la construcción de la estación del Trolcable que comunicaría el centro de la ciudad de Mérida con la población de San Jacinto, se procedió a la remoción del grupo escultórico quedando a la intemperie y sin destino fijo.

Ya para el mes de julio de 2010, algunos ciudadanos a través de Internet denunciaban la "desaparición temporal" de las esculturas y el cercado del emplazamiento del parque por láminas de zinc. Meses después, el 12 de octubre, el Complejo Recreacional Albarregas S.A (Corealsa) anunciaba a través de un comunicado que dicha organización, conjuntamente con el Sistema de Transporte Masivo Trolebús de Mérida (Tromerca), y la Corporación Merideña de Turismo (Cormetur) estaban trabajando en la ejecución de un proyecto para el "nuevo Parque de Los Conquistadores", el cual se ubicaría en un "aparte" del estacionamiento de la Plaza de Toros Román Esteban Sandía, lugar donde se encontraban en ese momento.

Ante las sucesivas denuncias de la colectividad merideña en los meses siguientes, relativa al estado de abandono y situación irregular en la que se hallaban las estatuas, la junta directiva de Corealsa se vio en la necesidad de ratificar –el 31 de enero de 2011- las ideas del proyecto de reubicación del monumento precisado tiempo atrás, apuntando además que estaban estudiando la propuesta la cual se elaboraría bajo "el esquema de una concepción temática, emblemática, turística, cultural" para que todos los disfrutaran "en un ambiente propicio contando con servicios elementales y seguridad ciudadana".

De manera categórica la referida directiva señalaba que el proyecto se ejecutaría en varias etapas, que si bien no lo habían dado a conocer a la colectividad era porque no se consideraban partidarios de la "concepción de anunciar por anunciar y no cumplir". Enfatizaban además que las estatuas no estaban abandonadas, "solo esperan el momento de ocupar en el estacionamiento de la Monumental de Toros de Mérida, el sitio adecuado mirando hacia la Sierra Nevada, la razón emblemática que le vio nacer".

Esperando se quedaron. Cinco años pasaron sin concretarse el proyecto sobre la reubicación del grupo escultórico hasta que el 11 agosto del 2015 el gobernador del estado Mérida informó sobre el inicio de los trabajos de construcción del parque donde se ubicarían las estatuas, esta vez no en la Plaza de Toros como tantas veces se dijo, sino en un espacio del sector La Milagrosa en la entrada a los Chorros de Milla de la parroquia Milla.

Vista panorámica del nuevo parque, 12 de septiembre de 2015. Foto Eddson. Fuente: https://postimagen.org

El ahora Parque Los Conquistadores del Pico Bolívar de la Sierra Merideña Domingo Peña fue inaugurado el 11 de septiembre de 2015 por Alexis Ramírez Marquez, gobernador de la entidad, en presencia de familiares del guía de la Sierra Nevada y representantes de diversas instituciones. La obra, con una inversión de 9 801 277,56 bolívares, comprendió la restauración de las esculturas, incorporación de mobiliario, iluminación, jardinería y construcción de una casa para las comunas.

Aunque hubo un cambio cromático de las esculturas, la restauración no contempló la incorporación del piolet o piqueta que mantenía Enrique Bourgoin en su mano derecha y que había sido robado en la década de los ochenta. Igualmente, no se le agregó la parte faltante de la soga que poseía la mula, la cual era sostenida por el arriero con sus dos manos. Por otro lado, hubo un cambio en la posición y orden de las estatuas que no se corresponde con los bocetos originales del proyecto de 1971 en el que se representaba a los exploradores ascendiendo a la cima del Pico Bolívar guiados por Domingo Peña, en cuyo frente se encontraba el perro Copito y a su derecha Enrique Bourgoin. Formando una línea paralela se hallaba la mula dirigida por el arriero.

El Monumento a los Conquistadores del Pico Bolívar en las adyacencias del Paseo Las Ferias, en noviembre 2005. Luego, en la restauración de 2015, se cambió la original posición y orden de las estatuas. Foto Samuel Hurtado C.

En la nueva posición, se desdeña el ascenso a la montaña, mayo 2017. Foto Samuel Hurtado C.

Por el contrario, en el nuevo parque la escena es centralizada por Domingo Peña, a su izquierda se ubica Bourgoin, y a la derecha el perro Copito. Alejado de éstos se ubica el arriero y la mula, animal que prácticamente se dirige sola. En la escena se obvia por completo que era un ascenso a la montaña, mas no una caminata por una zona llana.

Descripción

Grupo escultórico de bronce compuesto por cinco figuras, tres humanas y dos animales, en la que se evoca el proceso de ascensión al Pico Bolívar de la Sierra Nevada, hazaña lograda el 5 de enero de 1935. En el centro de la plaza sobre un pedestal en forma circular elaborado en laja de color negro simulando lo agreste del relieve montañoso, se levanta la estatua de Domingo Peña de unos dos metros de altura, quien es representado con una cotiza de tres puntos, pantalones arremangados, ruana criolla y sombrero de alas anchas. Con el brazo derecho extendido señala con su dedo índice hacia la montaña. A su derecha, sentado y mirando hacia la montaña, lo acompaña el perro Copito.

A la izquierda del "baquiano" de la Sierra Nevada, se halla el profesor de botánica Enrique Bourgoin, luciendo un abrigo de cuello alto, sobre este una chaqueta abotonada con dos botones, pantalones arremangados y botas de explorador. En el bolsillo superior izquierdo de la chaqueta se aprecia una plumilla y parte de sus lentes, mientras que en el bolsillo inferior izquierdo lleva un libro con la inscripción "LINNEO", con la cual se hace alusión a la obra "Systema naturae" (1735) del célebre naturalista sueco Carlos Linneo (1707 – 1778). En la mano derecha se aprecian los indicios en donde una vez estuvo el piolet o piqueta.

Placa de bronce que identifica al parque en su nuevo emplazamiento, mayo 2017. Foto Samuel Hurtado Camargo

En la parte inferior del pedestal, al frente de Domingo Peña se erige una placa de bronce en forma rectangular horizontal sobre un pedestal inclinado con inscripciones en altorrelieves alusivas al nombre del parque y la fecha de su construcción.

Más hacia la derecha del Guía de la Sierra Nevada, haciendo una línea perpendicular, se ubica la mula con todos sus aperos. A lado de esta y dando la espalda a la montaña se encuentra un arriero, quien viste una ruana tradicional, pantalones arremangados y cotiza de tres puntos. En sus manos aparenta sostener las riendas que lo comunicaban con el animal, las cuales no fueron incorporadas en la más reciente restauración.

Alrededor de las figuras centrales se hallan siete asientos de hierro y tres placas de bronce de forma rectangular horizontal que recuerdan a los exploradores famosos de la Sierra Nevada y a los andinistas caídos en las cumbres merideñas.

Valores patrimoniales

La concepción del grupo escultórico a Los Conquistadores del Pico Bolívar fue completamente alegórica, razón por la cual no solo se rinde homenaje a quienes el 5 de enero de 1935 habían conquistado la cima del Pico Bolívar, sino que también se difunden algunos valores ejemplificantes para la sociedad merideña. En la figura de Enrique Bourgoin Dávila (1891 – 1961), farmaceuta, botánico, naturalista y profesor de la Universidad de Los Andes, se había querido representar a todos los hombres "tenaces" que habían llegado hasta la máxima altura del territorio venezolano.

En la figura de Domingo Peña (1891 – 1977), explorador  y guía de la sierra, se representa el valor y se evoca la imagen del campesino parameño o andino. Mientras tanto, el Peón o Arriero simboliza al pueblo merideño que había respaldado la idea de conquista del Pico Bolívar; la Mula, encarna la resistencia de la montaña, y, el perro Copito la fidelidad y la "simbiosis entre el hombre y su mejor amigo".

La "burra", como también se le ha denominado a la mula, ha marcado el imaginario universitario. Foto Samuel Hurtado, mayo 2017.

Desde el punto de vista social, el monumento constituye una de las obras con mayor apropiación en la sociedad merideña, fundamentalmente entre la población estudiantil, cuya presencia, en especial la de "la burra", como también se le ha denominado, ha marcado significativamente el imaginario universitario.

El monumento estatuario es una de las dos obras escultóricas realizadas en Mérida por el artista italiano Gaetano Parise Mannarino, quien se residenció en la ciudad entre 1970 y 1973, el cual por su significación sociocultural fue declarado, el 7 de julio de 2004, Patrimonio Histórico Cultural por el Concejo Municipal de Libertador. Asimismo, forma parte de los Bienes de Interés Cultural de la Nación en la categoría creación individual del Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano, publicado en 2007.

Situación actual

El monumento a Los Conquistadores del Pico Bolívar fue destrozado en enero de 2018 por ladrones de bronce. Los hampones le cercenaron la mano derecha del arriero, por lo que ya no puede sostener las riendas de la mula. También dejaron a la mula sin riendas y sin aperos. Le quitaron media oreja derecha al perro Copito y le mutilaron los dedos índice y pulgar a Domingo Peña. Con inexplicable saña, al legendario guía de la sierra merideña le agredieron su espalda y cuello con un objeto contundente.

Alrededor se observa la presencia de malezas producto de la falta de mantenimiento de las áreas verdes. Algunas luminarias y postes de electricidad han sufrido vandalismo. La inseguridad se ha enseñoreado del lugar.

Ubicación

Parque Los Conquistadores del Pico Bolívar de la Sierra Merideña "Domingo Peña", avenida Chorros de Milla. Sector La Milagrosa, parroquia Milla, municipio Libertador, estado Mérida, Venezuela.



















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